Magic School: Celestial Secret's (stinglu)

Final 2 (Real)

Narradora

 

Lucy abrió sus ojos notando que estaba en una habitación blanca conectada a unas máquinas, su cuerpo le dolía mucho al igual que su cabeza, trato de moverse en su lugar para acomodarse pero justo entraba una enfermera a la habitación para hacer un chequeo a las maquinas pero al ver a la señorita Heartfilia despierta llamo al doctor para luego acercarse a ella revisando sus signos vitales y algunos de sus golpes para luego retirarse al momento que entro el doctor.

–Señorita Heartfilia....me alegro que haya despertado, tuvo preocupadas a muchas personas.... ¿Le duele alguno en específico?– El hombre observo a la chica atentamente.

–P-pues....me duele el cuerpo....y la cabeza....– Hablo algo lento ya que en ese momento se sentía algo mareada y con la garganta seca.

–Tranquila señorita, es normal el dolor de cabeza luego de haber recibido aquel fuerte golpe y estar una semana inconsciente– Anoto algo mientras hablaba.

– ¿Una....semana? Yo....yo creí que....no estuve tanto tiempo....– Observó sus manos confundida para luego ver el anillo que tenía puesto.

–Es normal, estuvo en un coma temporal....por cierto, ese anillo se lo dejo un chico rubio....iré a llamarlo, tal vez ya quiera verla– Dicho eso salió de la habitación dejando a una Lucy encantada por el anillo.

De golpe la puerta fue abierta por donde se veía a un Sting preocupado y a la vez feliz por su novia, al verla sentada en la camilla se acercó casi corriendo hasta estar a su lado.

–Lucy....amor yo....– El pobre dragón no sabía que decir en ese momento, se sentía agobiado por todas sus emociones y pensamientos que no sabía que decir.

–Sting....tranquilo....respira amor....– Tomando una de sus manos le regalo una dulce sonrisa apretando su mano entre las suyas. –Estoy bien....ya estoy despierta....así que...– Fue interrumpida al sentir los brazos de su novio envolverla en un suave abrazo teniendo cuidado de no lastimarla.

–Estoy tan feliz....creí que tu....me habías dejado....creí que te perdería Lucy– Murmuro con su voz algo quebrada por sus ganas de llorar, al fin se sentía aliviado al tener a su dulce y hermosa Lucy despierta y bien a su lado, o en este caso, entre sus brazos.

Ella sonriendo enternecida correspondió al abrazo acariciando suavemente los cabellos rubios de Sting, quería dejar que se desahogará, había estado bastante tiempo preocupado a su parecer y lo mejor que podía hacer ahora era dejar que sacara todas sus emociones. Lo cual no tardo demasiado en suceder ya que en pocos segundos su hombro se sentía húmedo causado por las lágrimas del rubio quien estaba sollozando en su hombro sintiendo la felicidad aliviar su corazón adolorido.

–Tranquilo Sting....estoy aquí contigo amor, no voy a irme a ningún lado....déjalo salir todo– Oculto su cara en el cuello de su novio dejándose envolver por el calor que este emanaba, no le gustaba verlo llorar pero ella había causado eso y debía dejar que se calmara en su momento.

Luego de un rato las lágrimas se detuvieron y por fin el Dragón Slayer se separó un poco de su novia para así verla a los ojos, aun teniendo los suyos rojos al igual que su nariz.

–Lucy....quiero decirte algo....sé que no es un lugar adecuado ni el momento indicado ya que somos jóvenes aun....pero no quiero perderte nunca ni te quiero lejos de mi....por eso....quiero pedirte que seas mi princesa eterna....– Con suavidad tomo la mano izquierda de ella besando el anillo que tenía en su dedo anular causando que ella se sonrojara mientras tenía una gran sonrisa en su rostro.

 

Varios años después

 

En una casa algo apartada de la ciudad, se podía apreciar a una mujer rubia con dos bebes de unos 6 meses en brazos, ambos eran rubios pero la niña tenía los ojos de su padre y el niño los de su madre, los dos pequeños dormían plácidamente en brazos de su progenitora mientras ella esperaba el regreso de su esposo.

–Cariño, ya volví– Un rubio entraba a la casa dejando su bolso a un lado para así dirigirse a la habitación de sus bebés donde vio a su mujer en la mecedora con los gemelos en brazos y una sonrisa en sus labios.

–Sting....amor, que bueno que regresaras, te echamos de menos cariño– Observo a su esposo con una sonrisa llena de amor, le encantaba verlo embobado cuando tenía a los gemelos en sus brazos.

–Lamento haber llegado más tarde que de costumbre amor....había tráfico en la ciudad– Se acercó a Lucy plantándole un dulce beso en sus labios causándole un leve sonrojo –Llevamos bastante tiempo juntos y aun así te sigues sonrojando hermosa....eres adorable– Le regalo una pequeña sonrisa burlona antes de besar su mejilla.

–No te burles, sabes que tu causas esa reacción en mí y te aprovechas– Hizo un pequeño puchero aun sonrojada, aunque jamás admitiría que le gustaba que él hiciera lo mismo una y mil veces.

Al final, siempre se obtiene el final que deseamos si se aplica la voluntad necesaria para conseguirlo. Puede que la vida tenga altos y bajos y más en las relaciones amorosas, pero jamás habrá alguien que no tenga amor en la vida y viva solo, todos estamos conectados a otra persona aunque eso signifique seguir buscando por mucho tiempo a una persona indicada para cada uno. Jamás hay que darse por vencido fácilmente por que las cosas buenas siempre llegan de manera imprevista.



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En el texto hay: celos, academia de magia, amor

Editado: 06.08.2020

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