<Este no es un capitulo, es un especial con entrevistas a los personajes en donde participo>
Se muestra un escenario decorado con una sala para entrevistas y una gran cortina roja, todo los espectadores perfectamente acomodados al igual que la derogación. Empieza a sonar de fondo la música animada de los shows.
Sale una chica con un vestido negro y unos tacones beige acompañando con una gran sonrisa detrás de la cortina roja.
Camina saludando a todos con sus pasos bien marcados y perfectos.
—¡Buenas a todos! ¡Bienvenidos al especial por los dos años!—dice animadamente—. Ya sé, ni yo puedo creer que hace dos años publiqué la historia, estuve revisando los capítulos y la fecha exacta cuando empecé a escribir el primer capítulo fue el 5 de Septiembre de 2018, ¡tenía tan solo 14 añitos!
Pero bueno, comencemos...
—Algunos no me conocen pero yo soy Lynn Esquer, la hermosa, sexy e inteligente escritora de esta gran historia. —Se alaga ella misma sonriendo—. También me conocen como la patrona y la diosa que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo sabe.
Algunos ríen y otros chiflan mientras los demás aplauden.
—Esta noche les traigo a los protagonistas de esta maravillosa historia para que contesten todas esas preguntas que me esfuerzo para que tengan en sus cabezas —bromea riendo malvadamente—. Pero para que vean que no soy tan mala les traigo todas las respuestas directas y rápidas.
Todos vuelven a aplaudir emocionados ante la expectativa.
—Antes que nada quiero que me den ese tan merecido voto por hacer esto tan largo, son 5,000 palabras, y los capítulos normalmente los hago de 1, 500 para que vean, y aparte me esforcé en subir capitulo hoy, así que creo que tengo bien merecido esa estrellita.
Dijo mirándolos con la ceja levantada.
—Vamos a dejar a los personajes principales para lo último ya que es lo más emocionante pero iremos rápido —aclaró moviendo sus manos—. Por ahora un gran aplauso hacia el único, maravilloso, guapísimo y Playboy ¡Damián!
Una ola de aplausos y gritos empezó.
El chico salió detrás de la cortina con su típica sonrisa ladeada y su traje oficial con la típica música de fondo.
Él camino hacia el centro donde tomo asiento en un cómodo sillón junto con Lynn.
Los aplausos amenguaron lentamente.
—Ahora Damián, antes que nada tengo que confesarte algo —dijo Lynn haciendo una pausa y poniendo una mano en su rodilla con cara seria—: nadie te hizo preguntas.
Su cara cambió de coquetería a sorpresa.
—¿¡Qué!? ¿Cómo es eso posible? —preguntó indignado—. ¿Dónde están las que se hacen llamar mis fans?
Las chicas de las gradas se miraron entre ellas buscando quien levantaba la mano.
Damián soltó un jadeo se indignación.
—¿Entonces qué hago aquí? —preguntó a Lynn confundido.
—Yo te traje porque también tenía que confesarte otra cosa —dijo seria de nuevo.
—¿Qué puede ser peor que esto?
Lynn se mordió el labio nerviosa.
—La verdad es que he escrito tu nombre mal todo este tiempo —confesó con una tímida sonrisa.
—¿¡Cómo que mal!? —preguntó ahora asustado—. ¿Cómo me llamo?
—Tu nombre es Damien —dijo Lynn riendo—. Es que el corrector, mijo, me molestaba mucho.
—¿Entonces mi nombre es Damien Luther Zauberwald? —preguntó frunciendo el ceño mientras se hacía a la idea.
—Sí —dijo Lynn con el gesto torcido incomoda—, y gracias por revelar tu segundo nombre.
—¿Ah, no lo sabían? —Levantó la cejas—. Empiezo a creer que no me das la importancia que merezco.
—Sí, sí, sí, como sea, solo una cosa antes de irte guapo —dijo Lynn—, ¿Puedes decirme Señorita?
Él frunció el ceño confundido.
—¿Cómo? —dijo pensando.
—Nada. —Lynn sacudió la cabeza—. Yo entiendo la referencia, mejor ya vete con tu Havana oh nana.
Damián, digo, Damien se levantó indignado y salió del escenario.
—Cero contribución con eso, pero bueno, ahora si pasemos a lo importante —dijo Lynn volviendo a sonreír—. Con ustedes, la hermosa, maravillosa, e increíblemente fabulosa, ¡Ariana!
La cortina se abrió dejando ver a la rubia con un vestido dorado y su encantadora sonrisa, caminó como una modelo saludando a todos hasta sentarse en el sillón donde estaba Damien.
—Hola, Ariana —dijo Lynn mirándola embelesada.
—Hola, Lynn —dijo ella aún con su sonrisa.
—¿Qué se siente saber que eres mi personaje favorito? —preguntó sonriendo.
—Si yo soy la favorita no me quiero imaginar a los que odies —respondió Ariana medio en broma medio enserio haciendo reír a Lynn.
—Sí, ya sé, soy una desgraciada —aceptó Lynn entre risas.
Ariana rió con ella algo incomoda, no quería ofenderlo o quizá su destino sería peor.
—Antes que nada quiero advertirte que aquí se hablaran temas algo sensibles para ti —empezó Lynn nerviosa ya poniéndose seria.
Ariana asintió y bajo un poco su vista.
—Lo imaginé, esas preguntas nunca faltan —Hacía lo posible para no dejar de sonreír pero ya era algo forzado.
—Pero aparte de eso también quiero saber, ¿Qué se siente saber que eres uno de los personajes en los que nadie confía?
Ella río un poco antes de contestar.
—Pues no entiendo el por qué, he demostrado que nada de lo que pasa es mi culpa, y que estoy dispuesta a ayudar totalmente —dijo decidida para después bajar la voz y tomar la esquina de su vestido—. Yo sé lo que es vivir sintiendo un vacío en tu interior, y no se lo recomiendo a nadie.
Todos la miraron apenada.
—Realmente lamento hacer las siguientes preguntas que te recuerdan lo que no quieres, pero todos aquí desea saber sobre él.
Ella suspiró mostrado una pequeña sonrisa.
—No me molesta hablar sobre él, me gusta mantener viva su memoria, pero sí es difícil.
—¿Qué nos puedes decir al respecto?