Manipulada Por Mi Jefe

CAPITULO 53 CONSUELO

CAPITULO 53 CONSUELO

Miguel 

Londres

12 de noviembre 2018

21:21 P. M.

 

Cuando te lastimaron no pensaron en las consecuencias.

No estan ahora, pero aferrate a mi.

Yo cuidare cada cicatriz que te dejaron, no me alejes de ti.

 

No saber nada de ella, nos ha mantenido a todos en alerta desde que ella no contesta las llamadas de nadie. Tras una búsqueda de quienes fueron quienes se la llevaron, no fue difícil averiguar quiénes la tenían, estando aquí nadie nos dio información del hombre que la ayudo, ya que es lo que se ve en las cámaras de seguridad cuando salen de la villa.

— Tal vez ella quiere estar lejos por unos días, señores — miro con recelo a aquel hombre que se niega darnos el paradero de su hijo y Ámbar con los niños.

— No lo preguntare más — todos quedan sorprendidos ante la voz de amenaza de Octavio que le lanza al señor Argothe. Lo vigilo para que no se le lance, al igual que Paúl quien le pone la mano en el hombro para tratar de calmarlo.

Rosie mira con ojos llorosos a su hijo y se apoya en Alexander sollozando.

Aun no pueden creerlo, su hijo mayor golpeo a su nuera, sin importarle su hija presente o su propia hermana.

Me aterra la simple idea de Ámbar llorando una vez más, no la he visto en los últimos cinco años, pero sé muy bien, a ciencia propia lo que causa un golpe en Ámbar en su cabeza.

Tal vez enojo, tal voz llanto o tal vez junto, acorralándola a la oscuridad donde siempre, fue difícil sacarla.

Me preocupa que no esté bien, qué sus ataques hayan empeorado luego de la muerte de Sebastián, siento culpa al pensar en mi amigo.

El estomago se me revuelve con solo pensarlo.

No pude estar para ella.

Es lo que me carcome más, estoy aquí para ella, la he visto sonreír mucho más sincera de lo que alguna vez pensé verla.

Ella era feliz.

El solo verla feliz con él me lleno de una gratitud que no imagine tan cercana. Pero la imagen de Octavio tratando de encontrar una forma de verla, tambien me destroza, él es mi amigo tambien, trate de decirle que ella estaría bien, pero él esta desconsolado por saber y verla bien.

Dice que le dijo algo inconscientemente y que por su culpa de fue.

Pero no lo es, la impulsó.

Lo que paso me confirma que ella, al huir ha dejado en claro lo incomoda que se siente en estos momentos.

El señor Argothe discute y escucho cuando le dice que llamará para que la escuchen, pero que no dará la información de donde se encuentra su hijo, por su seguridad de todos, de ella y que ella acepto contestar.

Solo quiero que este bien.

Me mantengo alejado cuando la escucho por el altavoz del celular que el señor Argothe sostiene, ella solo saluda, pero escucho como tiembla, le cuesta hablar.

Solo por el retumbar de la gran ofcina se la llega a escuchar lo asustada que esta.

— Hanna y Anahí… — Digo en un susurro el nombre de las pequeñas niñas que han sufrido desde tan pequeñas al igual que Ámbar y Alexis.

¿Quien de ellos nunca lo hizo? Aun cuando su madre murio, todos fueron separados y Ámbar no entro a una casa hogar, no se si fue una bendición, ya que ellos no les asento bien, visitarlos, verlos triste al no comprender porqué no se quedaban en casa con ella.

Si mamá ya estaba muerta, repetían a las cuidadoras cuando acaba la hora de visita.

Su madre no tuvo funeral, el gobierno mismo se encargó en ponerla en un cementerio municipal lejos de la ciudad, algo que Ámbar dio por olvidado cuando le entregaron el acta de fallecimiento, lo guardo junto a la de su padre, no quiso saber de ella nunca más.

Ni mencionoa su padre, se concentro en los pequeños.

Ella no lloró por su muerte.

— Por favor...— Dejo mis pensamientos y vuelvo a ver la realidad.

Octavio escucha de rodillas todas las palabras que salen entre sollozos de mi pequeña hermana quien se desquita de un momento a otro en medio de gritos que solo lo hacen parecer más arrepentido y me causa demasiada culpa, quisiera salir, pero no puedo temer a ello nuevamente.

Odio que ella este así, peor me odio mucho más cuando trata de calmarse a sí misma, pero se calla por segundos.

Eso

El dolor de saber que las pequeñas aun llaman a Sebastián es tanta que quiero salir de la gran oficina e ir por ellas, apretarlas en un abrazo y decirles que todo está bien y que él las quiere demasiado, pero ellas no entenderian. No se como Alexis lo maneja, pero al parecer todos terminan igual.

No supe como manejaron la ausencia de ambos, y sobre todo de él.

Todos escuchan atentos los murmullos de Ámbar, mientras los recuerdos de hace años me golpean y me hacen doler la cabeza a tal punto que quiero gritar de la impotencia que me causa escucharla así.

Aparto mi mirada de Octavio y veo a los padres de Octavio que estan impactados mientras que Rosie tiembla y casi cae sino fuera porque Aexander la toma en brazos y la aferra a si mismo escuchando de igual manera la palabras cargadas de rencor de Ámbar.

Es de no creer, es lo que tal vez ellos pensaban.

Es imposible ella no parece ser alguien con esa historia, tal vez pensaron por segundos que lo que dice es un chiste de mal gusto.

No lo es.

Ámbar no mostro signos de algun pasado triste, ella sonreía y era amable mientras hacía los trabajos de secretaria con amabilidad y profesionalismo, tal vez angustiada o cuando secuestraron a Octavio, pero no vi mas tristeza en ella, hasta hace unos dias nadie sabia su historia, hasta cuando conto para impulsar la Fundación Perlas Azules en su discurso de presentación.  Esto debe de ser desconcertante para ellos, hasta Paul esta sin palabras y mira hacia la direccion de Octavio, su mandibula estaba tenso por cada palabra que salia de Ámbar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.