Seiji condujo hasta su mansión, encendió su computadora y se metió a los sistemas de cámaras de la ciudad y con ello a los satélites que las controlan, rastreo las camionetas hasta un lugar cerca de Hidalgo y de ahí nada más, como si hubiesen desaparecido.
Seiji: Parece que trabajan muy bien
Seiji programó un algoritmo que le ayudaría a encontrar coincidencias entre todas las personas que cruzaron el país en esas horas y quienes secuestraron a sus chicas, mientras esta buscaba, Seiji entró a su biblioteca, a un lado de un estante había un mazo, lo tomó y comenzó a golpear el suelo, la cerámica comenzó a volar y una gran pequeña habitación se comenzó a mostrar, Seiji entró y al encender las luces muchas armas se mostraron, tomó todas y las subió al auto para después regresar a mirar los resultados
Seiji: Una localizada, iré por ti
Seiji apagó su computador, antes de salir tomó la esfera donde estaba contenida la explosión y la subió con cautela a la cajuela, condujo hasta Tenextepango, pero esta vez no iría de visita, iría a un bar cercano, se detuvo frente a este, tomó su cuchillo de tres navajas con forma espiral y lo guardo en la funda de su pantalón, bajó del auto y entró al bar, sentada en la barra estaba la mujer que el buscaba.
Seiji: Hermanos, hoy gane la lotería, yo invito los tragos
Todos hicieron un grito de alegría y el barman comenzó a servir los tragos, entre la multitud, Seiji se acercó a la mujer de cabello blanco.
Seiji: Hola Isbel (saludo mientras sacaba su chequera)
Isbel volteo la mirada, al ver a Seiji se quedó pasmada.
Seiji: Creo que tienes que venir conmigo (dijo firmando el cheque) tome buen hombre, espero que esto cubra los gastos, ahora, iré con esta linda mujer, usted nunca me vio
Barman: Yo nunca lo vi, ¿Quién es usted? (preguntó mientras sonreía)
Seiji: Me caes bien (dijo regresando la sonrisa)
Seiji tomó por el cuello a Isbel y se la llevó hasta el auto.
Seiji: Antes a este pueblo le llamaban el rastro, ¿Sabes por qué? (dijo mientras arrancaba el auto)
La mujer estaba muy atemorizada como para hablar.
Seiji: A diario había un muerto, ¿Quieres ser la primera en la línea de asesinatos? (dijo mientras frenaba en el medio de unos campos de cultivo) ahora, habla, ¿Cuál es tu nombre?
Anfora: Es Anfora… no tuve nada que ver con el secuestro de tus sirvientas
Seiji: Nunca mencione un secuestro, ni a unas sirvientas
Anfora: Mierda
Seiji sacó su cuchillo y lo clavo en la pierna de Anfora, está grito de dolor más nadie la escuchó.
Anfora: Mierda… hablare… ahh…
Seiji: Así me gusta, que cooperen pacíficamente
Anfora: Fueron llevadas a Hidalgo… están en un radio de diez minutos a la redonda de la capital, siempre… cambian de localización.
Seiji: Me llevaras haya
Anfora: No… ellas me mataran
Seiji: Si no lo hacen ellas lo hare yo
Anfora: No… está bien… te llevare…
Seiji comenzó a conducir hacia Hidalgo.
Anfora: Podrías… al menos… vendarme
Seiji: El que te estés desangrando le da cierta emoción al viaje
Anfora: Mierda…
Seiji manejaba por caminos desolados, en unas horas llego al centro de hidalgo y comenzó a mirar con cautela los edificios.
Anfora: Tan solo… llámales y acepta entrenar a su equipo
Seiji: Sabes, Isbel murió hace un año, lo que más me duele es que tomes su identidad y la manches
Anfora: ¿Cómo… como mierda sabes eso?
Seiji: Por lo que veo tu tampoco lo sabias, Isbel era una gran mujer, ella en su vida toco el alcohol, decía que solo era un método de los débiles para evadir los problemas, ahora, recuperare a las personas que amo, aunque eso cueste muchas vidas.
Anfora: Valla… creo que ellas… te subestimaron
Seiji se detuvo frente a un complejo de apartamentos, este tenía muchos elementos que lo delataban como la casa de algún narcotraficante.
Anfora: ¿Cómo mier… que llegaste aquí?
Seiji: Guardias en las puertas, ventanas cerradas, luces apagadas, son las ocho de la noche, todo ello delata al complejo, ahora, quédate aquí.
Anfora se desmayó por toda la sangre que perdió, Seiji bajó del auto y fue a la cajuela, sacó unos binoculares y los dirigió al edificio, lo primero que vio fue a muchos guardias en cada balcón y esquina, en la cima del complejo había algunas siluetas femeninas apenas visibles, y por las escaleras había muchas siluetas subiendo.
Seiji: Hace muchos años que no me sentía tan emocionado (dijo y sacó su rifle)
Seiji acomodó la mira de largo alcance y con el trípode en el techo del auto, apunto a cada uno de los guardias que había en los balcones, al eliminarlos a todos guardo su rifle y sacó más armas que se equipó en todo el cuerpo.
Seiji: Esto será divertido
Seiji caminó hasta la entrada del complejo, cuando los guardias lo vieron totalmente equipado desenfundaron sus armas y sus sesos se esparcieron por las paredes, entró al complejo y una mujer estaba en el centro de este, era Sefora.
Sefora: ¿Creíste que no notaríamos a los francotiradores muertos?
Seiji: ¿Creíste que vendría aquí con ningún plan?
Sefora comenzó a caminar hacia Seiji, Seiji levantó su rifle y le voló la cabeza a esta.
Seiji: Como puedes ver, no estoy aquí para hablar
Seiji caminó por encima del cadáver de la imitadora de Sefora, vio muchos puntos laser en su cuerpo y notó que estaba rodeado.
Anna: Creo que tendremos que hablar
Seiji: Yo creo que no
Seiji dejó caer una bomba de humo que se comenzó a esparcir rápidamente, los hombres armados no sabían a donde apuntar, Anna dio la orden de disparar y de pronto todos estaban muertos.
Seiji: Déjame adivinar, dispositivo de vida, si mueres esto manda una señal para que maten a mis chicas (dijo mientras inmovilizaba a Anna)
Editado: 08.11.2022