Esa noche pasó lo mismo que la noche anterior, no pude dormir muy bien, así que me levanté de la cama y decidí leer un libro en lo que el sueño llegaba a mi, luego de una hora y unos cuantos minutos sentí que lo ojos ya se cerraban así que decidí irme a dormir.
Como ha estado pasando, cuando llegué a la oficina estaba vacía, entré y me senté en mi lugar de trabajo, ordené algunas cosas y después me esperé hasta que Eider llegara, pero pasó media hora y el aun no había llegado lo cual me pareció muy extraño porque aunque el llegue tarde a la empresa nunca lo hace por tanto tiempo, siempre se atrasa por algunos cinco o diez minutos pero no por treinta, así que para no estar haciendo nada me puse a ordenar su escritorio que estaba un poquito desordenado.
Cuando terminé de hacerlo me volví a sentar en mi lado y de repente el teléfono comenzó a sonar, dudé un poco en coger la llamada pero terminé haciéndolo.
-¿si?-
-¿Jessie?-
-Si, ¿quien habla? -
-Soy Tamara, es que mira Eider me acaba de llamar y me dijo que te avise que no podrá llegar hasta después del almuerzo-
-¿Sabes si le pasó algo?-
-No, la verdad es que no me dijo nada más-
-Está bien, ¡gracias por avisarme!-
-¡De nada! Te veo a la hora del almuerzo-
Después de eso colgó, esto de estar sola aquí ya se está haciendo costumbre, pero la soledad es a lo que menos le temo.
Para matar el tiempo hasta la hora de almuerzo, me puse a trabajar en un documento que estaba en la computadora y mientras lo hacía mi cabeza voló a cuando mi familia aun vivía, cuando a mamá le daba por no cocinar y teníamos que ordenar algo porque o si no nadie comía. Todas esas noches que Mell me hacía quedarme a dormir en su habitación porque le daba miedo la oscuridad, o una noche que me torcí el tobillo por un susto que papá se le ocurrió darme y se tuvo que convertir en "mi esclavo" por así decirlo, me llevaba a todos lados y hacía todo lo que yo le decía, hubieron unas cuantas veces que me aproveché de el, pero es que se lo merecía.
Sin darme cuenta una sonrisa se instaló en mi cara y eso me hizo sentirme más nostálgica aun, pero no, ese no era el momento para ponerme a llorar, como me conozco se que si lo hacia se darían cuenta de que lo estuve haciendo y vendrán las preguntas y yo no estoy por dar respuestas así que seguí con lo que estaba haciendo hasta la hora de almuerzo.
Cuando bajé al primer piso, Tamara ya me esperaba delante del front desk lista para que nos fuéramos a comer.
-Hola- me dió un beso en la mejilla.
-Hola- le respondí pero no le devolví el gesto.
-Vamos ya, que estoy que me como la comida de un ejército completo yo sólita- cuando no, pensé en mi cabeza.
-Esta bien, vamos- dije y nos dirigimos hasta el comedor del lugar.
-¿No se te hace extraño que Eider no haya llegado a trabajar en la mañana?- me preguntó ella luego de que ordenamos lo que íbamos a comer.
-Pues la verdad un poco, pero tampoco le doy tanta mente a eso, no es algo en lo que yo tenga que estar pendiente- dije encogiéndome de hombros.
-Tienes razón, seguro es algo relacionado con su hijo y... - no pudo terminar lo que estaba diciendo ya que trajeron la comida.
Y como ella cuando esta comiendo se olvida de todo, ya no dijo nada más, yo tampoco dije nada más.
-¿Vives sola?- casi me atraganto cuando me preguntó eso, me quedé mirandola fijamente, pero después me di cuenta de que ella lo preguntó como algo que le preguntarían a cualquier persona, lo malo es que yo no soy una de esas personas.
-Si- me removí incomoda en la silla y ella noto mi incomodidad ya que solo asintió y no dijo nada más, el ambiente se volvió un poco incomodo o no se si era solo yo quien lo sentía así.
- ¿y tu?- le pregunté para liberar la tensión.
-Si, me mudé sola seis meses después que comenzé a trabajar aquí, ya no quería seguir viviendo con mis padres y pues ahora mi hermana menor quiere venir a vivir conmigo pero yo lo estoy dudando.
-¿Por que?-
-Es que aun no ha terminado la secundaria y si acepto voy a tener que hacerme cargo de todos los tramites para ponerla en otra escuela aquí en New York y la verdad es que no estoy por coger esa lucha- asentí, por un momento me quedé pensando en que las cosas que ella no quiere hacer, yo daría todo lo que fuera para tener el privilegio de volver hacerlo como por ejemplo vivir con mís padres y mi enana.
Después de eso se hizo un silencio, no incomodo solo que cada una se encerró en sus pensamientos y al final pagamos la cuenta, nós despedimos y cada una se fue a su lugar de trabajo.
Como Eider aun no había llegado o eso era lo que yo creía, entré a la oficina y creo que fue una mala idea.
-Lo... lo siento, no debí entrar sin antes haber tocado- dije tartamudeando un poco, cuando entré el estaba con las manos tapandose los ojos y los brazos sobre la mesa de su escritorio. Me miró y soltó una bocanada de aire.
-No, no te preocupes yo te dije que no es necesario que toques cada vez que vas a entrar aquí- asentí.
-Esta bien- dije yendo a sentarme en mi lugar y no pude cerrar la boca antes de que las palabras salieran solas- ¿se encuentra bien?-
-¿Eh?... ah si, estoy bien- se quedó pensando un momento- bueno no- lo miré frunciendo el ceño- es que Asher está un poco enfermo- ahora si no entendí nada.
-¿Quien es Asher?- me miró extraño.
-Ah que estúpido soy, Asher es mi hijo, no te dije su nombre la vez que hablamos de el- asentí- pues como te decía, está enfermo y no pude quedarme con el, por las responsabilidades de aquí-
-Me disculpa por lo que le voy a decir pero creo que su hijo es más importante que estar aquí- se quedo mirándome fijamente por un momento pero después desvío la mirada- se que no tengo derecho a meterme en nada, pero si el lo necesita la única responsabilidad que usted tiene en este momento es con el- después de eso me voltee para mi lugar.
-Tienes toda la razón- me asombré un poco, pensé que se enojaría- te puedes ir a tu casa muchas gracias por todo- me dijo levantándose de la silla, cogiendo su saco y saliendo de la oficina.
Ahora comprendo porque no vino en la Mañana, pero me quedé con la curiosidad de donde está la madre del niño.
Gracias por leerme😍😘
Editado: 15.04.2020