Al día siguiente, a causa de que yo todavía estaba golpeada y lastimada,
viajamos a paso lento y casual. Podía sentir la tensión en todos los sherpas.
Habíamos decidido no mencionar nuestras sospechas acerca de Devlin al Dr.
Keane y a su grupo. Que sospecháramos que la cuerda fue cortada, era todo lo
que ellos necesitaban saber. Lucas estaba convencido que una vez que
dejáramos nuestro grupo, ellos estarían seguros.
Cuando tomamos nuestro primer descanso, cuidadosamente me quité la
mochila, colocándola en el suelo y sentándome en él. Acercándose a mi,
Mason extendió un puñado de flores silvestres. No eran muy abundantes en
esta área, así que él había tenido que alejarse del camino de vez en cuando,
cada vez que localizara alguna.
―Pensé que éstas te podrían hacer sentir mejor,‖ Dijo.
Las tomé de sus manos y las olí. ―Gracias.‖
―Son de diferentes clases.‖
―Puedo notarlo.‖
―Algunas de ellas no fueron fácil de localizar, pero estuve buscando.‖
―Eso fue muy dulce.‖
―Es contra las políticas del parque recoger flores silvestres,‖ Dijo Lucas de
repente.
Como de costumbre, no lo había escuchado aproximarse, pero estaba parado
al lado de nosotros.
―Entonces ponme una multa,‖ Dijo Mason. ―No parece que por aquí haya una
floristería a la que pueda llamar.‖
―Sólo son unas pocas,‖ Dije. ―No creo que haya hecho algún daño.‖
Lucas estrechó sus ojos hacia nosotros. Sin decir ninguna otra palabra, se
alejó.
―Que chico tan romántico,‖ Mason dijo entre dientes.
Lucas era romántico, en verdad, solo que no en el sentido tradicional. Y tenía
razón. Las flores deberían marchitarse y morir por falta de agua. Pero aún así,
apreciaba el esfuerzo de Mason. Lo que no aprecié fue ver a Monique caminar
rápidamente hacia Lucas. Ella era indudablemente muy hermosa. En ese
mismo momento quería quitarme las pecas de mi cara.
―Entonces, cómo te estás sintiendo?‖ preguntó Mason, trayendo mi atención de
nuevo hacia él.
―Sólo unos pocos dolores. Nada porque preocuparse.‖
―Si yo hubiera estado pasando por lo que tuviste que atravesar, creo que
estaría listo para abandonar el viaje.‖
―Ayer fue, un poquito, como navegar en los rápidos del río. Hubo algo de
emoción en eso.‖ Dije subestimando lo que había ocurrido.
―Probablemente hubiera sido mejor con una balsa, no lo crees?‖
Me reí ahogadamente. ―Si.‖
PURPLE ROSE ―Entonces, tal vez esta noche podemos hacer la cena a la luz de las velas.‖
Arrugué mi nariz. ―Creo que Lucas va a querer que todo el mundo se quede
cerca del campamento.‖
―Él, no es nuestro jefe.‖
―Es el mío.‖
―Deberías considerar quedarte con nosotros una vez lleguemos a nuestro
destino. Podríamos tener algo de diversión.‖
―Sé que ellos van a dejar a alguien-‖
―Así que, ofrécete como voluntaria.‖
―Tal vez.‖ No sabía como Lucas se sentiría respecto a eso, pero la idea tenía
cierto atractivo. Eso podría darme una oportunidad para explorar el área, para
entender donde mis padres habían muerto. El problema era que, cuando yo
tenía cinco años, todo el bosque lucía igual para mi, e incluso, si no lo era,
habría cambiado en la docena de años desde que me había ido.
Por los siguientes dos días hicimos estupendos progresos.
Lucas siempre tomaba la delantera. Estábamos viajando hacia donde ningún
campista había ido antes. Tenía un terrible machete que usaba para quitar de
en medio los matorrales. Él nos llevaba a cada uno de nosotros a nuestro límite
personal y cuando alcanzábamos eso, nos empujaba más allá. Cada noche
prácticamente nos derrumbábamos una vez que el campamento estaba
armado.
Sin coqueteos, sin diversión.
El Dr. Keane parecía complacido con el ritmo que teníamos. Una vez él llegara
a donde quería estar, lo dejaríamos meterse en sus asuntos, y regresar al final
de dos semanas para ayudarlos a transportar sus cosas de vuelta.
No había ocurrido ningún otro incidente extraño. Pero igual todavía
manteníamos turnándonos la guardia en la noche. Lucas siempre era mi
compañero. Nunca hablábamos. Tomábamos los lados contrarios del
campamento. Yo lo estaba estudiando hasta que giró su cabeza y me miró- así
que desvié mi atención lejos y traté de parecer indiferente, esperando que no
se diera cuenta de cuanto tiempo había estado fantaseando con él.
Los pensamientos acerca de él ocupaban mi mente tanto como los recuerdos
del lobo. Lo había oído aullar todas las noches antes de que me quedara
dormida. Continúe esperando que el lobo apareciera mientras estaba en la
guardia. Por alguna razón, no creí que Lucas se alarmaría por verlo pasearse a
través del campamento. Porque los aullidos nunca sonaban lejos, yo estaba
segura que él nos estaba siguiendo. Ese conocimiento me dio una sensación
de seguridad que no podría explicar.
Era el final de la tarde del cuarto día desde mi incidente en el río cuando nos
abrimos paso en un bellísimo espacio abierto. Era lo más extenso que
habíamos alcanzado antes. Frente a nosotros estaba un estrecho riachuelo, el
agua balbuceaba cuando viajaba. Eso no era ni parecido al amenazante río
PURPLE ROSE FORO
que habíamos cruzado antes. A corta distancia, la tierra se inclinaba
abruptamente y me di cuenta de que estábamos en la base de las montañas. El
valle se extendía ante nosotros. Todo era tan tranquilo.
―Que piensa, Profesor‖ Pregunto Lucas.
Mire atrás para ver a Dr. Keane asentir con la cabeza. ―Esto va a salir bien,
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Editado: 07.04.2020