Luzbell: Reflejos

Capítulo XXXVII.

—Aún no sabemos si realmente es la culpable— Sandra se sentía insegura, quizá solo eran amigas y estaba siendo bastante exagerada al asumir que ella era la que controlaba a los usuarios. Pero tampoco podía negar que escucho la palabra Luceros en su conversación.

—No, pero debemos investigarlo, no perdemos la oportunidad— Dijo Alejandro sin apartar la vista de la Karla de la foto.

—Tienes un punto— Diego asintió— Hare la investigación por mi parte, ya que está conmigo en clases, así será menos riesgoso.

— ¿Y si resulta ser la culpable de verdad?—­ Preguntó Gabino.

—Cierto, podría ser peligroso ir solo— Agrego Irene mientras mordía su labio.

—No se preocupen, tampoco planeo acercarme tanto, supongo que sabrá quiénes somos, así que será más fácil que ambos estemos a la defensiva— Admitió Diego mientras rascaba su cabeza.

— ¿Creen que ella sepa como curar a María o como detener esto?—­ Preguntó nuevamente Gabino con su rostro cargado de preocupación.

—Ya verás que si— Irene le tranquilizo y este le sonrió en agradecimiento.

—Es lo mejor que tenemos— Diego apretó su hombro con cierta familiaridad— Tómalo con calma, mañana me moveré y veré que puedo descubrir sobre esto ¿Bien? No podemos ser tan negativos estando tan cerca.

Aunque Diego si era negativo.

—Bien, entonces nosotros debemos encontrar a Karla— Sugirió Sandra mientras miraba a los chicos— Si las chicas se reúnen nuevamente y Diego está solo, estará en problemas. Aprovecharemos para tratar de hablar con ella y detenerla.

—Me parece el mejor plan, llevamos casi dos días sin hacer nada— Alejandro se sentía especialmente nervioso.

Después de eso, los chicos decidieron separarse, moviéndose en grupo como planearon.

— ¿Creen que lo solucionemos, que todo esté bien para el final de todo esto?—  Preguntó Gabino hacia los hermanos con una mueca de preocupación.

—Si soy honesto, la verdad es que no lo sé— Diego se encogió de hombros con cierto nerviosismo. No era bueno dándoles ánimos a las personas— Ella estará bien, pero esto parece ser más grande que solo Luceros o gente molesta con otra.

—Ahora mismo me siento positiva, entre todos podemos solucionarlo, estoy segura— Le dijo Irene con una radiante sonrisa.

—Es verdad— Gabino no podía decir más. Los hermanos eran muy diferentes hasta de pensamiento.

—Mi hermana solo esta positiva por su trabajo— Le dijo Diego.

— ¡No es verdad, bueno si, pero no es el punto!— Irene tenía algo que hacer después de clases, cosa que le hacía sentir segura, feliz.

—Pero ¿Qué pienso yo realmente? Bueno, quiero que todo se solucione al final— Aseguró Diego sin mirarlos. Sus mirada parecía perdida en las copas de los arboles— Así que quiero creer que tu chica estará bien y también los demás al final de todo.

Irene sabía porque estaba preocupado y del porque esas palabras.

— ¿Así que si puedes ser positivo? ¿Y la ley de Murphy?— Preguntó Gabino un tanto sorprendido.

—Creo casi siempre, que la ley existe y se cumple, pero eso no quiere decir que me guste aceptarlo— Aseguro Diego.

— ¿Paso algo malo?—­ Preguntó Abigail a su lado.

Irene se pegó a su hermano de la sorpresa

— ¿Cuánto tiempo llevas ahí?— Pregunto Gabino alzando una ceja. Hasta Diego la miraba con cierta sorpresa.

Para Diego siempre fue una chica silenciosa, casi no se notaba, no hacia bulto y más bien su tono de voz era muy suave, casi inaudible cuando ella lo quería así, por lo que podría tener habilidades de camuflaje natos.

—Los otros parecían querer hablar de otra cosa, así que decidí seguirlos, no necesitan hablar conmigo, solo quedémonos juntos hasta que salgamos— Aseguro Abigail moviendo ligeramente sus cabeza con sus cabellos volando.

—No se trata de eso pero ¿Tienes tiempo?­— Preguntó Gabino.

—Claro, vivo aquí cerca— Aseguro la chica.

— ¿Quién ir a mi departamento? Ahí podemos hablar tranquilos— Les ofreció Diego con amabilidad.

Irene le apretó el abrazo pero Diego seguía sin entender porque.

—Si, además, con eso podemos saber tu historia con el lucero, si quieres hablarla— Le aclaro Gabino.

—Ya veremos— Aseguro la chica mientras asentía varias veces, pero con movimientos lentos.

— ¿Y sus trabajos?— Preguntó Gabino mirando a los hermanos.

—Yo descanso hoy debido a problemas con el grupo y la mala organización de los otros— Observo Diego con media sonrisa para luego mirar a su hermana— Pero ella…

—Mierda ¿Y si falto por hoy?­— Preguntó Irene hacia su hermano con preocupación.

—No, debes ir a trabajar— Le regaño su hermano.

Irene trono los labios, dejando en claro su desagrado.

—Cierto, hay que hablar del libro también— Abigail lo saco de su mochila y se lo tendió a Diego cuando llegaron a la puerta— Tengo algunas dudas. 



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En el texto hay: traumas, espejos, luceros

Editado: 03.04.2021

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