Capitulo final

Ethan

Las cosas serían diferentes esta vez, Selene lo había logrado pagando un alto precio y yo no iba a desaprovechar esta segunda oportunidad. Dolía su muerte, por dentro lloraba lágrimas de sangre pero le hice una promesa que iba a cumplir, me mantenía firme ella no merecía menos.
Tal y como les dije a mis hombres los lobos enemigos atacaron esta misma noche con la diferencia que les hice creer que estábamos sin defensas.
Los tres anillos de defensa estaban juntos distribuidos de manera equitativa en los cuatro puntos cardinales de mis territorios y esperarían órdenes para atacar.

Eso es lo que queríamos, que entrarán en nuestros dominios para darles el golpe final una vez estuvieran aquí dentro. Estarían confiados porque los vampiros estaban con ellos pero Klaus ahora era mi aliado, era la razón por la cual Selene nos hizo sus testigos nosotros recordábamos todo. Al menos nuestros desacuerdos estaban olvidados hasta que destruyéramos a Víctor.
Ian está a mi lado y no deja de molestarme que le diga quien es su mate, bueno le dije que tenia una nueva.

Lo haré sufrir un poco, aunque cuando le diga quien es, vaya a buscarla y la encuentre ella lo hará sufrir por mí.

– En serio Ethan, no estas jugando conmigo. – me preguntó mi mejor amigo por enésima vez, le sonreí porque era un buen chico y merecía la oportunidad de una segunda mate.

– No Ian, tienes una segunda compañera pero debemos ganar esta batalla primero y luego te diré su nombre. – aseguré a mi futuro beta, él no estaba conforme pero asintió en respuesta.
Tanto Jessie, Sonya y Lara ahora estaban seguras en Alemania y era mejor así. Natty y Evan estaban al resguardo de unas lobas que estaban enteradas de todo y no dejarían sin vigilancia a esos dos, no podía dejar que Víctor siguiera informándose de lo que acontecía en mis tierras.

Cuando escuchamos ruido proveniente de distintos lados del bosque nos quedamos callados, mi padre estaba oculto entre las sombras también esperando a su presa, una que vino sola a sus tierras para apuñalarlo por la espalda luego de prometerle paz y todos estábamos ansiosos de cazar a esa rata traicionera.

El enemigo había mordido el anzuelo, los hombres de Drack aparecieron poco a poco a atacar a los míos que estaban "indefensos" haciendo sus labores, es así como lo dispuse, una vez hecho ésto el resto saltamos en su ayuda y empezamos a batallar contra ellos.
Alrededor del ejército de Drack los vampiros servían de pantalla para que el alfa se confiara seguro de su victoria.

No en esta vida.

Dichos vampiros serían espectadores pero ante el menor de los descuidos atacarían a nuestro favor. Klaus los lideraba como mano derecha del hombre que ahora aparecía en su forma de lobo color café.
Y ahí fue que mi padre apareció, el lobo negro que le hizo frente solo, mientras los demás flanqueábamos al enemigo. Ambos peleaban con todo lo que tenían, no en vano eran alfas y por ello sus fuerzas eran casi idénticas difíciles de ser vencidos con facilidad.

Intervenir en una pelea de ese tipo con los lobos más grandes y fuertes era un suicidio, pero no faltó el lobo que intentó cambiar la balanza a su favor pero los vampiros se lo impidieron.
Era muy tarde para Drack que se dio cuenta que sus aliados vampiros no iban a interceder por él, gruñó en respuesta pero ya no podía huir de la contienda con mi padre o quedaría como un cobarde ante toda su gente. Años de planeación se fueron a pique porque no seriamos conquistados esta noche y él lo sabía pero su orgullo valía más que su vida o la de su gente y por ello siguió peleando.

Por mi parte estaba esperando que apareciera su hijo, después de todo Damon era mi problema, a una distancia prudente capté los lentos pasos del hijo de Drack. En su forma humana vistiendo apenas un short estaba mirando la pelea de los alfas y fue entonces que detalle en su persona, algo que no me detuve a ver antes.

Estaba delgado no de una manera sana, tenía profundas ojeras, labios resecos, piel demasiado pálida, cicatrices en su espalda, brazos y pecho como si fuera azotado con un látigo de punta de plata. Lo imaginé porque era el único metal en causarnos ese tipo de daño imborrable en la piel, otro tipo de heridas causadas por armas comunes serían regeneradas con el tiempo.

Cualquiera que le haga semejante daño a su hijo no puede ser llamado padre. Recordé las palabras de Bree, su padre realmente era despreciable, no le importaban sus hijos, más que para sacar beneficio de ellos.
Pensé en mi pequeña pelirroja escondida en una cueva a salvo por su hermano y a Damon atrapado por su manada, debieron torturarlo para saber su paradero y él no les dio lo que querían. Ése era el precio de ser un hermano leal y amoroso, ese hombre que asesiné sin piedad en otra vida era incluso un mejor ser humano que yo.

Drack era lo peor que les había sucedido a ellos, Bree era un ángel en la vida de su hermano y Damon era quien había impedido que su padre la vendiera a un vampiro.

Bree mi pequeña

Recordarla siendo una de ellos y pareja de Klaus no me agradaba para nada. Pero me obligue a dejarlo en el olvido, ese futuro ya no existía y ahora estábamos frente a una pelea decisiva. Y teníamos la ventaja de saber su siguiente movimiento. 
Justo cuando nuevamente unos lobos aparecieron para atacar a mi padre a traición, entramos en escena los demás.

James flanqueaba la izquierda, Ian y Tyler estaban a la derecha y yo tenía a Damon en la mira, necesitaba llegar a él no para atacar, sino para evitar que fuera lastimado por otros de mi manada por ser hijo del enemigo.
Los lobos fueron sorprendidos por todos nosotros, no se esperaban que estuviéramos aquí, estábamos dejándoles creer que habían ganado. 
Pude ver como el alfa Drack se estaba cansando de pelear contra mi padre. Es fácil derrotar a un alfa cuando le llevas ventaja pero ahora ya el factor sorpresa no existía, sus aliados nunca lo fueron y nosotros estábamos más unidos que nunca.