Maldición Fraternal

Capítulo 50

Ariana.

Mallory estaba bien. Ya había pasado.

—¿Qué le pasó? —preguntó padre, detrás de todo el barullo de personas que se había agrupado, acomodando su saco con gesto serio.

—No saben aun, están revisándola, pero lo más probable es que sea magia de nuevo —dije cruzándome de brazos y bajando la mirada.

—Este lugar no es seguro y nadie hace nada —renegó enojado.

Quise negarlo, decirle cuanto se equivocaba, pero jamás me atrevería a decir eso ni tampoco estoy segura sea cierto.

—Pobre niña —comentó mamá mientras veía como todos corrían de un lado al otro.

Me quedé unos segundos observando de igual manera, hasta que un mensaje me distrajo.

Era Fynn. Estaba preocupado, él no sabía que estaba pasando, pero sentía el ajetreo general y quería bajar.

Le respondí que no se preocupara, ya iba y la explicaría.

—Me siento muy cansada, ha sido un largo día y mis pies duelen, creo que iré a descansar. ¿Ya conocen su habitación, no? —pregunté, haciendo una excusa para escapar.

—Oh, Ariana, quédate con nosotros a hablar un poco —pidió madre, esperanzada.

—Lo siento, estoy muy agotada, de verdad —seguí.

—¿Muy cansada? —preguntó frunciendo el ceño.

—Sí, de verdad que sí, exhausta —dramaticé.

—Dolores de estomago y cansancio extremo, ¿no tendrás nauseas de casualidad? —preguntó con una gran sonrisa y ahí supe lo que estaba pensando, pero cuando comencé a negar ella ya estaba hablando—. ¿Pudiera ser que ya estuvieras esperando al futuro heredero? ¡Por fin está pasando!

—No, yo no… —me apresuré pero fui interrumpida.

—Ya era hora, ya ha pasado tiempo desde la boda y cuando antes des a luz a un varón mejor —dijo mi padre, sin una sonrisa, pero con expresión contenta.

—Yo de verdad no creo que sea eso, es muy pronto además. —Quise quitarles la idea.

—Tonterías, es perfecto —dijo mamá muy feliz mientras tocaba mi estomago plano, haciéndome sentir incomoda—. Tienes que estar muy atenta a cualquier síntoma y no debes esforzarte. Debería quedarme para cuidarla mejor, ¿no crees? —preguntó a mi padre.

—¡No! —grité sin darme cuenta, haciendo a mis padres mirarme con reproche, rápidamente me corregí y bajé la cabeza—. No es necesario, ni siquiera sabemos si es por eso, capaz solo tengo una infección.

No podía decirles que no era posible porque ni siquiera había mantenido relaciones… hasta hoy.

—Mañana temprano iremos a revisión para salir de dudas y si sale positivo me quedaré a cuidarte.

—Sí, está bien, por ahora me iré a descansar. Buenas noches —me despedí y me fui de ahí rápidamente.

No tenia de que preocuparme, mañana saldría negativo y con un poco de ayuda se irían lo mas rápido posible.

Llegué a la habitación lo más rápido que pude y me escabullí sin que nadie me viera, tenía la maldad en mi mente aunque sabía que nadie podía averiguar la verdad.

—¿Qué pasó? —preguntó Fynn algo alterado, con solo un chándal, una camisa interior y el pelo despeinado, dándole una motivación a mis hormonas aun alteradas por el celo.

—He escuchado mucho esa pregunta hoy —dije simplemente suspirando, pero él no me miro contento por la vaga respuesta—. Mallory fue “atacada” con magia, se desmayó, pero ya está estable.

—¿¡Atacada!? —Se alteró.

—Le apareció un símbolo en el brazo.

—¿Cómo los primeros? —preguntó desconcertado.

—No, los primeros eran como cicatrices, este es como un tatuaje.

—Debí estar ahí con ella, para ayudarla. —Tomó su pelo, angustiado, mientras se sentaba en la cama mirando a la nada.

—Ella ya está bien y está siendo atendida, además tú no puedes salir de aquí por tu condición.

—Ya estoy bien, no siento nada —afirmó.

Fruncí el ceño ante su actitud. Sin esperarlo me senté sobre él en la cama, con mis piernas a cada lado de su cintura, sorprendiéndolo y animándolo al mismo tiempo. Sentí perfectamente su reacción.

—Ya no sientes nada, ¿eh? —dije burlona.

—Eso es injusto. Hazlo cualquier otro día y mi reacción será la misma —argumentó con un toque de diversión.

—El celo aun no ha acabado —Me tomé mi tiempo para pasar mis brazos por sus hombros y acercar lentamente mis labios a la sensible piel de la marca—. ¿Y qué clase de compañera seria si te dejara así?

Estuvo muy de acuerdo con mis palabras.

Damien

Escuché el barullo del otro lado del palacio, lo que me hizo estar alerta e inseguro.

Tenía que mantener mi puesto fuera de la puerta de Kerstin, como todo un guardián, y si alguien había atacado el palacio me quedaría aquí evitando que cualquiera atravesara el umbral. Teniendo en cuenta que la alarma de la manada no había sonado me quedaba más tranquilo, pero necesitaba mantenerme informado.

La mamá de Kerstin apareció en mi campo de visión por el pasillo llevando con ella un carrito de comida. Aproveché la oportunidad.

—Disculpe, señora Lehmann, ¿Qué está pasando? —pregunté con cuidado.

—Al parecer la princesa Mallory tuvo un ataque repentino —respondió algo alterada.

Sus palabras me dejaron en shock y mi primer instinto fue caminar hacia la otra ala del palacio para reunirme con ella, pero recordé que estaba cuidando a Kerstin.

—¿Están atacando?

—No, solo escuché que había tenido un ataque de pánico y se había quemado con un té hirviendo o algo así.

¿Ataque de pánico? Mallory no tenia ataques de pánico. Mi mente hizo click después de un par de segundos, estaban encubriendo algo.

—¿Puede cuidar a Kerstin por mí un momento, por favor? —le pedí apresuradamente. Ella me miró con ternura.

—Muchacho, soy su mamá, la cuidaré con mi vida siempre.

Cierto. A veces creía que yo era el único que podría protegerla.

—Gracias, vuelvo enseguida.

Después de decir eso no esperé una respuesta y corrí por el pasillo. No fue difícil localizar el lugar donde se encontraba con tanta gente y nuestra conexión.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.