-Creo que podríamos mandar la primera parte del proyecto, en fin solamente falta realizarlo. - Dice Zora, levantándose de la silla en la oficina de Leonel
-A mí no me mires que ustedes son las encargadas, yo aquí no importó. - Dice Leonel en modo acusador.
-No digas idioteces, eres el jefe. - Lo reprende y corrige Refina.
-Y ustedes las dominantes. Así lo has dicho, ¿no? - Apoyando el pecho a la mesa para esta más cerca de ella, que está sentada enfrente, la recuerda sus palabras.
Rodando los ojos, Refina le dice. - No lo dije para ofenderte, fue solo un decir.
-Bueno, proyecto. - Llamando la atención, los recuerda Zora.
-Sí, está bien, mándanoslo. - Acepta Refina. Mientras se encargan de la última revisión a mandar, comienza a sonar el celular de Refina, por lo que decide salir. - Perdón.
-Quedar solos en la oficina, Leonel se enfoca en el informe. Nervioso con lo que pudiera hacer Zora, en esa manera trata que no se le ocurra nada. Fallando en el intento, de nuevo.
Con las palabras. - Escúchame. - Zora le agarro la mandíbula con los dedos de la mano para que la mirada al voltearle la cabeza.
Apretando las mejillas, en ese modo con los dedos le separó los labios y teniendo su cabeza cerca, estampó los labios a los de él.
Por su boca abierta, Zora tiene la libertad de profundizar el beso, mientras Leonel en el estado de shock, no está relacionado y mantiene los ojos abiertos.
Al pasar el shock de él se adueña libido, haciéndolo reaccionar al beso. - ¡Leonel! - A escuchar el grito mezclado entre reprendiendo y sorpresa de Refina, Leonel voltea la cabeza, mientras Zora se aleja de su lado.
A pesar de que sabía que era innecesario, Leonel puso los ojos en Refina. Cuando vio la sorpresa en su cara con los ojos desorbitados, bajó la cabeza.
Contigo siempre la misma cosa, ¿No? - Reprocha Refina, entrando en la oficina con los ojos en Leonel mientras cierra la puerta.
-Anda, no seas dramática. - Bruscamente, le dice Zora.
-Si, a ti esto no es problema. - Contesta mirándola Refina. - Si todo con el proyecto está terminado para hoy, me llevaré a Leonel, con tu permiso. - Que en realidad no busca, solo intenta permanecer educada, a pesar de que por dentro está rabiosa, toma a Leonel por antebrazo para qué se levanta y la sigue como un colegial.
Sentado en el coche con el chófer como conductor, Refina está callada, mirando por la ventana, la razón por la que Leonel que hace de valentía para hablar.
-Yo no la bese. - Dice con el tono apagado.
-Lo sé. Y sabes que no se trata de eso. - Volteando a mirarlo.
-Se.
-¿Leonel, hasta cuando? ¿Hasta cuándo tendré yo que salvarte el pellejo de estas situaciones? No es la primera vez y veo que no será ni la última. - Volviendo la visa a la ventana
:¿Callaras de nuevo, no?
Suspirando, quita la vista de la ventana y solo dice. - Leonel.
Después del almuerzo, en la casa de los Montejo, con el café en la mesa de sala.
-¿Entonces cambio la opinión sobre Leonarda? - Pregunta Refina.
-Es una buena muchacha. Nos cayó bien. - Contesta Darío, con el cual se encuentra sentada.
Refina permanece callada, asintiendo a las palabras de Darío y continuando escucharlo. - No obstante, no es para Leonel.
-¿Lo dices por su origen? - Pregunta Refina.
-No. Eso también no nos agrada, sin embargo, no somos prejuiciosos, es su carácter. O mejor dicho el de Leonel, lo conoces. Ella conoce los modales y sabe comportarse, es linda, pero no encaja. Tú mejor que nadie sabes cómo son las salidas de Justa y ella no es apta para ellos. Leonel es débil y necesita a su lado a una mujer fuerte y de carácter, sabes cómo dicen de tras de cada hombre hay una mujer.
-Qué es la verdadera líder.
-Exacto. - Confirma Darío. - Me da gusto que me entiendas.
-¿De qué se platica? - Pregunta, entrando, alegre Justa.
-Nada, aquí señor que me está diciendo... - Comienza Refina, siendo interrumpida por Darío.
-Hablamos de Leonel.
Suspirando, pregunta. - ¿Qué ahora pasa con ese muchacho?
-Nada, es que hablamos de la relación que tiene. Solo no sé por qué razón, señor, no quiere que lo sepa. - Dice Refina. - ¿O no están compartiendo la opinión?
-¿Sobre qué exacto, sabes a Leonel? - Pregunta Justa.
-Leonarda.
-Aaa. No sé qué te dijo mi marido, porque la última vez que tocamos el tema estábamos de acuerdo. - Mirándolo con reproche, contesta a Refina.
-¿También crees que no están para estar juntos?
-Has venido aquí enojada, entonces dime tú, ¿Crees de verdad que Leonel puede estar bien con una muchacha humilde, que como Ángela no comprende su trabajo y por encima de todo no tiene el carácter suficiente para luchar en nuestro mundo?
-La han visto una vez. - Sintiendo que es un poco exagerado el rechazo, con risa, dice Refina. - Ni yo la conozco tan bien para poder decir si tiene el carácter para enfrentar todo. Y eso que es como Ángela no estaría de acuerdo, Ángela por nada comprendió que la vida se gana, mientras Leonarda lo hace desde joven.
-No está en su círculo. - Defiende Darío, los argumentos puestos por su esposa y él.
-Yo tampoco.
-Refina, trabajan juntos por supuesto que están en el mismo círculo, puede que no el social... - Dice Justa.
-Si, con trabajar juntos, sabes con qué se enfrenta y puedes ayudarle. Fuiste con Justa a esos eventos y siempre regresas en una pieza. Leonarda parece débil para eso y vulnerable.
-Sí, deberías haber visto cómo se puso cuando Darío enojado comenzó discutir con Leonel en el almuerzo. Esas la comerían y a ti te es difícil mantener la cordura, yo nací con todo eso y sigue siéndome.
-Okey, comprendo sus posturas. La han jugado a la ligera y después de la primera vez, conócela un poco más y entonces tomen la decisión, ¿Vale? - Sintiendo que una muchacha a la que doblan la edad les dio tal lección, ascienden con la cabeza, avergonzados.
Editado: 31.01.2023