-¿Qué es eso? - Preguntó Refina, viéndolo hojeando - Ay, no. - Exclamó, cuando él le enseño el álbum que tienen de ellos. - Dame eso. - Exige, viniendo hacia él.
-Para qué lo tires, ni loco. - Alejándolo de su agarro.
-¿Y qué otro debería hacer con eso?
-Siéntate y mira conmigo.
-Horror. - Dice Refina, sentándose.
-Primera foto que nos tomaron. - Anuncia, apuntando con el dedo Leonel.
-Exactamente, se ve por qué odio las fotografías. - Declara Refina, haciendo reír a Leonel por qué su odio se debe, que en muchas le toman desprevenida y sale demasiado natural.
-Sigues linda como este día. - Le dice para la otra foto dónde están vestidos de gala.
-Los recuerdos no son, me sentí como entre tiburones. - Recordando la primera gala donde la llevó como pareja.
-Los dos, menos me alivio que me dijeras que si, en contrario, no sé qué haría ahí solo con todos esos amigos de mis padres.
-Te hubiera pescado alguna.
-Todas eran horror, razón de más.
-¿Por qué no habíamos quemado esa? - Pregunta Refina, viendo la que les tomo Justa mientras estudiaban.
-Mi madre con la cámara. Primera vez juntos para las fiestas.
-Esta amo. - Dice Refina, apoyando el dedo sobre la foto de la playa.
-Oh, sí. Primera vez juntos al mar. - Leonel se queda mirando a Refina, que también con los ojos clavados en él, suspira.
-¿Por qué dejamos a él aquí? - Con el enojo pregunta Refina.
-Porque nunca dejas mirar las fotos, únicamente agregarlas.
-Bueno, es tiempo de que se vaya. - Informa Refina, agarrando el borde de la foto para sacarla.
-Eso no va a borrar lo que hizo. - Declara Leonel, intentando detenerla con palabras.
-Menos no lo recordaré, sin querer.
-Está bien. ¿Y ella?
-¿Qué con ella? Tú la dejaste.
-A mí tampoco me gusta recordar.
-Está bien. - Está vez es Refina que le da la razón y toma esa foto también. - ¿Por qué hemos puesto nuestras parejas dentro, tan siquiera? - Como respuesta, Leonel se encoge de hombros.
-¿Por qué estás tan nerviosa? - Pregunta una compañera
-Es que mi novio, todo el día lo llamo y lo tiene apagado. - Contesta, desesperada Leonarda.
-Será trabajando.
-Ese y es el problema, que me dijo que tiene que viajar y todavía no se puso en contacto.
-No te preocupes, seguro que se le olvidó ascenderlo, sabes cómo son los hombres. Trabajo y olvido son sus mayores 'virtudes'. - Poniendo los ojos en blanco, dice la compañera.
-Y mujeres.
-¿Tienes miedo que esté con otra?
-Por qué no, lo asechan. Deben ser fáciles que lidiar conmigo
-No digas eso. Si es así es un imbécil, que no vale. - Son las últimas palabras, antes de alejarse por el trabajo que le dijo la compañera.
Editado: 31.01.2023