Seiji: Vamos Frida, esas vigas tienen que estar derechas, Dalia, esa mascara no da miedo
Seiji les hablaba a sus alumnas con compresión para que estas no fallaran sus tareas, todas estaba muy concentradas pintando las máscaras, las bolsas de cadáveres, el doble piso, todo en orden hasta que unos hombres trajeados entraron al salón.
Seiji: ¿Otra evaluación?
Uno de estos hombres tomó a una chica por el cuello y le apunto a la cabeza con un arma, Seiji metió la mano a un muro y sacó una escopeta de corredera que apunto directamente al hombre que tenía a la chica, el otro sacó un rifle y lo apuntó a todas las chicas.
Seiji: La que grite, esta reprobada
H1: Siram, necesitas regresar con tu padre
Seiji: Creo que eso no pasara, ahora, retiraos o sus sesos serán parte del adorno del salón
H2: No estamos jugando, si intenta algo esta chica se muere
Seiji: ¿De verdad?
Seiji estaba por disparar cuando un hombre cayó al suelo y luego el otro comenzó a vomitar sangre, cuando este último cayo, Katsu se vio desde el otro lado.
Katsu: Al fin pude protegerlas (dijo y comenzó a golpear a los hombres)
Nadine que fue tomada como rehén corrió hasta los brazos de Yiren, Seiji descargó la escopeta y se la arrojó a Mia.
Seiji. Acá nada paso, pon esa escopeta como adorno, los cartuchos me los llevare, ¿Quién quiere desaparecer cuerpos?
Nadie respondió.
Seiji: Excelente, Akibari, llévatelos
Akibari apareció y se llevó los cuerpos en cada hombro, Nadine lloraba y Yiren la consolaba, las demás estaban confundidas.
Seiji: Vamos, nada ocurrió, este agujero en la pared es adorno, si alguna dice algo todo se negará, ¿Entendieron?
Todas asentaron con la cabeza y siguieron adornando, sintieron curiosidad por la escopeta y se pusieron a analizarla, el día termino y dejaron todo como estaba para irse a casa.
Seiji: Suban, estoy hambriento (dijo Seiji y abrió la puerta de la camioneta)
Todas subieron y se acomodaron en los asientos, Seiji fue el último en subir y rápidamente arrancó para comenzar a manejar a casa.
Siram: Perdone amo
Seiji: No hay nada que perdonar, parece que tu padre no te dejara en paz, dale las gracias a Katsu
Katsu: Nada que agradecer, me siento feliz de al fin poder protegerlas
Linda: Fue impresionante como solo llegaste y los mataste
Kido: Como tú pelea con Dora, una patada triple y la dejaste sin nariz
Katsu: ¿Si estaban ahí?
Kayano: No, la vimos por internet, fue sensación
Dane: Y como eso, fue impresionante lo de hoy
Litzy: Una peleadora primeriza dejando sin nariz a la campeona
Ariela: Fue increíble
Siram: Gracias de verdad (dijo y abrazó a Katsu)
Anfora: Espero para la próxima yo también defenderlas
Dane: Con que sepas cuidar de Estefany es suficiente
Todas estaban alegres, llegaron a la mansión y emocionadas bajaron de la camioneta, rápidamente cambiaron sus uniformes escolares por los de sirvientas y se pusieron a sus quehaceres.
Los días pasaron sin mucho misterio, el cumpleaños de Ariela fue como el de las demás, algo sencillo en casa, un pastel, una buena comida y algunos regalos, por otro lado las alumnas de Seiji estaban más concentradas en terminar la casa del terror que no hicieron más, así como cada grupo estaba concentrado en lo que tendría que hacer, que los clubes se suspendieron, así fue como llego el día del festival, todas arreglaban los últimos detalles y las puertas se abrieron al público, un grupo de seis mujeres y una niña esperaban desde el otro lado, siendo estas las primeras en pasar, Seiji vestía un turbante de diferentes colores y una excesiva cantidad de adornos, además de tener los ojos delineados, los labios un poco pintados, sombras en los parpados, delineado y las uñas un poco pintadas, el grupo de mujeres se acercó a él y no pudieron evitar reírse.
Zinvori: Dios mío, el sargento Seiji vestido como árabe (dijo riendo)
Aradia: Sargento, ¿Podría leer mi mano?
Seiji: Créanme que no es gracioso, bienvenidas a la casa del terror del adivino Seiji, déjenme leer sus futuros y entraran a la casa (dijo con seriedad)
Samara: Primero, ¿Dónde va Hanako?
Seiji: Estupendo, no la puedo ver, que valla al último compartimento, que haga lo mismo que hacía contigo en Japón, ahora, ¿Quién quiere ser la primera?
Mo-li: Yo quiero (dijo una niña pequeña)
Seiji: Excelente pequeña, acércate
Samara: Anda hija
Samara, de cabello corto, un lunar debajo del ojo derecho, vestida con una blusa negra de cuello de tortuga, una falda también negra a las rodillas, botas y en su cuerpo resaltaban cicatrices, Mo-li, su hija, vestida con un vestido rosa bastante adornado, manga larga y cuello alto, esta última se acercó a Seiji y este se agachó para poder verla al rostro.
Seiji: Mo-li, veo que te llevas bien con Hanako
Mo-li: Es mi mejor amiga
Seiji: Eso lo sé, ahora, se una cosa más (dijo y tomó la muñeca de la niña y levantó la manga del vestido) estos moretones te los hacen en la escuela, sé que Hanako no sabe esto y sé que tus madres tampoco, espera un momento
Seiji se puso de pie y caminó hasta el puesto de parquecillos.
Seiji: Carolina, ¿A qué hora llega tu familia?
Carolina: Entrenador, vendrán en un rato más, ¿Quiere un pastelillo?
Seiji: Mejor dale uno a tu hermanita y me vienes a ver
Carolina: ¿Por qué?
Seiji: Porque tengo un buen presentimiento
Seiji regresó a la entrada de la casa del terror y las mujeres hablaban con la pequeña Mo-li.
Seiji: ¿Quién es la siguiente?
Zinvori: Yo quiero (dijo emocionada)
Zinvori, una mujer alta, de cabello largo, vestida con una blusa de cuello halter sin mangas de color verde militar y unos jeans militares acompañados de tenis blancos, en su rostro resaltaba una gran cicatriz desde su frente hasta su mejilla izquierda.
Editado: 08.11.2022