-¡Aaaaa! - Grita harto Leonel, mientras todo lo que tiene en frente tira al piso.
-Haciendo eso no conseguirás nada. - Le dice Refina, desde la puerta.
-Ya no puedo. Estoy harto. Estoy agotado, solo quiero perderme y que nadie me encuentre.
-¿Me cuentas?
-Lo sabes ya todo.
-Yo sé muchas cosas en eso, estás en lo cierto más la razón para todo esto, creo que no. - Dice, enseñando con el dedo el desorden que hizo .
-¿Hasta cuándo tendré que soportar esas acosadoras?
-Es que nunca se me ocurrió que les podemos poner la restricción.
-Muy chistoso, como si eso las mantuviera en raya.
-Eso posiblemente no, sin embargo, una nochecita en la cárcel o lo que sea, a esas damas si.
-¿No estarás hablando en serio?
-No lo sé, eso es tu decisión. - Dice, encogiéndose de hombros.
Percatándose con cuánta facilidad lo calma, Leonel se corre a los brazos de Refina.
-Todo llegará en su lugar. - Le dice Refina, acariciando le el pelo.
Leonel está acostado con la cabeza en el regazo de Refina, manteniendo los ojos cerrados y concentrado en la mano de ella en su pelo, hasta que no escucha la pregunta. - ¿Quieres jugar a terapia?
-Así estoy bien, eso solo me frustrará de nuevo.
-Cómo quieres. Sé que te ayudaría poder estar con Leonarda y lo siento que no sea posible.
Escuchar su nombre hace que Leonel abre los ojos. - No quiero recordar nada y menos algo que me hará caer más profundo.
-Me da gusto verte tan enamorado. - Dice, sonriendo Refina.
-A mí no me ayuda a nada.
-Todo a su tiempo. - Dándole un beso en la frente.
-Qué error haces negándote tener una familia.
-Leonel, no empieces. - Lo advierte.
-Fue nada más un comentario en qué buena eres. Tienes un don en calmarme y siempre sabes lo que necesito que tus hijos serían unos niños muy afortunados.
-Y yo considero que son más afortunados, no existiendo.
Sabiendo que no conseguirá hacerla cambiar, Leonel frustrado suspira volviendo cerrar los ojos.
Los celos se adueñan de Leonarda mientras mira en su celular la fotografías de la fiesta que dio el anuncio al matrimonio de Leonel y Sarina, pero en estas fotos no se separa de Refina.
-Claro, ¿cuándo ellos pueden estar separados? - Dice, terminando de ver a todas.
Repasando las una vez más: ellos llegando, entrando en el salón, bebiendo, cuando se acercó Loreta, cuando hablaron con Zora, la maldita de Brigite, mientras conversan con Sarina, cuando abandonan el salón, de regreso en salón, mientras están probando los canapés, hablan, ríen y se van cargando Leonel a Loreta.
-Cómo si no pueden respirar sin el otro. - Dice resentida.
Editado: 31.01.2023