EXTRA 1
La lista de Selene.
Después de conocer a Rusbell, pasé a una lúgubre capilla o algo así, de éste cementerio en ruinas donde esperé a que el vampiro me dijera todo lo que necesitaba saber.
Este lugar debió ser hermoso en otra época, si no estuviera tan abandonado, las estatuas no estuvieran destruidas, las ventanas rotas, los muebles casi inexistentes, las paredes estaban llenas de telarañas, el piso con tanta suciedad y las plagas ni se diga, no tenía el más mínimo deseo de sentarme ahí.
No creo que Rusbell viviera aquí, seguro era un lugar que visitaba, tendría algún valor sentimental para él o quizás si vivió aquí cuando todavía esto estaba en todo su esplendor.
Escuche pasos y sé que era el hombre que tenía mis esperanzas en sus manos.
– Por favor toma asiento. – me dijo cortés señalando un banco sucio a lo que no tuve más remedio que obedecer con cara de asco y con miedo de que se rompiera logrando un amago de sonrisa del vampiro.
Klaus estaba alejado de nosotros, vigilando afuera pero siempre dentro de la habitación, estoy segura que estaba pendiente de todo.
– Señor Rusbell, he viajado largas horas para poder verlo, necesito saber si es posible cambiar el destino.
– Que sabes tú del destino, Selene.
– Sé que es una fuerza ineludible a la que todos estamos atados por designio de los dioses.
– Entonces ¿esperas ir contra esos designios?
– Yo... no... yo sólo quiero una oportunidad de remendar el daño causado.
– Sabes que ir en contra de ellos puede pesarte, no quieres recibir su ira.
– Me pesa todos los días ver las muertes de seres queridos en mis visiones y no poderlo evitar.
– Tu pequeña clarividencia debe tener un propósito... Selene conozco bien lo que tu deseas, yo alguna vez lo hice pero tuvo nefastas consecuencias.
– Puedo asumir lo que sea.
– ¿Aunque eso fuera tu vida?
– Si.
– Selene.
– Señor Rusbell, mi vida es un pequeño sacrificio si puedo salvar a dos manadas y unirlas en una sola.
– Volverías a reunirlas después de 500 años.
– ¿Perdón?
– Las manadas que ahora son enemigas, alguna vez fueron una misma Selene.
Sus palabras me dejan en shock, como puede ser que nadie lo sabía. ¿Cuánto tiene el lobo más antiguo? el más antiguo es el padre de James pero éste de fue hace mucho tiempo de la manada y nadie sabe de él.
Si lo pienso ahora la manada ahora tiene cachorros jóvenes.
– Es irrelevante, sólo quiero salvar vidas inocentes.
– Quieres ayudar a tu joven alfa, significa él algo para ti.
– Es el hijo del alfa que me dio todo, Owen era como un padre para mi, me dio cobijo cuando nadie más lo hizo.
– Entiendo... Existe algo que quizás pueda servirte, pero para ello necesitas algo más.
– ¿Algo más?
– Existen tres gemas importantes en el mundo Selene, hace milenios cayeron en el mundo por error.
Las razas habitantes se las repartieron hace mucho.
Los lobos, los humanos y los vampiros.
– ¿Que tipo de gemas?
– Unas muy poderosas y peligrosas. La gema del destino se rompió hace mucho, podía cambiar eso que dices es ineludible y permitirle al hombre tener una oportunidad de elegir su camino.
– Existe tal cosa o sólo es un mito - nunca supe de un poder así en la tierra, no creo que haya tal cosa y sin embargo lo veo a él sacar de su camisa un colgante.
Una piedra diminuta está en el centro del mismo y brilla roja como la sangre.
– Éste es mi fragmento, el cual puedo prestarte. Selene el hechizo que puedo enseñarte es un salto en el tiempo, donde podrías regresar al pasado y advertir lo sucedido a tu joven alfa para que no cometa los mismos errores.
– Como haría que Ethan recuerde lo que ha pasado, si voy al pasado.
– Necesitas llevar al tu alfa al ritual, así él mismo podrá recordar todo lo que sus decisiones desencadenan y hacerlo por ti...ya que no lo lograrás. – dice con pena, dejando claro que esto es una misión suicida.
– A cambio deseo pedirte un favor.
– Lo que sea.
– Quiero paz, una alianza entre lobos y vampiros Selene.
– No ha habido tal cosa en mucho tiempo...
– Lo sé y por ello te pido que lo hagas posible, éste es el momento de hacer las cosas bien, tu alfa es joven, pero va a aprender y será un gran líder. Hay que dejar el pasado atrás de una vez.
– Lo prometo.
Me muestra un pequeño libro para que vea todo con lujo de detalle cómo hacer ese hechizo y las imágenes me dejan helada,
Una bruja ardiendo en medio del ritual.
Que las brujas mueran quemadas...que novedad.
– Lo siento Selene. – dice Rusbell antes de marcharse.
Klaus no dice nada, sólo mira por la ventana, en silencio.
– Sabes hay muchas cosas que no hice en esta vida, me hubiera gustado aprender a cocinar soy terrible. – digo para romper el hielo, aunque Klaus no muestra señal de haber escuchado.
Supongo que eso es algo que a él no le importa así que me dedico a leer ese libro que tengo en mis manos por horas mientras aprendo lo que debo usar y a quién debo llevar.
Los minutos en silencio se hicieron interminables hasta que.
– Debemos irnos, pronto amanecerá.
– Pero...
– Vámonos. – dijo el vampiro a lo cual no hice otra cosa más que seguirlo, afuera había un auto en que momento apareció
Al entrar el vampiro Rusbell iba al volante y empezamos a movernos, yo estaba confundida, a donde me llevaban.
Pero mis dudas pasaron a segundo plano mientras leía el libro, las indicaciones eran muy específicas y había que hacerlo al pie de la letra o no serviría.
Tan absorta estaba en la lectura que no supe que habíamos llegado hasta que Klaus sacudió mi hombro.
Estábamos en una hermosa mansión bastante moderna, en realidad no esperaba que a los vampiros les gustara este tipo de lugares.
Escuche la risa de Rusbell y de Klaus quienes iban delante de mi.