-¿Así que por vos Luca me pide tener la casa sola? - quedo roja de inmediato.
-Eh... - respondo titubeante, pero antes de poder decir algo más, Luca se me adelanta.
-Tienes tres segundos para irte sin que te mate ¿me escuchas?
La risa de Dan resuena en toda la casa.
-Linda -dice tendiendome la mano- si este bobo te hace algo que no quieres me avisas, o podemos salir cuando quieras. Con Luca no somos taan amigos - dice guiñandome un ojo y sin abandonar su amplia sonrisa.
Para cuando termina de pronunciar esas palabras una mano lo agarra del cuello y lo separa abruptamente de mí. Luca lo tiene acorralado contra la pared, agarrándolo del cuello de su remera. Me pongo de pie de un salto y voy hacía ellos.
-Luca, déjalo -él ni me mira - ¡Luca!
Lo empujo pero obviamente mi fuerza es insignificante ante su robusto cuerpo, pero para mi suerte él lo suelta, no sin antes darle una advertencia.
-Que sea la última vez ¿entendiste ahora la concha de la lora?
A todo esto Dan estaba estallando de risa.
-No sabía que te gustaba tanto esta chica hermano. Igual, cuídala. Yo y vos no nos llevamos tan bien. - dice como si nada y me dirige la mirada- ¿Cómo es tu nombre hermosa?
-Luna -respondo sin entender mucho la situación.
-Luna beba, yo soy Dan, “amigo” de Luca - dice haciendo las comillas en amigo con sus dedos- vivo con él, por desgracia. No te preocupes esta es nuestra forma de jugar.
-Aah, bien - respondo sonriendo.
-No le digas beba. ¿Vas a demorar mucho?
-Puede ser, ¿qué quieres hacer con Luna que estás tan impaciente?
Luca no responde, solo me agarra de la cintura y me dirige a otra pieza. A su pieza. Su habitación es muy grande, tiene un gran ventanal en el que se puede ver toda la ciudad. Es hermoso.
- Lini bibi, yi soy Dan - me doy vuelta para mirarlo y dejar atrás la hermosa vista. Me cuesta un poco entender qué está diciendo pero al segundo lo comprendo: está imitando irónicamente a Dan.
-¿Qué pasa? - Respondo con diversión en mis palabras..
-¿Te dice Luna beba y a vos se te cae la baba?, ¿en serio te gustan esas cursilerias?
-Habla el que dice “nena”, ¿hay algo más cursi y cliché que eso? además, me gusta que me digan cosas lindas, por lo menos él me dijo hermosa unas cuentas veces y fue amable, ¿no? - le digo en broma, para que su enojo aumente.
-¿Así que te gusta que te digan cosas lindas? - dice acercándose a mí con una sonrisa divertida en su rostro.
-Puede ser -respondo siguiéndole el juego.
-Beba - dice irónicamente acercándose a mí- no puedo creer que tengo a una beba tan hermosa así de cerca, me vas a hacer perder la cabeza - dice pasando su mano por mi pelo.
No sirvo para este juego, no estoy acostumbrada a que me digan cosas lindas y mucho menos a tenerlo tan cerca. Me hace perder la razón y olvidarme de todo, y eso no siempre es bueno. Para cuando quiero ver, lo tengo pegado a mi acariciando mi mejilla con una mano y la otra en mi cintura.
-Perdón soy muy malo en esto, no se sale ser romántico -dice con pena en su voz- pero soy bueno en otras cosas -dice y me besa con fuerza.
Su beso no es tranquilo, es pasional. Comienza por tomar mi barbilla y pegarme a él, continúa besándome, luego de eso empieza a pasar sus manos por mi piel en la espalda, subiendo y bajando. Hasta que sus manos suben lentamente mi remera para sacarla de mi cuerpo, él hace lo mismo con la suya, despegándose un poco de mi. Pero al instante en que su prenda está en el suelo se sumerge nuevamente en mi, pero esta vez besando mi cuello lentamente.
Siento sus dedos rozando mi corpiño y noto su deseo de que sea la segunda prenda en caer. Para mi sorpresa, se sienta bruscamente en la cama y me pone a horcajadas, rodeando mis piernas su cuerpo. Puedo sentir su respiración mientras nos besamos, cómo su pecho se acelera y cómo comienza a excitarse. Lo sé, porque puedo notarlo al estar encima de él. Pasamos unos minutos así, consumidos el uno por el otro, hasta que se aleja de a poco, como si no quisiera alejarse realmente.
Me mira a los ojos, serio y no logro descifrar qué está pasando por su mente.
-Lo siento - dice- no quiero forzarte a esto. Sé que debe ser mucho para vos, que nos hayamos dado unos pocos besos y ya te haya puesto encima mio… y casi sin ropa. Lo siento, estoy acostumbrado a que todo sea rápido y fácil, es el tipo de relación que suelo tener pero no quiero eso con vos Luna. Perdón si fui muy rápido o muy brusco.
Quiero contestarle que no, que está bien, que me gusta lo que estamos haciendo, pero antes de que pueda decir algo él me aparta y se levanta, se pone su remera y me acerca la mía.