Hay que arreglárselas.
Estimado Zenón Dimitrakos.
Antes que nada un cordial saludo de parte de nuestra directiva, esta carta que se le ha entregado tiene la intención de informarle que el 20/2/19 se llevara a cabo el Curso Introductorio de la PTPM (Personas para el Trabajo Personal Mágico) el cual usted ha sido oficialmente invitado a participar. Como hijo de magos de alto rango como lo son Jordán y Mercy Dimitrakos estamos muy interesados en el vasto potencial del que se nos ha informado que posee para aportarle a nuestra empresa. Cuando el día llegue deberá dirigirse a Beyonia, donde se encuentra la sede principal, tiene hasta la 6:20 pm para llegar . Sin más que aportar esperamos su participación.
Vanessa Jackson.
Breve, sencilla y directa. Una carta muy clara en el mensaje que quiere dar.
—Bueno, creo que volver a leerla no me ayudará en nada más que perder el tiempo —suspira mientras niega con la cabeza.
Vuelve a guardar ese papel con el mensaje en su bolsillo para inclinar más la espalda en la banca donde se sienta, ya ha pasado un buen rato desde que puso un pie en esta enorme ciudad capital. Lo único que ha visto son personas, edificios, tiendas, calles, plazas, avenidas, más personas, más edificios y así podríamos seguir hasta que llegue al punto de ser ridículo contar. El ambiente de ciudad es interesante para él, ver a tanta gente caminar de aquí para allá, hablando o haciendo tantas cosas diferentes le es muy poco común en su vida, gran parte de esto es por cómo era antes de recibir la invitación.
Su hogar, su solitario hogar se ubica en un amplio bosquejo, alejado de las ciudades y por defecto de las miles de personas que viven en ellas. Debido a que desde hace ya cuatro años ha sido forzado a vivir sin nadie más que sí mismo, tuvo que aprender a cómo mantener un hogar independientemente, contaba con una buena cantidad de dinero gracias a sus padres, consiguió un trabajo en el pueblo más cercano que tenía, y la experiencia suficiente para saber cómo se hacen las labores del hogar fueron las claves para vivir solo durante tantos años, pagando el precio de la soledad obviamente. Alejándonos de detalles, Zenón sabe muy bien qué es trabajar, y para su buena fortuna le ha llegado una oportunidad que ni siquiera esperaba.
—Trabajar en una de las empresas más grandes del mundo no es una oportunidad que se presente todos los días, pensar que están interesados en mí aún me sigue pareciendo irreal.
Razones no le faltan para estar impresionado, la PTPM es una empresa de servicios globales cuya fama es tan inmensa que incluso alguien como él que no está tan relacionado con las noticias o las personas sabe de su existencia y popularidad. Sus servicios en realidad son muy simples pero variados, hacen cualquier tipo de trabajo que se les solicite a cambio de extensas sumas de dinero, no hay nada en específico, se les puede contratar para cosas tan pequeñas como limpiar tu patio como para cosas tan grandes como encargarse de criminales buscados internacionalmente. Si no se equivoca, a este tipo de personas se le llaman mercenarios, aunque no puede asegurarlo, pero si hay algo que sí puede asegurar es el radical cambio que puede tener su estilo de vida si llegase a entrar. La PTPM cuenta con una cantidad envidiable de lujos y permisos alrededor del mundo que le facilita la existencia entera a quien quiera que trabaje ahí, lo que hace que la empresa sea vista de forma deseada o polémica dependiendo de con quién hables. En fin, cosas que pasan supone.
Bien, todo lo que se ha dicho suena fantástico, una oportunidad que ni loco puede dejar pasar. Es más que evidente la emoción que le genera el saber que ellos están interesados en él, por lo que es obvio que tiene que ir a verlos para entrar en ese curso que menciona la carta, solo hay un pequeño detalle en esto.
—¡¿Dónde se encuentra ese lugar?! —Exactamente, el mayor problema de su situación actual es que en términos literales: no sabe nada de a donde tiene que ir o qué es lo que debe hacer ahora que ya está aquí. La nota tiene cero información sobre esto, prácticamente ese pequeño texto es lo todo lo que posee, dejándole a Zenón una nula orientación o consejo sobre a donde ir, se nota que esto se hizo a propósito. Estuvo caminando un buen rato desde que se bajó del autobús, dando vueltas por ahí preguntándole a la gente si sabía del paradero de esa sede que pone, no entiende el porqué pero no le sorprendió para nada ver que nadie tampoco sabía dónde está ese lugar.
Es un poco gracioso, siendo una empresa tan famosa tiene que ser imposible que las personas de la ciudad donde literalmente está ubicada la sede principal y por lo tanto más importante de toda la organización no sepan ni pio de su ubicación. Sin embargo, la PTPM no es una empresa común, una mayoría de sus empleados son capaces de usar ese misterioso poder llamado ''magia´´ por lo que pensándoselo a fondo no es muy difícil adivinar que si las personas no saben nada es porque ellos no quieren que sepan, métodos de privacidad súper excesivos en el caso que tenga razón su conclusión. Tiene la espalda contra la pared ahora.
Magia…demonios, que complicado se va a volver esto si de verdad ese lugar es encubierto con esta. La magia es fantasía pura, se puede hacer de todo con ella.
—Ahora tengo que dejar caer la posibilidad que ese lugar sea invisible, esté en el cielo, bajo tierra o una locura así. Diablos, yo que pensaba que lo difícil sería una vez entrara a ese lugar.
Sus impulsos lo llevan a revisar la hora, 4:04 pm. Se pasó casi tres horas caminando de aquí para allá hablando con los transeúntes, fue tal la cantidad que dejó de contar después de las 22 personas. Nada, nada de nada consiguió sacar de eso, era la primera vez que genuinamente sintió que perdió el tiempo, casi se llegó a sentir que estuvo preguntando por un lugar imaginario que inventó en su cabeza. Empieza a frustrarse, no le quedan más que un par de horas para llegar o tendrá que devolverse a su casa como un fracasado, y eso no es una opción.