Madre Secta

CAPÍTULO 4 (Parte 1)

 

Me despierta la alarma de la comunidad indicando que es hora de levantarse para ir a estudiar. Me apronto y me dirijo a la entrada donde nos esperan los autobuses. Al subir todo cambió, ya no se pueden sentar de a dos y hay un cartel enorme rojo que indica que está prohibido hablar. Nos prohíben hablar entre nosotros, o acaso será que no quieren que nadie hable conmigo.

 

Al llegar al instituto veo a Luca a lo lejos con su grupo de amigos, me mira y sigue hablando como si nada. Hacemos todo esto juntos y ahora ¿me ignora?, intento no pensar en eso y me dirijo al salón de clases.

 

Va pasando media mañana y Luca no me dirigió la palabra en todo el día, ni siquiera me miró. Me lo crucé unas cinco veces y compartimos dos clases pero ni siquiera pude encontrar su mirada una vez. La verdad no entiendo nada, la confusión y el enojo se apoderan rápidamente de mi, me ayuda a armar todo para desestabilizar mi comunidad, se preocupa por mi y ahora que estoy en problemas me ignora. La gente del exterior es muy difícil de entender, por lo menos para mí. Voy a intentar no pensar en esto lo que resta del día, tengo que idear un plan de cómo arreglar lo que hice en la comunidad y lo tengo que hacer ahora. 

 

Paso las clases que restan pensando ideas, ninguna me gusta demasiado ¿puedo decir que era un experimento para la universidad? si claro, un experimento que me va a costar la cabeza, ¿puedo decir que era un proyecto para una clase y que se me mezcló en donde no debería? si claro, porque “sin querer” apareció uno en cada libro. La única posibilidad que veo es entregarme, no hay forma de justificar esto. No puedo echarle la culpa a alguien más y vivir con ese remordimiento y no encuentro una forma de salir ilesa. El timbre del almuerzo suena, no tengo hambre pero decido que el aire fresco puede ayudarme a pensar mejor.

 

Al salir de la clase veo a Luca en el pasillo, sin pensarlo dos veces lo agarro del brazo y lo giro hacia mi.

 

 

-¿No piensas hablarme en todo el día? Estoy en problemas y necesito ayuda.

 

-¿Y esta quién es?, ¿ahora sos amiguito de los raritos de la secta? - dice un chico colorado de su grupo de amigos.

 

 

Ya estoy acostumbrada a los comentarios de este tipo por lo que no me hieren para nada, pero lo que escucho a continuación sí. Luca me mira con un aire de superioridad y desinterés notorio.

 

 

- ¿Y vos sos? dejame tranquilo nena - dice con burla en su voz, girándose hacia sus amigos y continuando su diálogo como si nada ha pasado.

 

 

Lo miro atónita unos segundo y me voy dejando atrás la risa de todos los que estaban con él. Juró jamás volver a aceptar su ayuda, jamás, seguro todo este tiempo se estaba burlando de mí y yo tomándome en serio su ayuda. Que tonta que soy. Decido ir al estacionamiento, no quiero cruzarme con los de la comunidad en el patio. Al llegar al estacionamiento me largo a llorar, no tengo una idea clara de qué hacer y mi vida está en juego. Y aunque me cueste admitirlo, lo de Luca me afectó, porque por más que no lo quiera admitir me gusta y mucho. 

 

Siento unos pasos que se dirigen a mí, levanto la vista y parece un dejá vu porque Luca se dirige hacía mi como si nada.

 

 

-Ey, ¿ponemos en marcha la recuperación de tu cabeza Luni?.

 

 

Me levanto ignorándolo e intentando alejarme de él pero me agarra por el brazo y pone su cuerpo como obstáculo para avanzar, acercándome levemente con su brazo hacia él.

 

 

-Por favor, no lo hagas difícil.

 

-¿Hacerla difícil?, ¿Yo? Fui a buscarte pidiendo ayuda y me trataste como la mierda. No necesito tu ayuda ahora.

 

-Luna me sorprende lo poco que pensas, estoy casi seguro que en tu comunidad está prohibido razonar también ¿no? -lo empujo para avanzar en mi camino mientras mi enojo se apodera de mi - Ey Luni, tranqui, es broma. Escúchame y te dejo ir.

 

-Estoy apurada, no tengo mucho tiempo.

 

-Pararme y hablar en el medio del instituto no es de lo más inteligente, no viste la cantidad de personas que había, hasta gente de tu comunidad estaba cerca - suelta mi brazo, se acerca más y me agarra de la barbilla para que lo mire a los ojos -tenes que ser cuidadosa Luna, tu vida está en peligro con cada charla que tenemos. Te estaba cuidando. 

 

-Creo que en realidad lo que pasó es que no te gusta que tus amigos te vean con alguien como yo y lo entiendo, están acostumbrados a verte con otro tipo de chicas y de gente en general. Yo no elegiría ser como soy si tuviera la oportunidad ni de relacionarme con gente como yo, pero tampoco me acercaría a ayudar a alguien si realmente no estoy convencida de hacerlo - digo separando mi mirada de la suya, mirarlo a los ojos me hace sentir muy vulnerable.

 

-Estás muy equivocada -dice volviendo a agarrar mi cara para unir nuestras miradas - podemos hablar de cómo solucionar el problema de la comunidad, por favor.

 



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En el texto hay: cienciaficcion, romance, drama

Editado: 27.02.2022

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