Mamihlapinata: Mirada sin palabras

Capítulo 10

Ya llegué, puedes bajar cuando estés lista. Sabes que soy paciente ;)

Luego de sonreír como tonta, Isabella se apresuró para terminar de alistarse y antes de salir se acercó al cuarto de sus papás para despedirse. Ellos ya estaban en piyama y viendo juntos una película; aunque no eran tan cariñosos entre sí, deseaba tener un amor como el de ellos, tan incondicional y de compañía. Su papá le dijo que estaba muy guapa y que la pasara bien con Micaela, cuento que probablemente sí se creyó, a diferencia de su mamá; Manuela solo le sonrió apenas y le dijo que se cuidara y que no regresara tan tarde. En ese momento Isabella se sintió muy agradecida con su mamá y se prometió que si las cosas salían bien con Joaquín, dejaría atrás su pasado y empezaría a confiar en su mamá para hablarle de él. Ya no soy una niña y es parte de la vida, pensó.

—Hola, qué guapa estás —fue el saludo de Joaquín cuando ella abrió la puerta de su auto y entró al mismo.

Le respondió con una sonrisa y un beso porque había extrañado mucho esos labios. Fue solo un pico porque no quería que sus recientes labios pintados terminaran manchando los de él. Reservaría sus ganas para más tarde.

—Gracias. Tú también —dijo en serio. Sus jeans y camisa rosa hacían juego con ella y lo hacía ver encantador.

—¿Te parece si vamos al cine primero y luego a cenar? ¿O prefieres al revés? —le preguntó Joaquín cuando ya habían comenzado a poner rumbo al viaje.

Sonaba Bang, Bang de Ariana Grande en la radio así que antes de contestar Isabella no pudo evitar cantar un poco de la letra.

—Perdón, es que me gusta la canción —dijo, riendo—. Primero al cine y luego a cenar. Pero la siguiente tú vas a elegir qué hacer.

—Mmm… ¿yo? Quién las entiende a las mujeres. Cuando el hombre decide dicen que nunca piensan en ellas, y cuando sucede al revés, que por qué siempre ellas.

Isabella rió y se dio cuenta que era cierto; lo siento querido, las mujeres somos complicadas.

—¿Te estás quejando? —bromeó.

—No, no, no, solo hacía un punto —dijo y rió también—. Está bien, la siguiente elijo yo —agregó y le tomó la mano que yacía en su muslo, mientras que la otra la mantuvo en el volante.

En el camino hablaron de su infancia y recuerdos de la niñez, así como sus experiencias en la escuela, maestros y travesuras que habían hecho. Joaquín había sido un niño bueno pero que le encantaban las travesuras y siempre incentivaba al resto a hacerlas; todas habían sido inocentes pero igualmente terminaba con algún regaño. No se arrepentía de ello y sus papás le habían confesado que ahora que ya estaba adulto veían ello como algo positivo porque pudo desarrollar su creatividad y ser feliz, ser un niño en su máxima expresión. Isabella siempre fue más reservada, tímida y la estudiosa del salón por lo que recibió un poco de bullying hasta la secundaria. Había días en que se arrepentía de haber sido tan callada e inocente, pero al mismo tiempo agradecía haber sido así y no haber caído en ciertos vicios en los que caen los adolescentes. Su único error o vicio había sido Diego pero al menos no había traído consecuencias drásticas como otras cosas.

Luego de estacionarse, se dirigieron al cine a comprar las entradas. Normalmente Joaquín las compraba a través del celular pero como apenas habían decidido que verían Deadpool 2, no les había dado tiempo de hacerlo; con suerte consiguieron buenos lugares y llegaron a tiempo, así que sin prisa y con las manos entrelazadas, compraron unas palomitas pequeñas y una bebida. Disfrutaron de la película y Joaquín estuvo muy entusiasmado que Isabella también gustara de aquel tipo de películas que a muchas chicas no les gusta; al menos no con las que había salido. Hubo besos robados durante las escenas pero no muchos porque ambos realmente estaban disfrutando de las escenas y nada mejor que hacerlo al lado de una buena compañía.

Decidieron cenar comida chatarra porque a ambos se les antojó así que terminaron en el food court del centro comercial disfrutando de unas ricas hamburguesas del Burger King. Fue otra primera vez para Joaquín ya que sus citas siempre habían sido en lugares ostentosos, por eso se había sorprendido cuando, luego de preguntarle tímidamente a Isabella si se le antojaba una hamburguesa del Mc’Donalds, ella le respondiera que mejor era la del Burger. Isabella era una persona muy sencilla y eso era algo que él valoraba mucho.

—Pilar solía dormirse cuando íbamos a ver películas de este tipo —comentó entonces Joaquín, cuando ya se habían sentado con sus respectivas hamburguesas en una de las tantas mesas del food court.



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En el texto hay: sexo, romance y drama, amor

Editado: 01.10.2018

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