Me gusta crear universos y sueños imposibles desde que tengo uso de razón, luego dejé que mis manos escribieran lo que
mi cabeza dictaba y todo mi mundo cambió, esto se convirtió en mi vida, transformó mi mundo, mi forma de ver las cosas.
Luz de luciérnaga es un mensaje, Carlene y David me han enseñado lo que espero que otros entiendan, escribir su historia me ha marcado.
El camino que he recorrido ha sido corto, pero no ha sido fácil, es por ello que quiero mostrar mi agradecimiento a las personas que siempre creyeron en mí, aquellas que me animaron y que jamás despreciaron esto que tanto amo. A mi madre, porque nadie ve mi brillo como ella lo hace, por enseñarme que el amor verdadero es real. Debo mencionar a Carlangas, el mejor hermano que existe, pues siempre me recuerda que puedo. También a Nenny y a mi abuela Ofe, porque nunca han dudado de mí, así como a Lore, a Monny y a Omar: no creo que tengan idea de cuánto los quiero. Imposible no nombrar a mis dos mejores amigas, lo gracioso es que viven a cientos de kilómetros, sin embargo, la distancia no importa cuando se trata de ellas porque me han demostrado más presencia que muchos otros que tengo cerca, gracias por todo, Génesis de Sousa y Eithne Reynoldi. Gracias también a Nova Casa editorial por esta oportunidad, por abrirme la puerta y dejarme ser parte de su familia. Mis Zelers no pueden faltar porque se han ganado mi corazón, se han convertido en mi hogar, gracias por ser parte de esto y por creer en esta historia, por atesorarla y amarla tanto como yo, son la razón por la cual este sueño sí pudo hacerse realidad.