Luz ©

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Extrañaba la extraña mezcla de calidez y frío que Xander me hace sentir, la añoraba e incluso llegue a pensar que solo se quedaría en mi memoria esa sensación, que no volvería a experimentar lo que se siente como la lucha del fuego contra el agua, contra el frío.

Pero Xander no fue lo único en que mi mente pensó.

Mi mente iba a mi hermano, a mis amigos, a esas personas que estaban conmigo en medio del caos, en medio de la batalla que libramos con los soldados de Wendell. No sabía de ellos y eso me mataba porque me sentía culpable, sentía que los había abandonado.

Y ahora, mientras ellos me abrazan, me siento yo otra vez.

-No sabes cómo te extrañamos -Jackeline me apretuja un poco más contra ella y soba mi cabello de una manera extraña que me hace reír y alejarme de ella- Juro que cuidamos a tu hermano y a los otros dos -Me dice levantando su mano derecha. Eso me saca una sonrisa y observo como Ethan y Magno le dan una mala mirada mientras mi hermano se mantiene indiferente.

Sí, él sigue molesto con ella, pero, noto a Jackeline un poco más como ella misma, a pesar de Jake este aquí.

-Gracias por hacerlo -Le guiño un ojo y eso me hace llevarme un gruñido de Magno, en el cual pongo mi atención- ¿Cómo están Stella y el bebé? ¿Dónde están? -Pregunto, preocupada. No sé si Wendell tiene escrúpulos o alguna pisca de cariño que le impida ir por Stella, pero es mejor mantenerla lejos de él.

-Tranquila. Ella está a salvo, junto al bebé que ahora se llama Devon -Dice el nombre casi con un gruñido que luego se transforma en una sonrisa- Le cambia el nombre cada vez que me ve, supongo que para hacerme perder la cabeza y no reconocer que se terminará llamando igual a su padre -El orgullo en su voz me hace reír y me da tranquilidad porque sé que Magno los protegerá con su vida si fuera necesario.

-Tienes mucha suerte de tenerlos.

-Si, pero el niño es mío. Stella debe regresar a donde pertenece -Dice encogiéndose de hombros. Supongo que se refiere a su complemento, ese hombre del que nunca he sabido nada, ni siquiera cuando ella estuvo en embarazo y estoy muy segura de que no la acompañó.

-Oye, y ¿Quién es el complemento de Stella? -No termino de formular la pregunta cuando Magno ya tiene una gran sonrisa en su rostro, pero no es de felicidad, es más bien una sonrisa de burla que lo hace pasear la vista entre mi hermano y Ethan.

-Seguirá siendo un secreto. -Es toda la respuesta que me da antes de alejarse porque obviamente no me va a dar la información tan fácil como yo esperaba y todavía no comprendo por qué pensé que me la daría. Sacudo la cabeza y sonrío hacia los demás.

-Los extrañé -Ellos me sonríen y nuevamente soy rodeada de abrazos.

-Es hora -La voz fría de Jeremy rompe nuestro abrazo y todos nos observamos. Es hora de hacer algo peligroso, pero extrañamente algo con lo que todos estamos de acuerdo.

Formamos un semi círculo y Xander se ubica a mi lado en uno de los extremos. Noto que ya no lleva la espada, igual que Jeremy. Él me observa y me da una sonrisa antes de darle una aún más grande a Jeremy y entonces, en un parpadeo, el paisaje frente a mi cambia.

Estamos en la cocina de mi casa, justo frente al mesón en el que mamá se encuentra sentada, tomando una taza de lo que huele como té.

La observo y ella luce triste, cabizbaja, pero noto en sus ojos que está determinada. Ella lanza un gran suspiro y me mira directamente.

-No es necesario que se hagan visibles -Pronuncia en un tono de voz bajo. Mi vista va directamente hacia Xander, que observa a mi madre incrédulo y con los ojos sumamente abiertos- También eviten hablar en voz alta, hay una cámara detrás de mí que vigila esta área.

-¿Cómo? -Mamá lleva la taza a sus labios y sus ojos parecen estar en Xander ahora.

-Conozco el aura de mi hija y de mi hijo, no es necesario verlos para saber que están cerca -La mandíbula de Xander cae abierta y quiero preguntar por qué tanto asombro.

-Tu madre no puede vernos, no sabía con qué panorama iba a encontrarnos, así que somos invisibles -Explica Xander- Pero ella

-No los veo -Interrumpe mamá- pero noto la presencia de mis hijos y de sus amigos junto a varios chicos más -Mamá deja la taza en la mesa y su mirada por un momento va detrás de ella. La sigo y veo la sombra de un hombre vestido de rojo paseándose por fuera de la cocina.

Ella se mantiene en silencio y toma su té en pequeños sorbos mientras ignora olímpicamente las galletas de coco que tanto le gustan y que están a su lado. El hombre se asoma en la cocina y observa a mamá y luego su vista se pasa por toda la cocina que está oscura.



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En el texto hay: magia, primer amor

Editado: 31.01.2024

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