Capítulo 76

Las redes nombran a Leonel Montejo "Maldito millonario".

Una muerte más. La cercana muerte al Leonel Montejo lo lleva llevar el nombre de Maldito millonario.

Sarina Dosetti que anuncio su compromiso a lado del millonario Leonel Montejo fue atropellada en la calle. La policía no tiene ninguna pista sobre el culpable que se dio a la fuga.

-Todos los periódicos y páginas escriben sobre lo mismo hasta ya no te llaman millonario de las listas de negocios o solteros si no prueban descifrar si eres maldito. Podrías escribir el libro Maldición del millonario, ¿cómo suena? - Con diversión pregunta Refina levantando la mano para dar efecto al título.

-No sé dé dónde sacas las ganas de hacer bromas, me están difamando y tú... - Malhumorado, reprocha Leonel en la isla.

-¿Qué dice Leonarda? - Volteando el tema a algo más serio.

-No me contesta.

-Ahora menos están libres para amarse.

-Si, y con mil otros obstáculos. - Tirándole el periódico como el recordatorio.

-Todo se olvidará pronto y serán felices.

-¿Tú que opinas de todo esto? - Mirando los periódicos, pregunta Leonel.

-Es difícil dar una opinión si la policía que está especializada en esas cosas no sabe...

-Todo debe ser una pura coincidencia, ¿No?

-No te rompas la cabeza que contigo, no tiene nada que ver. Mejor anda ver qué pasa con Leonarda.

-Tienes razón, nos vemos. - Dice levantándose, la besa en la mejilla y se va.

-¡¿Estás tú viendo esto?! ¡Con hombre así tú quieres estar, uno al que ronda la muerte! - Grita Romero.

-¿Dónde estás? - Murmura Leonarda, ignorando a su padre y buscando por la casa. - ¿Han visto mi celular? - En un momento pregunta.

-¿Y qué piensas hacer con el? - Pregunta su padre.

-Es mi celular y lo necesito.

-¡Lo que tú necesitas es escucharme! - Leonarda rueda los ojos y continúa buscando.

-No lo buscas que no lo encontrarás. - Le aconseja Esperanza.

-¿Por qué dices eso? - Parando pregunta mirándola.

-Porque ellos te lo quitaron. - Moviendo tranquila, la cuchara entre sus padres.

-Devuélveme mi celular. - Exige Leonarda apretando los dientes.

-No lo vas a tener hasta que no comprendas que ese hombre no es para ti. - La informa la madre.

-Si, hasta que te empeñas estar con ese hombre que nada bueno te traerá...

-Ya me ha traído más cosas buenas que ustedes y no voy a renunciar a él solo porque a ustedes no le gusta.

-Estás poniendo tu vida en peligro, entiende lo ya. - Busca razonar la Itaira.

-No. - Niega Leonarda cruzada de brazos con la voz y la cabeza.

-No te queremos perder. - Con emoción le dice la madre.

-Con su actitud lo hacen.

-Bueno, entonces te prohíbo salir de la casa. - Con extremidad intenta convencerla.

-Tú no me puedes prohibir nada, no dependo de ti.

-Vives en mi casa y soy tu padre.

-Entonces me voy de la casa, me voy a mudar de toda esta basura. - Furiosa Leonarda se va al cuarto golpeando la puerta dispuesta a empacar.

-Ella de verdad empaca. - Dice Esperanza regresando a lado de sus padres después de espiar por la puerta .

-¿Qué quiere usted aquí? - Al abrir la puerta y ver a Leonel pregunta Romero.

-Busco Leonarda.

-Usted no tiene por qué buscar a mi hija. ¿O la quiere ver muerta como a su prometida? Usted es de verdad un hombre sin el corazón, su hijo está muerta y usted aquí buscando a otra.

-Les informamos que nosotros queremos a nuestra viva y a su lado eso parece imposible. - Dice uniéndose Itaira.

-Yo a Leonarda la amo y no hay nadie más...

-No le creemos. - Afectada por la partida, dice Itaira antes de volver a meterse en la casa.

-Y de todos modos aquí no está, gracias a usted nuestra hija nos abandonó. - Leonel no consigue decir nada por qué Romero, después de decir eso, cerro la puerta.

Una vez más Leonel intenta llamarla, siendo su llamada rechazada para después recibir el mensaje.

   No intente más. - Al principio mensaje lo deja confundido, pasando minutos mirando la pantalla le queda claro que no fue mandado por Leonarda.

-Vamos, escucho ideas. - Perdido inspector busca de sus colegas ayuda para encontrar alguna pista o culpable.

-Las cameras de seguridad enseñan claramente que Montejo y Calarel entraron juntos en el edificio y no salieron hasta la mañana siguiente en coches separados. - Dice Mauri mirando a Tulia sabiendo cuanto lo considera culpable.

-El autobús que tuvo que llevar a Leonarda a casa no tiene instaladas las cámaras y no encontramos ninguna a las calles que llevan a su casa. - Informa Casilas.

-¿La encontraron abordarlo?

-En eso tenemos un problema que no lo abordo cerca del trabajo, sino del lugar donde se vio con la víctima. - Lo informa Mauri.

-¿Creen que pudo ser ella?

-Cuando la miras no dirías... Pero mirando las pruebas, el motivo tuvo. - Responde Mauri.

-¿Y como explicas lo de Galicia? - Interviene Casilas.

-Claro, está que es alguien cerca de él. - Concluye Marceles.

-Si no es él. - Vuelve provocar Casilas.

-¿Cree que pudo ser su amiga? También tiene todo lo que es necesario. - Propone Mauri.

-La creo capaz, sin embargo, su francesa me hace muy difícil de creer que lo hizo. Si lo hizo la veo confesándolo sin un poco de vergüenza.

-Cierto. - Los dos se ponen de acuerdo con Marceles.

-¿Entonces quien es? - Pregunta Mauri.

-Eso todavía tenemos que descubrirlo, lo malo es que no podemos ni atar los tres casos al mismo ejecutor.

-¿Quiere que busca si podemos atar las víctimas en el día del fallecimiento con alguien...? - Pregunta Tulia.

-Hazlo. - Dice Marceles antes de alejarse.

-Te ayudo. - Se ofrece Trey mientras Livio abandona la comisaria.