Del polvo de estrellas naciste
Brillante y redondo te formaste
Al colisionar con el universo
la primera llama alumbraste
De pronto todos cantaron
en el mundo todos te adoraron
Feliz y complaciente sus deseos siempre concediste
Las voces hermosas
Se cansaron de alabarte
Dejaron de entonarse
los rituales incesantes
Los Quemaste constantemente
Horriblemente entonaron
Los últimos cantos deseando
ser libres nuevamente