Puedo entender porqué tomaron esa decisión, pero no puedo aceptarlo.
En un principio quede impactado, pero no tardé mucho en sentir enfado.
Todos se retiraron incluido ellos, necesitaba pensar ¿Que decisión tomar? ¿Cual es la mejor?
—No deberías aceptar, debes convencerlos de lo contrario.
—Ahora no Jasmine, no estoy de humor.
Necesitaba despejar mi mente y la unica forma, es ir al bosque, adentrarme en el, hasta casi perderme.
Aunque claro, eso es imposible, lo conozco mejor que la palma de mi mano.
—Bueno, tendrás que escucharme.
Toma de mi brazo para impedir que siga avanzando.
—Deja de huir y dile la verdad, pides lealtad y sobre todo confianza, pero no entregas ninguna de las dos.
—No sabes de lo que hablas, no entiendes lo que significa mi secreto.
—Si lo se.
—No, es solo lo que tu crees, su vida corre peligro, ella es única y lo desconocido trae miedo.
Es una guerra de miradas, y nuestras voces solo representaban enfado por el otro.
Mi corazón palpita con mucha fuerza, he pasado por muchas situación difíciles, peligrosas, dolorosas y muchas más, pero jamás fue tan difícil como ahora.
—Necesito estar solo, déjame en paz.
Vuelvo a caminar lejos de ella, revolviendo mi cabello enfadado.
—¡Cobarde! —grita— Te quedas callado por que eres un cobarde.
Giro y regreso hacia ella, ese instinto en mi, ese animal que llevamos dentro, que nos hace quienes somos, solo desea perder el control y arrancar su cabeza.
A solo un metro de ella, Steven se interpone entre nosotros para protegerla.
Iba a a atacarlo a él ahora, pero al predice mis intenciones y me empuja lejos, me estrelló contra un árbol.
Siento como todo en mi arde de rabia y sin poder evitar a mi lobo salir, intento controlarme y no terminar de perder el control.
—Vete —le dice a Jasmine— yo me encargo.
—Traeré a alguien.
—No es necesario —la detiene.
—Te matará, míralo— me observa con miedo.
—No lo hará.
Mi lobo es más grande y más fuerte que muchos, los años de guerras y entrenamiento me han preparado para proteger a mi gente.
—Ya no te reconozco —Steven se dirige a mi.
Mi respiración se calma y mi corazón vuelve a la normalidad.
—Jamás atacarías a uno de los tuyos, pero mirate ahora ¿Que cambio en ti?
Pasaron varios segundos, en el cual guardamos silencio, solo se escucha el ruido de los árboles y los animales que habitan el bosque
—Jasmine regresa a la casa y dile a Rossy que venga —me dirijo a ella.
Mira a Steven, una vez que el asiente ella se va trotando hasta la casa.
—¿Nos darás un discurso sobre tenerte confianza? O ¿Dejarás de huir al fin?
No conteste, seguramente solo abria empeorado las cosas, se que tiene razón y eso solo me enfada más.
Le pido que se transforme, lo hace y solo esperamos a Rossy en silencio. A penas llegó, se transformó y los guió hasta la casa de mi pequeña lobita.
Al llegar vemos primero a Laura quien sonríe al verme, imagino que mi lobita está contenta en su vientre, pero Armando la cubre rápidamente al sentir a mis acompañantes.
—El lobo de la otra noche—dice Steven.
—Ellos son Armando y Laura..
Y en su vientre la Luna de nuestra manada.
.........
Mucho tiempo ausente, lo se.
Aprovechemos la Cuarentena