SIETE.
→MI FAMILIA←
Afrontar la verdad puede ser un verdadero reto, eso depende de nosotros o de la verdad.
Los humanos queremos escapar de lo que nos perjudica, mayormente lo ignoramos, pero aun así sabemos que está ahí.
Esperando a que nos frustremos y enojemos por simplemente saber que ahí está.
Es un desafío tomar el valor para enfrentarla. Pero, siempre tenemos que tomar en cuenta que la sabremos tarde o temprano.
No podemos escapar de la verdad. Unos la buscan, otros la ignoran, y los demás escapamos de ella.
Las estrellas son infinitas las mentiras igual. El corazón busca y la vida te lo demuestra, las verdades te enseñan y el destino te ofrece la oportunidad.
Rosen.
Larnell.
Ser el responsable y principal vía para responder a todas las dudas de London, he de admitir que no me sienta nada bien. De todas las personas en el mundo, soy el único adecuado y capacitado para decirle que todo se fue a la mierda. No voy con rodeos, pero al ver su estado y condición me hizo reconsiderarlo, tal vez necesite algo más que un ¨todo se fue a la mierda¨.
Encontrarla fue como desenterrar mis recuerdos. Jamás me olvide de ella, pensaba y pienso cada día, tarde y noche en ella porque su nombre y el de su familia se manchó de injusticia.
Apenas pude reaccionar cuando la vi en aquella fiesta sentada en la mesa con los chicos. Me vio y le escupió toda la bebida a Mateo. Era para reírse, en mi caso no. No aparte mi mirada de ella, había crecido ¿que crecido? Es toda una mujer.
Obviamente la reconocí, jamás olvidaría su rostro, aunque haiga transcurrido siente años. Verla de nuevo me encendió una alegría en el corazón. Hasta que se marchó.
Tarde en seguirla, de asombro solamente pude procesar su imagen, cuando decidí seguirla al entrar a la casa me sorprendí al mirar a toda la multitud reunida en un círculo, ella desde un extremo inmóvil.
Todo fue un espectáculo, sentí pena por ella y miedo de no volverla a ver. Intente defenderla y ayudarla, pero me apresaron, nunca se los perdonare. Parecía un ave siendo maltratada en su jaula. Luche por zafarme de ellos, pero el bullicio no permitió que mi voz llegara hasta ella. Y logro huir; en su rostro se reflejaba el miedo. Un miedo aterrador, no común. Uno profundo que te aterra hasta el fondo de sus entrañas, al ver a los policías. Quería llorar por ella, verla en ese estado me destrozo y de nuevo se fue.
No me dejaron ir por ella.
Desapareció de mi vista,
Me consumió la culpa de no hacer nada por ella.
No la protegí.
Y sabía perfectamente que viviría con el peor de mis remordimientos.
Pero, aun así, ella apareció en los inimaginables momentos de mi vida. Apareció con su mirada nerviosa, la sonrisa de boca cerrada, sosteniendo una caja de verduras e increíblemente por el destino salimos de esa.
No lo podía creer de nuevo estaba ella. Y no pensaba soltarla, esa ave desde que la vi en su cautiverio he deseado librarla de sus miedos y que vuelva a volar.
Quería detallarla nuevamente, no la había visto desde que la ayude a escapar; solo tenía su imagen del pasado.
Al verla en su estado tan deprimente, me implante la idea de ayudarla en todo lo que estuviera a mi alcance y lo que no, también.
En la tienda de ropa verla ilusionada, feliz, energética me cautivo esa pureza que es difícil de encontrar.
Las suposiciones me llevaron a que no tenía nada, ni ropa ni un lugar para hospedarse.
Es racional y confuso. Verla primeramente en un mundo diferente al mío y después verla en este mundo no me deja de generar preguntas, con respuestas fuera de lo común. Sera un tema que hablare con ella después. Hasta que las aguas se calmen.
Cuando llegamos a mi departamento…bueno, casa, súper-departamento llámese como sea. Ella subió a la habitación que le indique, supongo no sabe que le di la habitación que está a la par de la mía. ¿La razón? Quiero tenerla cerca de mí. El secreto…es mi mejor amiga, eso no ha cambiado. Es la persona de la cual me había ahogado en un amor de adolecente.
Claro está, como todo ser humano, no soy el mismo. He cambiado, me he enamorado de otras chicas, no pienso igual, no siento lo mismo.
Pero, con ella, siento que soy el de antes.
Verla con ropa limpia y nueva me dio una bofetada de realidad, ¿Cuándo dejaste de ser mi linda princesa para ser una hermosa chica que el mundo ha dañado?
Mi nuevo hobbie se llama sentir nostalgia 24\7 desde que volví a verla.
El poco rato que compartimos en la sala se esfumo cuando en el televisor apareció el estúpido de Jareth, y otra bofetada para mí, cuando me percate que la realidad a la que ella se tenía que enfrentar no del todo la podía salvar.
Yo tengo las respuestas a sus preguntas y me asusta romperla con la realidad, eso es injusto.
No debí dejarla sola cuando apareció el idiota en el televisor, ese era el comienzo del caos. Fue egoísta de mi parte irme solo por no ver la cara en la pantalla, cuando me percate fue muy tarde. Deje que ella sufriera con la punta de iceberg, mi primer fallo en protegerla. Intente remediarlo con abrazarla, ella tiene un infierno entero en su cabeza y eso me destruye. Solo pude empezar a preguntarme ¿Cuánto has sufrido? ¿en qué piensas? ¿Qué te ha pasado? Saber que su reacción al ver el nombre de Jareth y un poco de él desataría esto, no la hubiera dejado ver el televisor y le contestaría con más calma lo que ha ocurrido desde que ella se fue; El ¨todo se fue a la mierda¨
Abrazar a Londy, llamarla de nuevo así, por segunda vez, desearía interpretarlo mal, pero removió algo más en mi ser. Lo llamaría nostalgia, pero ¿Y qué es lo demás? Abrazarla y sentir su cuerpo temblar, no, no quiero que ella este así.
#3242 en Ciencia ficción
#34236 en Novela romántica
#5703 en Chick lit
drama amor, misterio romance secretos intriga, amistad encuentro y promesa
Editado: 22.06.2020