—Tendrás que hacer reposo mientras la herida esté curando— el médico del castillo termina de vendar mi brazo.
—¿Porqué no utilizar magia y curármelo ahora?— pregunto.
—He usado magia, pero una herida producida por tu propia magia— era cierto, la estrella de fuego era parte de mi magia —no cura tan fácilmente con la magia de otro ser.
—Esta bien— hablo —reposaré.
El médico agarra su bolso de cuero Alemán y sale por la puerta de mi habitación.
—Creo que será todo un desafío quedarte quieta— habla Luke y toma una hoja prolijamente doblada que se encontraba en una estantería a su costado. —Para ti, Rania.
Veo como mi papá se va detrás del doctor.
—¿Qué es?— pregunto extrañada.
-Solo léelo- Luke me da una mirada seria.
Leo.
"Querida y estimada princesa, primero que nada me disculparé con usted por el comportamiento de mis inadaptados hermanos, siento mucho que hayan perdido a sus caballos y que usted resultara herida, por eso la invito al baile que celebrará nuestro reino en la noche del próximo sábado y así poder disculparme en persona por el incidente causado, sin mas que decir, la saludo cordialmente."
Bastean Aurelius.
Pd: El comandante Luke Gring también está invitado.
—Está mas que claro que no asistiré— tiro la carta al suelo.
—Sí lo haremos, podríamos negociar la paz— sus brazos se tocan a sus espalda mientras mira por la ventana.
—¿Hablas enserio Luke?— le doy una mirada incrédula —¿Negociar con el Reino de la Sombra?, lo único que harán si tratamos de conseguir la paz es asesinarnos a sangre fría delante de todos, están todos locos.
—Bueno, si no quieres hacerlo no lo haremos, pero asistiremos igual— se gira me mira —Solo para quedar bien.
—No.
▪ ▪ ▪ ▪ ▪
—Auch— protesto cuando golpeo mi cabeza con la puerta del carruaje al frenar.
—Ya llegamos— Luke me mira y aguanta la risa.
Miro por la ventana y veo la puerta de Ébano, la famosa puerta principal del castillo oscuro.
Cuando bajo, Luke agarra mi brazo y yo ordeno estiro la pollera entallada mi vestido.
Era un vestido color blanco con mangas y un gran escote en la espalda, en los hombro llevaba unas mariposas delicadas color plata, con incrustaciones de cristales, en el cuello llevaba un collar de diamantes, que terminaba con una tira de pequeños adornos que colgaban y decoraba mi espalad. El vestido era al cuerpo, pero la pollera era suelta debajo de mi trasero, estaba decorada con delicadas incrustaciones de diamantes que al caminar brillaban. Llevaba puesta una corona de oro blanco con los escudos de mi reino en plata, opté por levantarme el pelo y dejar mi espalda a la vista.
Luke llevaba una gabardina con cuello alto, cerrada al costado de su torso, en la parte del corazón llevaba el escudo de mi familia bordado con hilo de plata. Los bodes de la mangas y el cuello, también estaban bordados. Tenía un pantalón del mismo color.
Cuando entramos al salón, quedé maravillada por las pinturas que decoraban sus paredes. Una en especial llamó mi atención, se trataba de un corazón pintado mitad negro y mitad blanco, en el fondo había un sin fin de flores y letras que no entendía, de las flores salía un brillo especial, cuando observé bien, entendí que se trataba de polvo del reino Hada, lejano de nuestro continente. El corazón estaba hecho de mármol y en la parte blanca pude ver mi reflejo.
—Le llaman Lealtad Proscrita— me sobresalté y puede observar el reflejo de un hombre en el mármol negro —A la pintura— también pude observar que Luke me había abandonado
—¿Y a que se debe?— pregunto al hombre.
—Cuando el anterior rey la mandó a hacer, hablaba de dos personas, con corazones distintos, sangre distintas, pero con una nobleza de sentimientos idéntica. Creían que estaba loco, no para de hablar sobre el tema, ni un día.
—¿Y usted?, ¿cree que estaba loco o creo que sea posible su pensamiento?— observo las delicadas decoraciones al los bordes.
—No soy quién para juzgar a mi abuelo.
—¿Su abuelo?— pregunto extrañada y giro mi rostro para observar al hombre.
—No me he presentado formalmente señorita, disculpe mis modales,— habla —Soy Bastean Aurelius, príncipe heredero de este reino.— besa mi mano
—Conque de usted se trataba— frunce su ceño —Creo que en la carta de invitación tendría que haberme informado de que habría mucha salsa, hubiera elegido otro color para mi atuendo.
—Así que usted es la princesa Rania— tuerce una sonrisa —Siento no haberla reconocido.
—Tranquilo, es la primera veza que te conozco, estamos a mano— hablo mientras busco a Luke.
—También siento lo sucedido con mis hermanos en su baile.
—Ya ha pasado, no necesito que se disculpe— veo como una mujer joven se nos acerca.
—Bastean, tu padre te llama— agarra su brazo y me mira —oh, lo siento, soy la princesa Chiara, del reino de la Luna, ¿tu eres?