Maldición de millionario

Capítulo 23

-¿Te hablo Leonarda? - Preguntó Refina, con la mirada en una carpeta, en la oficina. Al no escucharlo responder, levanta la cabeza para encontrarlo negando con la cabeza. - Lo hago yo. - Con decisión, ofrece Refina. 

 

 

La sonrisa de Leonarda se desvanece al encontrarse de frente con Refina, en su lugar de trabajo. 

-¿Puedo hablar contigo? - Pregunta Refina, visiblemente nerviosa. 

-No tenemos de que. - Alejándose de ella, hostil.

-Déjame explicarte. Solo te quiero decir algo sobre Leonel, es todo. - Pide Refina. 

-Aceptando a escucharla, Leonarda la conduce hasta la mesa. Sentándose, dice -. Escucho. 

-Gracias. Leonel es de verdad muy bueno, nada más no sabe cómo rechazar una mujer, no sabe ser brusco. Ahí siempre vengo yo, él no les puede poner la mano encima, pero yo puedo sacarlas. Ese día fue igual, con la diferencia que yo no estaba. Él murmulló las palabras y únicamente mi nombre quedó audible para Loreta. 

-No sé qué creer. 

-Piensa, ¿Qué harías tú si tienes en frente un hombre que no te gusta, de verdad dirías el nombre del que si te interesa? Es hombre y para protegerse, ha dicho el mío que, no le provoca nada.

-¿Terminaste, Refina? - Una mujer elegante y de pelo negro, se detiene a lado de su mesa, preguntando. 

-Reflexiónalo, okey y llámalo. - Le pide, poniéndole la mano sobre la de ella, antes de levantarse e irse con la mujer a otra mesa.

 

-Hola. - Mirando a la mesa que ocupo Refina con su amiga, Leonarda llamo a Leonel, al que saludo, cuando contesto. 

-Hola. - En ese saludo tan corto, Leonarda pudo reconocer su miedo.

-Refina me visito. 

-Ha dicho que lo haría. - La conversación sigue seca.

-Y sigue aquí con una amiga. 

-Una amiga, ¿Qué amiga? - Sorprendido, pregunta Leonel. 

-Mujer alta, elegante, de pelo negro. Se parecen. 

-Es Zora. 

-Ah.

 

 

-Perdóname. Supuse que te sentirías mejor en la comodidad del hogar, algo privado. Ya no lo voy a hacer. - Pide y promete Leonel a Leonarda, sosteniendo su mano, sentados en restaurante del hotel. 

-Y me sentí, pero creo que tienes razón, es mejor que ya no dependemos de Refina, es relación de dos, no de tres. - A la respuesta de Leonarda, Leonel asiente y traga el dolor que se le hizo en la garganta. 

 

-Recibí mi primer salario y quise cambiarme de ropa, ¿Qué piensas? - dándose la vuelta en la nueva combinación. 

-Te queda de maravilla. - Dice Leonel, contemplándola en un vestido azul con tirantes, un poco arriba de rodillas. 

-Gracias. - Orgullosa, responde Leonarda. - Vi la marca en la prenda de Refina, así que me atreví a buscar la tienda. 

-Entonces no puedes fallar. Y yo tampoco. Todas esas tiendas son muy buenas y me gusta la mitad de lo que venden. 

-¿Cómo? - Quedándose un poco sorprendida y confusa con su declaración. - ¿Lo dices por lo que lleva Refina? 

-Bueno, no. - Admite Leonel, consiente que se está metiendo en el problema. - Refina y yo hacemos las compras juntos, así que... 

-Sabes lo que tienen en la tienda. - Termina ella por él, con la voz baja y mirada en el vaso. 

-Sí. 

-Muy bien. - Buscando que la información no arruina la noche, alegre, dice Leonarda para agregar. -, ahora podemos ir juntos. Y me ayudas a escoger lo demás.

-Sin problema.



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En el texto hay: amor, muerte, amisad

Editado: 31.01.2023

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