Capitulo 11

Habían pasado días y no pudo disfrutarlos por haberse llevado de la tristeza que estaba pasando por ese momento solo se sentó en su cama apreciando el atardecer que se podía ver apenas casi ya era de noche.

— ¿No es bonito apreciar el atardecer con alguien quien a quien aprecias mucho? 

— claro que lo es, pero eso significa que ya me estas empezando a apreciar?  Pregunto James-

— claro que sí, siempre te he apreciado somos hermanos, solo es que no lo recuerdo, no es que no te quiera, apenas puedo recodar tu rostro, pero creo que fuiste alguien especial para mí, aunque mi yo actual no te recuerde del todo, siento un gran cariño y aprecio por ti y me alegra poder estarte recodando, mi hermano gemelo aunque unos minutos menos que yo, porque si, mientras dormía tuve un sueño extraño donde escuchaba a nuestra madre decir nuestras fechas de nacimiento, y se que soy mayor que tú por unos minutos, exactamente 18 minutos con 22 segundos. ¿Puedes creerlo? Pude contarte eso antes de que se me olvidar, ahora aparte de mi lo sabes tu Marie por unos momentos Marie reía.

 —ven acá dame un abrazo dijo Marie haciéndole señas con las manos para que le diera un abrazo.}} Con gusto james fue y le dio un abrazo.

— por alguna razón siento que eres esa persona con la que más voy a pasar tiempo quien me va a apoyar en esos momentos tristes y felices, seguramente éramos así, ese tipo de hermanos que se quieren y eran inseparables, no lo sé muy bien, pero lo siento desde el fondo de mi corazón.

James se había sentado al lado de ella, ambos reían mientras veían el hermoso atardecer, en ambos se podía apreciar un cariño que se estaba empezando a formar, era el cariño de dos hermanos que tenían mucho tiempo sin pasar un momento como eso.

—Tu cabello esta de color rojizo normal. Porque hace unos días estaba muy claro, eso hizo que me preocupara demasiado, no es normal, y tiene un significado algo extraño la verdad.

— ¿Te gustaría saberlo?  Porque estoy seguro de que no lo sabes. Dijo james-

 —claro que quiero saberlo dijo Marie-

— pues bien, te cuento. Hace muchos años atrás la familia de nuestro padre fue maldecida, más bien a uno de nuestros abuelos de parte de padre a ellos le habían hecho una maldición, de que cada vez que estemos cerca de la muerte lo sabremos por nuestro cabello que cambiaría de color,  aunque nos afecte a todos, nos afecta más a nosotros los pelirrojos, realmente me parece una maldición algo extraña, pero conociendo como eran nuestro antepasados con secretos ocultos y muy extraño ya realmente ni me sorprendo con cualquier cosa que me entero. ¿Tú que dices? Pregunto james-

— realmente me parece muy extraño que alguien hiciera eso, no le encuentro la lógica. ¿Pero cuéntame, donde te enteraste de eso?  Pregunto Marie-

—bueno eso lo encontré en uno de los libros dijo james-

—En que libros los encontraste pregunto con mucha curiosidad-

—bueno como eres tu te lo voy a decir, paseando por la casa, y la curiosidad me gano, realmente no tenía nada que hacer y solo me dispuse a ver, realmente no quería estar sentado por mucho tiempo porque no me quería dejar llevar la tristeza que tenía en esos momentos por lo que había pasado contigo. Pero bueno, te sigo contando. Luego de que encontré esa habitación en lo más arriba entre, estaba llena de polvo, pareciera que nadie hubiera entrado por muchos años, fui a buscar una linterna, porque estaba algo oscuro, ya al fin cuando estaba ahí había una caja con unas hojas sueltas, y unos cuantos libros, y te cuento que en esos libros no son unos libros cualquieras son diarios, que llevan muchos años guardados. ¿Y adivina de quien son esos diarios?

—¿Me imagino que son de la abuela? Dijo Marie-

—no, adivina dijo james-

— por favor solo dilo y ya exclamo Marie, quiero saber de quienes son esos diarios y esas hojas.

— Ya te diré perla, eres muy impaciente, tal y como lo recordaba es algo de ti que no cambia, pero bueno te diré, son de nuestra madre, parece que desde muy joven escribía mucho en sus diarios, tiene demasiados dijo James-

—ahora que lo recuerdo creo que la abuela me había dicho de esos diarios hace como un mes atrás si mal recuerdo, lo había mencionado cuando vine un día acá buscando respuestas.

—¿Respuesta a qué? Pregunto james-

—solo de lo mismo que estamos pasando ahora, nuestra vida es como un misterio dijo Marie dando un suspiro- riendo a carcajadas,

—yo creo lo mismo que tu perlita, jaja haces que siempre me den ganas de reír james, gracias por eso, por las risas y por estar.

— Siempre estaré, para eso están los hermanos para apoyarse. ¿Te quiero mucho lo sabes?  Marie solo asintió y lo abrazo fuertemente. Se separaron del abrazo cuando ambos escucharon sus nombres, su madre los estaba llamando porque ya era hora de cenar, ambos guardaron los diarios en una mochila que tenían, sentían que esos diarios y esas hojas les serviría de algo.  Cuando ambos bajaron se encontraron con sus hermanos en la mesa.

—Qué bueno que ya llegaron, queremos decirles algo, así que siéntense por favor.

Después de eso Marie y james se sentaron en unas sillas que les habían estado guardando. Bueno ya que estamos todos, quiero decirle niños, que estaremos hasta mañana en la tarde en la casa de la abuela porque antes de irnos haremos unos cuantos recorridos en la mañana y en la tarde.

—¿Nos iremos cuando el sol se esté ocultando, de acuerdo?

 Todos asintieron y comenzaron a cenar, cuando la abuela rompe el silencio y dice,

—¿estas mejor Marie? 

—Si, estoy mejor gracias abuela.

 —Quisiera que se quedaran un tiempo más pero tu madre me dijo que se tenían que ir porque ya pronto comenzarías con la universidad.

—Si abuela. Pero en algún momento cuando tengamos vacaciones de nuevo volveremos a visitarte muy pronto.

—Espero ese momento con ansias contesto la abuela.