Manipulada Por Mi Jefe

CAPITULO 58 COLIBRÍ

CAPITULO 58 COLIBRÍ 

Ámbar

14 de noviembre 2018

12:40 P. M.

 

 

Prometí que mi alma estaría fuera de esto

Que no caería

Que haría como siempre, ignorar los gritos internos, dejarlos fuera de todo lo mío

No espere tanto de esto

No espere amarlo tanto

¿Me amara si se entera?

 

Mi padre, una vez me dijo que los amigos llegan a ser tan importantes como la familia, son tu apoyo cuando más los puedes necesitar y cuando estas al borde de todo, lo confirme con 15 años, lo viví en carne y hueso y duele como el primer día, arde, quema aun cuando los días con Octavio fueron los más tranquilos, pero todo estaba ahí, esperando que me desmorone y vuelven.

Lo malo, lo malo de ello, es que la culpa llega a ser mas fuerte que el sentimiento de perdida, Sebastián era alguien quien irradiaba felicidad pura, tenía padres que lo amaba, familia que lo querían y un hermano que cuidaba.

Tal vez, es por eso por lo que siempre me ha dolido su muerte, la mirada de todos, sus palabras en el día de su entierro aun me golpean, como si dijeran: Eres la maldita culpable, no mereces dejarlo ir, vive con ello, eres la asesina.

Su muerte es lo que me trastorna y me niego a olvidar, aun cuando me lastima, es mi pago a largo plazo

Mantengo mi agarre en él, puede que no sea sincera al cine por ciento, pero lo deseo tanto que duele, la palabra cobarde debería ser mi nombre.

— Podemos seguir la próxima... vez — arrastra las palabras con un toque de consuelo aparentemente queriendo transmitirlo, pero no llega a ello. Antes de que diga algún justificativo de callarme, de temer tres golpes en la puerta llaman nuestra atención, levanto la cabeza hacia aquella y Octavio la gira, pero vuelve para verme. — Podemos irnos… no te obligaría a que salgas a hablar cariño — entonces pienso de nuevo en los recuerdos.

No quiero huir, en serio que no quiero hacerlo, pero se me hace difícil afrontarlo.

Hui siempre, deje todo para poder seguir, pero nunca olvido ello

Poco a poco, no tienes que correr si puedes caminar Am

— Puedo hacerlo… Lo hare — sus ojos me examinan, y me niego a apartar la mirada de él, tras unos segundos de analizarme, asiente y habla

— Pase — tras su orden, Paola entra con una pila de hojas en mano y con un gran moño de su pelo rizado color rojizo casi negro, refunfuña cuando su equipo tarda en entrar tras de ella tras suyo y casi se le cae un cargador.

Cinco chicas y dos chicos con maletines negros ponen sus cosas en los sofás restantes. El gran salón esta despejado y se que esto es obra de Octavio, hay espacio enorme, pero nos mantenemos no muy lejos de la puerta. Les sonrío amablemente moviendo la cabeza en un asentimiento a los chicos que entran y me devuelven con el mismo gesto.

— Señores lamento mucho la demora... Pero aquí estamos preparados para cualquier cosa — me levanto rápidamente cuando dos chicas de maquillaje se ponen a acomodar sus materiales en una pequeña mesita y Paola se le acerca a Octavio tendiéndole un par de hojas y luego viene a mi pasándome la misma, las copias han sido vistas y chequeada con los tachados de Paola.

En la primera hay una justificación el porqué de nuestro proyecto fue mencionado en Londres y no aquí, temas de la empresa explicado en varios renglones por qué la gran empresa hizo ello con fines de donaciones importantes.

Las palabras de Paola van a muy acorde al gusto de la gente y preguntas previas con respuestas si las hay en estas conferencias, cuando levanto la mirada las chicas arman un par de sillas y me señalan esta me acerco a sentarme, rápidamente miran sus paletas de colores y ven mi atuendo, sonríen cómplices cuando buscan los coleres adecuados que dan su toque junto al saco que llevo puesto, más bien que decidí venirme con colores oscuros al igual que los botines negros y la manga larga con cuello largo azul, sin querer ambos estamos vestidos de los mismos tonos.

Hojeo las hojas traseras, es un comunicado que se lanzaría tras solo decir breves cosas sobre el Proyecto Perlas Azules y nos retirarnos, tras irnos la empresa soltara ese circular a todos los medios de la prensa.

Pero es mucho más corto que de los esperado, bueno es algo que las relaciones publicas toma en cuenta todos los aspectos que sean necesarios.

la mirada de Octavio se endurece, lo noto mientras no deja de leer una y otra vez, hasta que se dan cuenta que le veo, es entonces cuando hace contacto visual conmigo y asentimos con la cabeza al mismo tiempo mientras Paola murmura:

— Tengo casi todo listo afuera, lado derecho y los de seguridad han despejado la zona, tenemos suerte que no hay sol así que no habrá inconvenientes con las fotos — asiento cuando me mira y luego a Octavio, este no responde nada a lo que acaba de decir.

Rápido por favor, que todo sea rápido.

— Responderemos algunas preguntas, gracias, Paola, puedes ir a... Se fue — Antes de que termine de hablar Paola grita a uno de los muchachos que lo siga y salen de la sala apresurados.

El alboroto en toda la sala no se hace esperar cuando comienzan a ponernos al tanto de lo que debemos decir, Octavio corrige algunas cosas mientras trato de incluir una que otra frase al reporte en general que se entregara, hablamos de situaciones hipotéticas que pueden salir en medio de ellos y como debemos reaccionar si pasaran.

— ¡Dos minutos! — Paola se asoma en la puerta gritando rápidamente y luego desaparece de ella. Octavio me hace las posibles preguntas que soltarían el grupo de periodistas y practico mis respuestas al igual las leves sonrisas que daré a la cámara.




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