Marie Him

4. Inicio de vacaciones de verano

171 DÍAS ANTES DE LA BODA

 

Era libre, por fin.

Mis exámenes terminaron y por fin podía abrazar con cariño mis vacaciones de invierno. La sensación que invadía mi pecho era tan refrescante que por fin podía sonreír, intentar pensar en cualquier cosa que no fueran trabajos finales o estrés por no haber dormido lo suficiente. Me despedí de unos compañeros y dejé que esa emoción de partida invadiera mi cuerpo poco a poco, ajustándose al cambio.

Caminé por el corto pasillo rodeado de una vereda verde y tranquila hacia mi habitación con intención de guardar mis pertenencias necesarias y así despedirme por varias semanas del que fue mi hogar entre estudios, mi refugio y descanso de la gran aventura universitaria que estaba por terminar.

Sentía una sensación de nostalgia aún cuando todavía me quedaba el curso de primavera antes de graduarme, pero no podía negar el hecho de que cada vez se iba el tiempo mas rápido y podía ser en cuestión de un parpadeo que me encontrara caminando hacia mi diploma después de escuchar mi nombre completo siendo nombrado.

Al llegar a mi habitación, una de las principales dentro del primer piso del edificio, entré en silencio aún cuando se encontraba vacía en esos instantes. Mi compañera de cuarto Davina aun debía seguir atrapada en el examen y no la culpaba, si había sido difícil hasta para mí. Tomé mi maleta y empecé a guardar poco a poco mis cosas.

Se suponía que haría una parada en la casa de La Jolla, California para encontrarme a mis padres dentro de dos días en la misma casa de verano. Mi madre me había dicho por teléfono que estaban organizando a un equipo especial para generar una sesión de fotos para mí y mi falso novio, sus razones eran que debíamos tener una que otra evidencia fotográfica de momentos que mostraran una relación a distancia con pequeños encuentros personales.

No sabía qué esperar, tal vez llevarían a un estudio o lo montarían en una de sus casas con intención de utilizar una pantalla verde y mandarnos a cualquier parte del mundo con tal de recrear un momento inexistente. No podía ser una buena idea, pero no podía decir que no en esos instantes si habían mantenido en pausa las reuniones mientras terminaba por fin con mis clases.

Guardé dos de mis trajes de baño, un par de jeans porque sabía que en mi habitación tendría en su mayoría ropa de playa o ropa formal para los eventos de mis padres. Necesitaba algo que me hiciera sentir cómoda, sentir que estaba en casa. Mi hermana llegaría con mis padres, eso me emocionaba y reconfortaba al mismo tiempo, llevaba rato sin ver a mi pequeña hermanita; solo podíamos comunicarnos por teléfono y correo electrónico, el colegio en el que estaba no le permitían utilizar su celular y comprendía que a veces prefería utilizar el tiempo de llamadas para hablar con mamá o papá antes que hablar conmigo.

Otro pendiente se agregaba a la lista: tenía que encontrar la forma de comentarle de su falso novio a mi hermana en estos días, antes de que Byron se lance de lleno a mi vida.

La puerta se abrió y el resto de una conversación ya empezada se introdujo poco a poco entre las cuatro paredes del cuarto. Eran Davina y el resto de nuestras amigas, todas hablando del examen. Odiaba eso, no quería estresarme por algo que ya había pasado y de lo cual no podía ejercer un cambio con lamentos, quería dejar todo en el pasado de una vez por todas. No quería sentirme masoquista torturándome a mí misma con acciones de las cuales no tenía poder ahora. Es como pensar en el "hubiera" que no existe.

─ ¿Qué harán en vacaciones? ─me animé a preguntar mientras cerraba mi pequeña maleta rosa con mis pertenencias necesarias. Por fin podía cambiar la conversación un poco hacia algo que no fuera el examen. Todas hablaron brevemente de cómo pasarían las fiestas con sus familias en casa o en un viaje familiar al cual no querían ir. Era gracioso porque yo no sabía qué sería de mí en estas fechas. Tal vez estaría inventando un viaje a México con Byron desde las falsas palmeras digitales en mi sala de estar o en otras sesiones sobre cómo aprender a fingir tener un noviazgo exitoso.

─ ¿Qué hay de Byron? ─preguntó Solene con un tono cantarín. Podía ver toda la mala intención en su pregunta y el tono que usó. Querían saber tanto de él que yo misma quería tener una respuesta para eso. No podía usar todo mi ingenio de golpe, necesitaba compartir ideas para que la imaginación fluyera de forma correcta sin dar información que tal vez empeorara las cosas sin darme cuenta. Una sola sesión no me preparó para mas preguntas sobre mi noviazgo falso y necesitaría ayuda si acaso no podía recurrir a mis mejores amigas con ideas.




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