Marchita pero hermosa.

Tiempo.

La mañana transcurre deprisa, y Rodrigo junto a Laurina celebran su aniversario con otros humanos que invitan a la casa. La fiesta la organizan en el taller, bien amueblado y acomodado donde exhiben las obras del pintor. 
 

Todos tienen que ver con el cuadro de Laurina, su cabello de rosas y su sonrisa perfecta, pero también se acercan a la ventana para elogiarme.
 

—¡Wuao! —dice una muchacha cuando se aproxima— Es increíblemente perfecto. 
 

—¿Te gusta? —pregunta Laurina— Es un presente que Rodrigo me ha hecho. Y el motivo es esta rosa que ves ahí —dice señalándome con un dedo.
 

—Pues es increíblemente hermosa. Todo el conjunto es bello, pero confeccionado de tal manera que la rosa le de la culminación perfecta.
 

—Es cierto, ahí donde se encuentra, a sus hermanas no tiene nada que envidiarles —dice Laurina y se alejan para unirse a los demás.
 

Los días transcurren y como cada mañana, Laurina cuida a mis hermanas y a madre rosal. Las riega con agua, desgarba las hierbas, y las protege con su amor y sonreir. Pero a pesar de sus esfuerzos mis hermanas se marchitan, pierden sus colores, su perfume y hasta las tiene que desechar. Mientras que yo, mustia y descolorida formo parte de algo que tiene vida eterna. 
 

Todas mis hermanas se marchan, y madre rosal queda sola. Pero a pesar de ello, Laurina no la deja de cuidar y rellena su vacío contemplándome al pasar. 
 

Con el tiempo nuevos retoños renacen, y Laurina vuelve a sonreir olvidando a mis antiguas hermanas, enfrascada en el cuidado de pequeños botones que luego florecen. Ahora puedo ver desde la ventana, a madre rosal contándole a mis nuevas hermanas primaverales mi historia.
 

—¿Y podemos marchitarnos sin terminar nuestro ciclo de vida? —pregunta una de ellas.
 

—Si, pero no se preocupen hijas mías —dice madre consolándolas—. Quien no llegue a alcanzar la belleza plena, puede ser que se convierta en una actriz, y tomar el protagónico de aquella obra en la ventana que los humanos llaman, “Naturaleza muerta”.
 

Desde entonces vivo hermosa y contenta, porque mi historia no llega a su fin. Sino que comienza cada día, como una rosa marchita.
 


 

                                  “Fin del inicio”



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En el texto hay: rosas, familia hermanos, reflexinion

Editado: 07.11.2020

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