Observamos, pasmados, como el dragón se sacude frente a nosotros, como si estuviera estirándose después de un largo sueño. Xander se apresura a tomar mi mano y apartarme de él, ya que soy la más cercana, pero, ambos nos congelamos cuando sus ojos rojos se clavan en nosotros. No deja de mirarnos y es aterrador la manera en la que algo en lo que no creías, te mira.
Estoy pasmada, mis ojos no dejan de ver los suyos y él hace lo mismo. Es un dragón enorme, con escamas de color rojo en la parte de arriba que van degradándose hasta ser naranjas y finalmente amarillo en lo que debería ser la parte frontal de su cuerpo, él tiene cabello en su cabeza y en todo su cuerpo, una línea de cabello color dorado igual que los equinos, y dos cuernos, dos enormes cuernos. No puedo apartar la vista de todo él.
-Fascinante -Murmura con apreciación Xean. Supongo que no estaba equivocado después de todo. Da pasos hacia el dragón y cuando este lo mira se detiene- Eres Yamato, ¿Cierto? -El dragón hace lo que parece un gruñido y Xander aprovecha que está concentrado en su abuelo para apartarme un poco más- Es el nombre que tienes, no debería molestarte.
-Silencio, humano -Mi boca cae abierta y la de Xander igual. Él habla, habla igual que nosotros. Su cabeza gira hasta mí, nuevamente y esta vez Xander se interpone entre nosotros, con su espada en la mano. El dragón retrocede y sus ojos se vuelven intensos mientras observa la espada de Xander con lo que se siente como rencor. Pongo mi mano en la de Xander y lo hago bajar la espada, caminando hasta estar frente a él.
-No te haremos daño -Le digo al dragón.
-A menos que sea necesario -Agrega Xander y por un breve momento me contemplo la posibilidad de decirle que guarde silencio.
-¿Cómo te llamas? -Pregunto y le doy el intento de una sonrisa. El se alza en todo su cuerpo, apoyando sus cuatro enormes patas en el césped.
-Me llaman Yamato.
-Muy bien, Yamato, mi nombre es Anahia, él es Xander -Señalo al mencionado- Y el señor se llama Xean -El dragón asiente sin dejar de observarme.
-Te he visto
-Nos hemos visto -Aseguro recordando el sueño.
-Gracias por sacarme de ese lugar
-Siempre que lo necesites -Le sonrío sin saber que mas decir. ¿Cómo hablas con una criatura mitológica?
-Si, si, todo muy bueno -Comienza Xean llegando a mi lado- pero, necesitamos tu ayuda con algo que tal vez sepas y es ¿Dónde encontramos a las bestias sagradas?
No me sorprende que Yamato haya dado media vuelta y se haya marchado luego de la pregunta del abuelo del Xander, tampoco me sorprende que Xander no esté de acuerdo con lo que estamos haciendo, pero, se mantiene en silencio a mi lado mientras mi aura flota por el lugar dándonos un poco de luz a medida que avanzamos en un bosque que no conozco, buscando a un enorme dragón color fuego.
-Ya quiero encontrarlo -Comenta Magno, entusiasmado- tenemos a un puto dragón de nuestro lado.
-Todavía no lo tenemos -Le recuerda Jeremy- ¿Seguros que vamos en la dirección correcta?
-El lugar se siente caliente, así que sí, es un dragón de fuego -Jeremy encarna una ceja hacia Xander ante su comentario.
-Recuérdame por qué vienes a buscar el dragón con nosotros. Si es por Anahia, nosotros podemos cuidarla.
-Ya, pero, quiero estar aquí -Ruedo los ojos sintiendo un de javú porque esta conversación la tuvimos hace unas horas.
-Entonces coopera y deja de ser sarcástico.
-No hemos hablado sobre el hecho de que es un dragón, algo que creímos no existía hace unas horas, sin contar que ustedes no lo han visto. Si a eso le sumo que ese dragón puede ayudarnos y que es la clave para llegar a las cuatro bestias sagradas, me quedo corto si intento explicar por qué todo esto es una absoluta locura.
-Solo hablemos con él -Le pido tomando su mano. Inmediatamente su mirada va hacia nuestras manos unidas y siento como su cuerpo se va relajando.
-Realmente espero encontrarlo, una criatura como esa, suelta, no es bueno -Seguimos caminando junto a Ethan, Magno, William y Jeremy, quienes se ofrecieron a acompañarme a buscar a Yamato, lo cual agradezco. Ha anochecido y mientras Xean se quedó con el resto relatándoles lo que habíamos hecho, nosotros decidimos salir a buscar a Yamato- ¿Crees que lo ofendió?
-No lo sé, tal vez tiene mala relación con las otras criaturas, o tal vez no sepa nada al respecto, después de todo él estaba bajo tierra -Xander asiente. Nos mantenemos caminando en silencio cuando noto algo dorado colgando de un árbol. Suelto la mano de Xander y me acerco hasta el árbol, notando que es la punta de la cola de Yamato que está tendido entre varios árboles que soportan su largo y su peso.
-Anahia -Me llama Xander en un susurro, supongo que queriendo que me aleje de él.
-No le haré daño, humano -Me paralizo brevemente cuando Yamato habla, haciéndome saber que no está dormido. Si, esto como que se siente familiar. Me acerco un poco más, intentando ver donde tiene la cabeza para poder hablar con él.
-Hola, Yamato, me preguntaba si te hemos ofendido -Avanzo un poco más encontrándome con una de sus patas colgando a tres árboles de distancia de la cola.