Luz de luna

31

Elioth

 

Habían llegado un par de heridos, solo uno de ellos estaba muy grave, se estaba desangrando. Lo traje cuando este está por llegar a la casa.

Sussy sabía cómo tratarlos, por eso estaba ocupada ayudando al doctor.

El alfa aún no confía en mí y cree todo esto tiene que ver con nuestra llegada aquí. Puede que tenga razón, el alfa de mi manada no perdona a los desertores nunca.
Mis hermanas, mi hija y yo estamos siendo vigilados más que nunca y eso me tiene furioso,  quiero ayudar, pero no puedo, odio sentirme impotente.

—Flor esta tranquila —me dice Jasmine a mis espaldas, volteo para verla creo que querías saber.

—Gracias.

—De nada.

Se ve nerviosa y no solo es por lo que está pasando, de eso estoy seguro. Se pone así cada vez que se me acerca y no la culpo. No la he tratada bien, solo la rechazó cada día que pasa.

—Iré a ver en qué puedo ayudar.

—Espera —tomo su brazo y la suelo de inmediato.

Una corriente por todo mi cuerpo que jamás había sentido al tocar a alguien, me descolocó  por completo.

—¿En verdad volverás a tu hogar?

—Si, yo... —guarda silencio, sus ojos están tristes— creo que es lo mejor.

—¿Es cierto que eres la princesa de ellos? —no pude evitar que sonara con desprecio — me dijeron eso, pero quiero... confirmarlo.

—Si, lo soy.

Estaba furioso, ya de por si era difícil aceptar que ella es parte de esa maldita especie y para empeorarlo es la princesa de ellos.

—¿Es por eso que me rechazas? — su voz se quebró.

Jamás había sentido tanta culpa y dolor como ahora, ni siquiera cuando perdí a la mamá de mi hija.

—Odio a tu especie.

Eso fue suficiente para hacerla llorar, una sola lágrima en su bello rostro, me rompió el corazón.

Pero no puedo, no puedo estar con una de su especie, no después de lo que hicieron,  ni siquiera si ella es mi compañera bendecida por la Luna.

—¡Elioth ven! —me grita Sussy

Corro hasta ella, está aterrada, en todo sentido de la palabra.

—Aún no se si confiear en ti de el todo, pero no tengo opción, incluso tus guardias han sido llamados.

No me di cuenta cuando fue que dejaron de vigilarme, las cosas debieron empeorar.

—¿Sussy que sucede? —pregunta Astra.

Ella le hace una seña para que se acerque y le dice algo al oído a la hermana del Alfa.
No se que habrá sido, pero su expresión era de confusión, rabia y mucho terror.

Pero asintió y se levantó.

—Protegela con tu vida, no nos decepciones —se dirige a mi.

El doctor le pide que le ayude co  la hemorragia desesperado.

Astra sale de la casa corriendo y yo la sigo por detrás. Nos transformamos y no nos detenemos hasta que oímos el grito de una mujer, ella corre aún más rápido.

Había una mujer embaraza en el suelo, y dos lobos con deseos de matarla, los conozco, son miembros de mi manda o antigua manada que siguen al alfa ciegamente.

Astra se interpone entre ellos, al igual que yo.

La mujer tiene un olor diferente, pero no es posible, no puede serlo.

—Llevatela, yo me encargo de ellos —le digo a Astra

Ella duda de mi, pero hace lo que le pido, vuelve a su forma humana y levanta a la mujer, que penas podía caminar, además tenía lastimado un brazo, seguramente cayó  con fuerza en el suelo.

Ahora lo entiendo, Sussy no hablaba de proteger a Astra, si no que de la Luna de esta manada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.