¿Es tu número, que no, Leonel? - Suspirando, Leonel está mirando la pantalla de su celular.
-¿Qué? - Volteando al oírlo, pregunta Refina. En respuesta, él le pone de frente el celular. - Ataque comenzó. - Concluye Refina, echando su puño en movimiento y sonriendo.
-Mejor encuentra manera de que me deja en paz, que aquí estar riéndote de mí.
-¿Y qué quieres que yo haga? ¿Qué yo salga con ella?
-No me importa que solo me importa que no vuelve.
-Nada, dile que terminara como Ángela. - Dándole la espalda agrega. - O que fuiste tú él que lo hizo.
-¡Refina!
-¡¿Qué?! - Viéndolo enfurecido, dice - Quieres quitártela de encima, yo no sé cómo hacer, yo no soy ese tipo de mujer, por lo tanto, no sé que funciona.
-Diciéndole algo así, seguramente no ayuda, por lo menos no a mí.
-Los momentos extremos buscan las decisiones extremas.
-Te duele. - Dice Leonel, viendo que tiene la mano en el abdomen. - Quédate en casa.
-No es nada.
-Te quiere cuidar y si te duele...
-No hay necesidad, no soy de papel.
-Me importas y no te quiero ver sufrir y aguantar. - Le dice, viniendo hasta ella y besándola en la frente a final. - Cuido yo de ti. - Sonriendo, le anuncia.
-Tienes trabajo que hacer.
-Y unos malditos policías para fregármelo.
-Leo. - Lo reprende.
-Nada de Leo, Leonel y no, ahí métete y yo me hago cargo de lo demás. - Enseñando el sofá. - Ahora que me tienes a mí no necesitas todo sola.
Leonel corre a abrir la puerta a la que alguien no dejo de llamar. Al abrir, todas las palabras le murieron en la boca abierta.
-¿Qué ya no trabaja, señor Montejo? - Entrando en el apartamento de Refina sin permiso, pregunta inspector Marceles.
-¿Y qué hace usted aquí?
Ladeando a todos lados; inspeccionando, Marceles dice. -. Me interesó donde se ha metido. Y con quién.
-Hablando que sabe de quién es la casa, creo que respuesta hubiera sido estúpida.
-No tanto. Siempre quedan dos posibilidades. 1 - Poniendo el dedo. -, Que la señorita Cararel le dejo el apartamento. 2 Que están mintiendo y si hay algo entre ustedes.
-¿Por eso ha venido sin avisar?
-Leonel. - De la boca de Refina sale la débil voz al llamarlo. Al llegar en el umbral de la puerta, Leonel corre a su lado al verla apoyada y blanca como papel, apenas logrando sostenerse.
-Ref, ¿por qué te levantas? - Mientras la sostiene para levantarla en brazos. Olvidándose del inspector, que se pasa observando sus comportamientos.
Al dejarla tendida sobre la cama, Leonel la cubre con las mantas y le deja el beso en la frente. - Te voy por agua. Y cuando el inspector se vaya, te preparo el té, ¿Tienes que ir al baño? - Mientras va y regresa con el vaso del agua del baño, le habla y al darle de beber, pregunta y todo esto con el inspector en la puerta que lo siguió hasta la habitación.
-¿Qué tiene?
-Nada que a usted incumbe.
-¿Y a usted si?
-La quiero.
-Si así se comportó y con su novia...
-Lo paró ahí que ese no fue el caso. Ángela nunca estaba tan frágil y las mujeres más importantes para mí son mi madre y Refina.
-¿Está diciendo...?
-¡Sé muy bien que estoy diciendo! Y no.
-La razón por la que vine no fue esa, pero puedo decir que lo que descubrir me interesa mucho más.
-¿Y cuál es la razón por la que si vino?
-Para decirle que los técnicos han terminado con su sistema. Le hemos tomado unos videos con la señorita Galicia en ellas y los técnicos encontraron varias fallas. - Viniendo a estar de lado de él le informa -. Para su información si no es culpable por lo de Galicia, por esto si podría ir a la prisión. - Y con la inclinación de cabeza, se va. Dejando a Leonel apretar los dientes.
Editado: 31.01.2023