Marca de Traición (saga Corona de la Reina 1)

III

Asena esperaba impaciente a que el rey la recibiera, intentó salir de la habitación pero los guardias que la habían escoltado se lo impidieron. Tras dos largas horas por una de las puertas apareció el rey con su imponente corona sobre su calva cabeza, Asena se inclino en señal de respeto pero las grandes manos del rey le impidieron agacharse

 

— No es necesario que hagas eso querida ahijada — sus sonrisa fingida le daba escalofríos —  Tú y yo tenemos cosas muy importantes que discutir —.

— Discúlpeme querido tío —  una sonrisa falsa surcó sus labios 

 

El rey le indicó que se sentirá mientras traía algo. Por alguna razón, que Asena no entendía, siempre había tenido a su tío; sus ojos se le asemejan a los de una cobra engañosa, su alta estatura era imponente contra su diminuto tamaño y sus caros ropajes lo hacían ver como un Dios .

 

— Disculpa la seguridad exagerada pero esto es algo muy importante — 

 

El rey dejó sobre la mesa un archivero de cuero viejo, por fuera no tenía nombre pero el característico sello de rosa en la esquina superior lo calificó de propiedad de la corona, Asena se sentía como un niño en noche de Saturnalias así que con mirada emocionada pidió permiso al rey para abrirlo, el se lo concedió y sus largos desataron las viejas cuerdas, dentro , unos viejos papeles , amarillentos por el tiempo , dejaban verse.

 

— Esto es increíble — habló con emoción mientras examinaba las hojas. 

— ¿Logras entenderlo? — 

— algo, esto de aquí — tomó las tres primeras hojas — es una lengua muerta de la zona de Kalank —

— No sabía que Kalank tuviera su propia lengua — 

— Nadie la utiliza desde que los colonizamos, solo la familia real — explicó

—¿ y tú mi querida Asena, puedes leerlo? —

 

Asena levantó la vista de los papeles y miró a los ojos del rey, un escalofrío recorrió su espada y una campana dentro suyo le anunciaba su inminente error pero ¿Qué daño podrían causar unos papeles ? 

 

Hay querida Asena, se han ocasionado guerras por menos. 

 

— entiendo algo de lo que pone — se removió en sus asiento — Las culturas muertas son mi pasión — 

— sabía que no me equivoqué al traerte —

 

¿ Era ese el por qué Michael le insistió venir? ¿Por unos simples documentos históricos? Le parecía absurdo, Mario la había convencido de irse de palacio poniéndole mío excusas, d eyanerle echo caso no tendría entre sus manos tan magnífico papel. 

 

— Veamos — comenzó — es un documento de derechos de propiedad , habla de tierras que Kalank otorgaría a Parwati a cambio de … — 

 

El papel se encontraba quemado en ciertas partes evitando su lectura completa

 

— No se que pone aquí — señaló lo chamuscado 

— Es lo de menos — el rey se apegó a ella — ¿Que tierras pone? — 

— Eritra, Qui Amur, Pirat y — las palabras se quedaron en su boca — No puede ser —

 

Se levantó de la silla y casi corrió hasta el gigantesco mapa en medio de la sala, recorrió con sus dedos el gastado mapa de guerra. 

 

— Estás tres ciudad son lo que conocemos como las entradas sur, noreste y sureste — habló con emoción — Pero esta de acá — 

 

El rey paró detrás de ella mirando lo que señalaba, en la vieja carta ponía el nombre de Ku Mirala, no había ninguna ciudad que se llame así, el mismo había buscando en múltiples mapas pero no aparecía dicho lugar. 

 

— Los Kalanitas suelen llamar a su lugares por sus carácteristicas y esta significa literalmente Bosque oscuro —

 

El rey la miró con incredulidad, tal joya no podía hacer quedado pactada en aquel estúpido documento. Frustrado, se alejó de ella y se dejó caer en la silla más cercana, sujeto su cabeza entre sus manos mientras jalaba los pocos mechones que sobresalen de la corona. 

 

—Mi rey, esto es grandioso — Asena seguía emocionada — con el bosque oscuro en nuestras manos tendremos acceso directo a las tierras altas — 

 

Las tierras altas, un pequeño pero poderoso país del que los Mañanitas formaban parte como Clan externo, Kalank había sacrificado su Libertad en favor de ellos otros sin embargo siempre habían protegido a las tierras altas mediante su único punto de accesos, el bosque oscuro, nombre otorgado por los pocos sobrevivientes a él. 

 

— Sería dueño de la mitad del mundo — habló emocionada — Mi rey yo … — 

 

Pero todo regocijo desapareció cuando observó al rey, lentamente se alejó del mapa y caminó hacia la mesa donde había dejado el archivero, en el fondo de esta había un sobre de cuero cerrado, lo tomó en sus manos y lo extendió a Asena. 

 

Extrañada abrió el sobre encontrando un único documento dentro, adornado con finas ornamentas y con una perfecta caligrafía ponía de título 

 

Alianza matrimonial

La familia Frases se enorgullece en entregar ,en pos de alianza y paz, a su primera heredera nacida para ser otorgada a un varón escogido por el rey.

 

Al final del documento firmaban dos hombres, uno de ellos era su padre y el otro el antiguo rey. 

 

— Mis padres jamás me hubieran hecho eso — dijo con voz quebrada — condenarme a un matrimonio sin amor —

— Asena, se lo que parece, pero tú acabas de leer lo que está en juego — 

— ¿Para eso me trajiste aquí? — 

— No fue mi idea, lo juro — con un largo suspiro la ayudó a sentarse —tras la última guerra, los miembros del gabinete están buscando cualquier motivo para cortarme la cabeza — 

— ¿ Y que tengo que ver yo con tus problemas políticos? — gritó 

— ellos encontraron este documento, si me niego a cumplirlo me acusaran de traición a la alegría, les estaría negando una joya para la nación — se agachó a su Lado y mientras acariciaba su rostro dijo — pero si acepto, estaría sacrificando tu felicidad — 




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