-Hey, despiértate. Hemos llegamos. - Está diciendo Leonel sobre el asiento del avión, sacudiendo el hombro de Refina.
-¿Dónde? - Pregunta, frotándose los ojos, hasta el final la despierta la carcajada de él - No puedo creer que me arrastraste a esto. - Le reprocha Refina.
-Para qué ves como se siente. - De pie contesta mientras ella comenzó a levantarse sujetándose de los respaldos.
Mientras caminas a la salida del avión, Leonel le dice el plan mirándola por el hombro. - Primero vamos a la empresa que tengo agendada la presentación y después a la tarde es la junta.
Cuando bajaron del avión, Leonel comenzó hablar caminando a lado de ella. - Vamos a presentarle lo que hicimos la semana anterior y a la tarde tendremos la junta donde nos dirán lo que decidieron. Ya sabes como habíamos ya hecho.
Entrando en el carro, Leonel sigue pendiente de que todo está bien para la junta mientras Refina se lo pasa en silencio.
-¿Qué pasa? - Pregunta Leonel sentados en el restaurante.
Desde la mañana, cuando se presentó a llevársela con él, le pareció rara, distante y callada. La mujer que siempre estaba ahí para levantarle el ánimo y hablar de negocios se lo pasó en silencio, observándolo, dejándolo hacer la presentación solo y pérdida en sus propios pensamientos.
Con la vista puesta en él, Refina niega con la cabeza y dice. - Nada.
-¿Algo pasó o porque estás ausente?
-No, no pasó nada, todo bien.
-No me engañas, no obstante, bueno, no te lo puedo sacar. -Rendido dice. - He estado pensando a lo que hablamos la última vez, puede ser que tienes la razón.
-Leo, no estoy de humor para adivinanzas.
-Estoy pensando en pedirle a Leonarda que nos comprometemos.
-¿De verdad? - Entusiasmada, pregunta Refina. Esas palabras sí que cambiaron su humor por uno alegre.
-¿Me haces el honor de acompañarme a ver los anillos? - Inseguro, pero ahora feliz por el cambio de Refina, Leonel pregunta con nervios en la voz.
Con el nuevo humor de Refina, Leonel entra en una joyería en búsqueda de anillo.
-Quisiéramos ver su colección de anillos de compromiso. - Pide Leonel, mientras espera que se los saquen, observa a Refina mirar los escaparates de las joyas expuestas.
-Ref. - La llama cuando los sacaron, lo que atrae a Refina a su lado a ayudarlo. - ¿Cuál te gusta?
-¿Qué vemos? Leonarda está fuerte de carácter, decidida.
-Por favor, no escoges algo modesto que me lo terminara aventando en la cabeza.
-Tu también mira, yo te ayudo, no lo escogiere... - Volviendo toda su atención a los anillos en frente.
Leonarda con satisfacción mira los ojos maravillados de su hermana al contemplar el cuarto de hotel que rento.
-¿Te gusta que no?
-Si - Contesta Esperanza con una sonrisa que no le cabe en la cara por emoción -, nunca vi algo como esto de cerca. - Pasando con la mano por la pared. - ¿Y tienes el dinero para pagarla?
-Por supuesto, los idiotas de nuestros padres nunca quisieron ni un centavo que ponga en decorar la casa.
-No los llames así que te extrañan. - Con tristeza le dice mientras se sienta y deja la mochila.
-Ellos se lo buscaron. - Con rabia dice.
-No te hicieron nada.
-No, solo me quieren alejar de Leonel.
-Tienen miedo.
-Mejor dime, ¿cómo va la escuela? - Rodando los ojos Leonarda cambia el tema.
-Como siempre.
-Estudia, para qué puedes encontrarte un bien trabajo, tener cosas como estas y entonces te encontramos un marido rico.
-A mí eso no me interesa y lo sabes, yo valoro el amor y me casaré por el.
-¿Quién dijo que no te enamoraras? Solo dije que debe tener riqueza. Yo amo a Leonel. - Se defiende.
-Si, puede ser nada más que más te gusta todo lo que va con él.
Decidiendo ignorarla, Leonarda pregunta. - ¿Has logrado rescatar mi celular?
-Si, aquí tienes. - Dice mientras lo saca de la mochila.
-Muy bien, no debe comprar el nuevo. - Mirándolo dice.
-¿No crees que pudieras regresar a la casa?, ellos ya aprendieron... - Intimidada pregunta Esperanza.
-No, en realidad no pienso regresar nunca.
-¡Leonarda! - Exclama con tono de reprender.
-No me mires así y menos uses ese tonito conmigo, que sé por qué lo digo.
-Estás más rencorosa que cuando te fuiste, ¿Te pasó algo? - Pregunta con interés y preocupación su hermana.
-Es esa amiga que tiene Leonel. - Haciendo la mueca y de mala gana contesta.
-¿Qué tiene? - Pregunta Esperanza sin entender el problema.
-Que están demasiado apegados, no se separan, me cae mal. - Con desprecio habla.
-Bueno, pero solo son amigos, no tienes la razón para ser así.
-Parecen más novios que nosotros.
-No los conozco por lo que no te puedo decir nada. En mi opinión es posible que es porque son amigos de mucho tiempo y ustedes apenas comienzan, no han llegado todavía a ese grado.
-Si sigue como está ni llegaremos.
-Esa no te sería mala, por fin estaría paz en la casa y puede ser que te calmes por fin.
-¡Eso no sucederá! - Con rabia y apretando la sábana en el puño suelta de grito Leonarda.
-Cálmate. - Con susto le dice Esperanza teniendo los ojos desorbitados.
-No puedo me harta esa tipa, no reacciona ni a mis provocaciones, es tan fría.
-¿Se resolvió el caso de la muerte de esas mujeres de las que hablan en los anuncios?
-No.
-Leí en uno que a también te tiene de sospechoso.
-Si como no, ¿Qué yo haría matando por ahí?
-Debe ser muy serio que eso te pasa. - Refiriéndose a Leonel. - Bueno que tiene el apoyo y álibi.
-Divino, que en dos de ella estaba con Refina.
-¿Y eso te molesta? ¿Qué estaría mejor que es acusado por estar solo?
-Con cualquiera menos con ella.
-¡Ay, bájale!, todavía me dirás qué la eliminarás como comentaste.
Al escuchar su hermana, Leonarda se queda pensativa tanto que no se mueve y al formar el plan en su cabeza comienza a asentir con la cabeza.
Editado: 31.01.2023