Capítulo 80

-Todo está bien, acabo de llegar. - Sonriendo Regina desde el coche manda el mensaje de voz a Leonel, su alegría es trasmitida en el mensaje como acaba de regresar de escalar.

Si sonrisa se desvanece al ver frente el edificio a la policía encabezada por Marceles. Estacionada al otro lado de la calle Refina vuelve a encender el carro y se marcha de ahí. 

-Hola amor. - Saluda feliz Leonarda.

-Hola. - La saluda y soplando se levanta para ir hacia ella y darle el beso.

-Algo no estás de bien humor. - Comenta escuchándolo soplar.

-Ma, no es eso, es que todo hago solo hoy.

-¿Y eso cómo? 

-Refina, sé todo el día libre hoy y fue a escalar.

Escuchar eso no agrada a Leonarda que vino con la intención de verla arrestada.

El celular de Leonel comienza a sonar en su pantalón, por lo que al ver que es ella, le dice - Mm, aquí viene. ¿Bajaste? - Contento la pregunta cuando atiene la llamada.

-Leo. - Pronuncia con preocupación Refina mientras maneja. - Necesito que urgente vengas en el Acanto. - Le dice nerviosa. - Por favor apúrate.

-Refina, Re... - Sobresaltado y preocupado la llama sin ser escuchado, dándose cuenta de que le colgó.

-¿Qué pasa? - Apoyada con las palmas hacia adelante en el sofá donde está sentada pregunta con curiosidad y deseo escondido de que su plan funcionó.

-No lo sé, no me dijo nada, llamo con urgencia, me quiere ver.

Antes de que Leonarda tuvo la oportunidad de hablar, el celular de Leonel volvió a sonar.

-¿Si? - Pregunta curioso al contestar al número desconocido.

-Señor Motejó, soy inspector Livio Marceles... - Antes de que inspector pudo proseguir lo corto, Leonel.

-¿Qué quiere? - Hostilmente pregunta.

-Hemos llegado hasta importantes evidencias sobre la muerte de señorita Galicia. - Como Leonel permaneció en el silencio por la revelación, Marceles continuo. - Las pruebas indican que fue señorita Calarel, ¿Me puede decir dónde está?

-¿Qué está diciendo? ¡Usted es loco! - Exclama sumamente sorprendido Leonel finalizando la llamada.

-¿Que sucede, por qué gritaste? - Pregunta Leonarda a su lado, con procuración.

-Es inspector está inventando estupideces. ¿Puedes creer que acusó a Refina de ser una asesina? Debo ir a su lado - Con procuración se muevo por la oficina hablando y buscando sus cosas. -, nos vemos.

-¡Espera! ¿A dónde vas? - Pregunta Leonarda justo antes de que salió.

-Me llamo para que vaya al acantilado. - Le responde y se fue.

Sin pensar un minuto, Leonarda tomo su celular donde tecleo el número antes de ponerlo en su oído.

-Si, inspector Marceles soy Leonarda Mayis he escuchado lo que ha dicho y considero que debe saber que Refina se comunicó con Leonel para que se vean a las afueras de la ciudad... Si le pasó, no sé exactamente dónde es eso, Leonel solamente me dijo que es un acantilado

Cuando terminó la llamada, Leonarda salió digna de la oficina y se fue al encuentro de los policías argumentando de que tiene miedo por Leonel...

-Señores Galicia, todo indica que hemos dado con el culpable de la muerte de su hija. - Informa Marceles a Phedora y Ugo.

-¿Qué? - Exclama Phedora.

-¿Quién es? - Pregunta Ugo.

-Tenemos fuertes pruebas de que fue Refina Calarel, ¿Supongo que la conoce?

-Jefe estamos listos. - Los interrumpe la llegada de Trey.

-Señores, me tengo que ir, el deber llama... - Se disculpa antes de caminar con Mauri a la salida.

En el acantilado

-Ref. - Leonel sale apresurado del coche al pararlo cerca, el de ella, que camina de un lado al otro con una mezcla de preocupación y miedo.

Escucharlo hace que como él Refina corre hasta que no están lo suficientemente cerca para ahogar los sentimientos en el abrazo.

-¿Qué pasa? Me llamo ese nefasto inspector con una sarta de mentiras. - Inquiere Leonel preocupado por su llamada y enojado por el inspector.

Refina no tiene tiempo de responder por la llegada de la policía encabezada por Marceles y su equipo, lo que hace que con miedo Refina se aleja de Leonel.

Por las sirenas, Leonel también volteo a ver los coches que los rodearon. - Ref. - Al sentirla soltarse de su mano, Leonel le pronuncia el nombre y la voltea a ver asustada como se aleja.

-Leonel. - Corriendo a él llama Leonarda.

-Señorita Calarel tenemos la orden para su arresto. - Comienza decir Livio. - En su apartamento hemos encontrado pruebas que la culpan...

-¿Fuiste tú quien les dijo donde estaba? - Lo pregunto Refina, luchando entre decepción y confusión.

-¿Cómo se te ocurre? - Sin poder creer que se le ocurrió eso con los ojos desorbitados, pregunta.

-¿Y no se acerca tanto al final? - Menciona Marceles. Con la llegada de la policía Refina quedó acorralada entre ellos y precipicio. - Vamos a continuar esta conversación en la estación. - Propone Marceles.

-¡Yo con ustedes no voy a ningún lado! - Exclama Refina con desprecio.

Refina no puede quedarse quieta, lo que la lleva a hacer los pases hacia atrás mientras su mirada no deja de repasar a lo que tiene de frente.

-En mi casa no han podido encontrar nada que les diría que fui yo. - Dice.

-En cambio, si lo hermoso encontrados. Unos guantes de cuero, la navaja y la misma cuerda que dio a utilizar a la señorita Galicia y que perfectamente concuerda con el corte que fue utilizado en el homicidio. - Contradicción la informa.

-Eso no puede ser porque yo a casa no guardo esas cosas. - Responde Refina tranquila como es siempre ella.

-Refina. - Sorprendido con la batalla verbal que mantienen a la distancia, Marceles y Refina, Leonel la llama. Cuando lo mira en sus ojos no ve la duda sino la sorpresa. - ¿Quién pudo entrar?

-Nadie tiene la llave más que tú. - Sin pretender acusarlo le responde.

-No se preocupe que esto vamos a resolver en la estación, por favor alejase de ahí y venga con nosotros. - Dice Marceles que ya comenzó a sacar la pistola, que a pesar de no tener la necesidad de disparar si siente que podría convencerla a alejarse del abismo si comienza a temer por su vida.