Llegué a mi departamento, tenía mucha hambre pero no tenía ganas de cocinar.
Era jueves, hace tres noches que mi celular no sonaba. No sabía si preocuparme o alegrarme.
Escuché los mensajes en la contestadora como todas las noches.
"Al, mañana no trabajamos, esta noche salimos. No acepto un no por respuesta, a las diez te paso a buscar y no me importa en que fachada estés, te saco de ahí de los pelos. ¡Besos!"
"Hola Alana, mañana no es día laboral por razones que solo saben los de arriba -rió -espero que disfrutes tu fin de semana largo"
Okay, qué linda noticia.
Eran las ocho y media, solo tenía una hora para prepararme pero primero pedí comida, era lo más importante.
Me bañé lo más rápido que pude para poder secarlo y plancharlo. No quería parecer un león.
Elegí un vestido no tan exagerado pero me gustaba.
Como siempre, Sarah estaba en mi departamento media hora antes de lo que ella misma había dicho.
-¿Lista? -preguntó la rubia.
-Vamos.
-Estas muy linda.
-Vos igual.
Se me hacía muy raro que ella n…
-¡FOTO! -gritó.
No dije absolutamente nada.
Al salir nos esperaba un auto negro.
-¿Quien es?
-¡Marcus!
Vi que él salía del auto.
-Que belleza, ¿Cuando lo compraste?
-Hace dos semanas pero hoy lo fui a retirar.
-Entonces vamos a estrenarlo.
Los tres reímos y en el hermoso auto nos dirigimos al club.
Eran las cuatro de la mañana y mi vejiga no daba más.
Me dirigí al baño pero algo empezó a vibrar en mi bolsillo.
Mi celular.
-¿En serio? -rodeé los ojos.
Atendí.
-¿Hola?
-Hoooola miamor.
-Warren que pasa.
-¿Me -hipo -venisssss a busssscaffrr?
-¿Qué? ¿Por qué?
Dijo algo el cual no sé entendió.
-Hola señorita, el señor Warren acaba de ser expulsado del bar Rock por comenzar una pelea.
-¡Oh por Dios! -susuré -Pero yo no conozco al señor Warren.
-¡Por favor mi amor! -gritó él de fondo.
-Okay, espereme cinco minutos.
¿En serio? ¿En el mismo bar que estoy yo? ¿Y encima tenía que ir a buscarlo? ¿No tenía a nadie más?
Fui al baño rápido. Primero mis necesidades y me dirigí a la puerta de entrada.
-Hola, busco a Warren.
-¿Estabas adentro? -asentí -Perdón, no quería arruinar la noche pero tampoco podido dejar tirado al chico.
-Está todo bien, ¿Donde está?
Lo señaló y me acerqué.
-Warren -lo hablé -¿Vamos?
-No.
-Vamos, por favor cariño.
Al escuchar el apodo levantó la cabeza. Sabía que iba a funcionar.
-¿Amor mío?
-¿Vamos a dormir?
-¿Voy a dormir con vos?
-¿Si te digo que si, nos vamos? -asintió -Entonces si.
En un acto fallido, trato de levantarse rápido.
-A ver, yo te ayudo a levantarte y vos me ayudas a caminar, ¿Trato?
-Trato.
-¿Viniste caminando?
-No… mi aut -hipo.
-¿Donde está?
-No l… ssssé.
-Dame la llave.
Sacó la llave de si bolsillo y me la entregó.
Comencé a tocar el botón de la alarma para poder encontrarlo.
Unas luces titilaron y no estaba muy lejos, por suerte.
-Lo encontré, vamos.
Ya sentada en el auto, no sabía que hacer.
¿Lo llevaba a mi casa o a la suya?
-Warren, ¿Te acordás de donde vivís?
No recibí respuesta.
Se había dormido.
Lo miré. ¿Así que este es el chico el cual me llama a altas horas de la madrugada?
Era atractivo, no lo niego.
Al final opte por llevarlo a mi casa, después le explicaría porque estaba ahí.
Por un momento agradecí a Sarah de haberme enseñado a manejar.
¡Sarah! No le había avisado que me iría.
Tomé mi celular y le mandé un mensaje de voz.
-Sarah, tuve un problema y me tuve que ir. El sábado almorzamos y te explico.
-¿Soy un problema?
-No, causaste problemas.
-Yo no.
-Vos si, ahora ayúdame a bajarte.
Al bajar me ayudó un poco hasta llegar adentro.
-¿Si subimos por el ascensor, vas a vomitar?
-Nnno.
No me daba mucha confianza esa respuesta pero si subimos por las escaleras íbamos a tardar un año.
-Escuchame, te mojo la cabeza y vamos a dormir, ¿Si?
-¿Me saco la remera?
-Por favor.
Como pudo, se la sacó y la dejo tirada.
Le metí la cabeza bajo la canilla de agua fría, se quejaba pero me importaba poco.
Lo tire a la cama y lo tapé.
-Estoy en el sillón.
-No, dormí conmigo.
-No, en el sillón.
-No.
-Si.
Traté de irme pero me lo impidió agarrando fuerte mi mano.