NARRA SIENNA
Me desperté en la mullida cama. Recordé todo lo que habia ocurrido durante la madrugada. Y honestamente me sentía feliz, como si me hubiese quitado un peso de encima. Pero no quería ser una molestia para Aria y su hermano. Asique mi mente se debatía otra vez entre volver con mi tío o quedarme a seguir el plan de Aria.
Aria, no se encontraba en ese intento de cama. Asique decidí levantarme también. Po la ventana entraban los rallos del sol y yo me sentía más descansada que nunca.
Camine hasta la puerta y continúe por el pasillo. Cuando escuche algunas voces en la habitacion donde Aria el dia anterior me habia explicado que era el despacho de su hermano.
_ ¿Estás jugando conmigo? ¿Cuánto tiempo creías que duraría tu farsa? – la voz molesta de Killian sonaba abruptamente imponente- Me dejaste como un idiota frente a los lobos de la manda. ¡No dejare que la dejes ni un minuto más dentro de mi casa! – se oyeron algunos pasos fuertes y luego se detuvieron-
_ ¡Killian, por favor! –esta vez era Aria la que hablaba. - no sabes todo lo que sufrió. ¡Solo serán algunos días! –¿estaba hablando de mí?, acerque mi oído para escuchar mejor. La puerta estaba cerrada-
_Ni de broma Aria. Jugaste conmigo dijiste que era tu amiga, pensé que era una loba. ¡Te burlaste de mí en la cara, de tu Alpha, de tu hermano!
_Killian, Killian por favor. Solo escucha. No intentaba burlarme de ti. Solo, solo quería una amiga...
_Tú ya tienes amigos!
_ ¡Una amiga humana! A mama le encantaban. ¿O acaso no lo recuerdas? Cuando hacia sus escapadas hasta el pueblo y nos traía dulces y juguetes para divertirnos. –un gruñido bajo provino de algún lado del recinto. -
De que hablaban, no entendía. Al principio creí que se trataba de mí, pero ahora con todo lo que han dicho pienso que se están montando una película ahí adentro...
_No.
_Killian te lo suplico solo serán cinco días. –hubo un silencio y Aria continuo- No me dirás que no te recuerda a mama, con sus historias de los humanos y sus ganas de mostrárnoslos siempre. Killian... por favor. Solo quiero ser su amiga unos días más, que me cuente sobre los humanos igual que mama lo hacía... -su voz sonaba como una súplica el silencio volvió a reinar-
_Cinco días, nada más. Quiero que el lunes se valla de acá.
_ ¡Si, si, si! Gracias, ¡gracias Killian, gracias!
_Una cosa más, tú duermes en tú cama. No dejare que mi hermana duerma en el suelo y que una de su tipo duerma en su cama.
_Claro.
_Y no vuelvas a ocultarme nada más Aria. Soy tu Alpha, pero antes tu hermano y el hecho de que no pueda sentir aromas no significa que puedas meter cualquier cosa a la casa. –su voz se habia vuelto más dura y ronca de lo que ya era. Y al nombrar su anosmia, escuche un ligero matiz de dolor en su voz-
_Lo siento...
Escuché algunos pasos acercándose a la puerta y de inmediato volví a la cama y fingí acabar de despertarme.
_ ¡Hola!, ¿cómo dormiste?
_Bien, gracias. –mi cerebro aun trataba de acoplar y comprender la conversación que habia escuchado. -
_Bien, tengo preparado café para el desayuno.
Salimos de su habitacion y me senté en la mesa. A mi lado reposaba el libro que ayer habia agarrado y que Killian estaba ojeando. Al parecer lo dejo abierto en un capitulo que se encontraba por el medio. "Alma gemela" asi se llamaba. Aria sirvió el café en dos tasas y Killian entro a la cocina. Lo mire un segundo, las marcas en su piel estaban blanquecinas, interrumpiendo el color tostado de su tez. Me miro con mala cara y luego yo corrí la mirada. Quizás lo habia incomodado viendo sus cicatrices...
El dia transcurrió rápido. Aria me juro una y mil veces que no era un problema y que por quedarme algunos días no significaba una molestia.
En un momento Aria se marchó de la casa. Me dijo que volvería en un rato, pero que yo debía quedarme adentro en todo momento. Yo simplemente obedecí. No me molestaba estar adentro y con la cantidad de libros que allí habia, menos me importaría el hecho de quedarme sola leyendo.
Tome el libro de la portada roja y busque aquel capitulo que habia llamado mi atención.
"Alma gemela"
En el frondoso bosque, se encontraba escondido un medio lobo, un medio lobo de pelaje anaranjado, un medio lobo de gran aspecto y ojos tan oscuros como la noche. Tan fuerte que una vez se enfrentó a un oso gigante y sin ningún problema lo venció. El medio lobo que poseía un agudo oído y un gran olfato. Estaba a punto de morir.
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Editado: 04.03.2019