128 DÍAS ANTES DE LA BODA
¿Cómo conoces a los novios? Una pregunta algo complicada para responder. ¿Qué podía decir? La verdad no es una opción.
─Viejos conocidos de mis padres, en realidad. ¿Y tu de donde los conoces?
─Bueno, Wade y yo éramos compañeros en la universidad, pasábamos casi todo el día juntos hasta que conoció a su querida esposa ─aunque su elección de palabras dejaba a entender que no fue algo positivo no se escuchaba enojado o con envidia, solo como un curioso recuerdo.
─Un bromance duele más que el fin de una relación amorosa ─intenté provocarlo y él solo sonrió hacia el camino vacío frente a nosotros, sacudió su cabeza despacio y me volteó a ver.
─Tienes razón. Pero ya era hora de que sentara cabeza. Era cuestión de tiempo.
─ ¿Y tú piensas sentar cabeza? ─Una sonrisa burlona llegó a sus labios y la insinuación llegaba a sus ojos de forma divertida, me reí y al instante me vi con la necesidad de justificar─ soy curiosa, perdón.
─No, descuida. No pienso hacerlo… menos en un futuro cercano, digamos que disfruto mi soltería.
De acuerdo, es entonces el tipo de chicos que va a las bodas en busca de una dama sentimental para un encuentro casual. Aún tenía mis catas guardadas, podía aparentar ser una de ellas, podía coquetear para sacar información o mostrar desde un inicio mis intereses. Solo que era muy pronto para decidir, aún no llegaba a encontrar ese vacío en la conversación para sacar el tema.
─ ¿Y tú?
Oh, Diablos. Decide ya, Marie.
─Tal vez, aun soy joven.
─ ¿Cuántos años tienes? ─su voz cambió, se escuchaba ahora un poco preocupado, tal vez temía que yo fuera menor de edad y se metiera en problemas, ahora las generaciones cambiaron y tienen cuerpos que uno encuentra en mujeres jóvenes adultas.
─Soy mayor de edad si eso te preocupa. Tengo 21 ─se rió. Confirmado, ahora está aliviado.
─Pero bueno, dime. Si no pensabas entrar a la boda de tu amigo, ¿por qué te quedaste en el hotel?
─Compromiso, supongo. Solo iba a quedarme en la ciudad por la despedida de soltero e irme, pero ganó el remordimiento.
─Ya veo… entonces debió ser una buena despedida de soltero, ¿no?
─No la mejor, pero si memorable.
─Déjame adivinar. Strippers, alcohol en… no sé, un club.
─No, fue en una casa.
─Pero tuve razón con lo demás, ¿verdad?
─ ¿Por qué tan curiosa? ─oh, bueno... porque mi prometido estaba en esa fiesta. Obvio no puedo decir eso. Demasiadas preguntas y todas muy directas. Sonreí y me encogí de hombros, dejando que el silencio llegara a hacernos compañía por unos instantes, que me diera oportunidad de pensar justificándome con la presencia del mar a pasadas horas de la noche, dejando que la marea cantara para nosotros.
─Bueno, soy curiosa y la verdad es que me gustaría saber si son como las películas pintan a los hombres en esos eventos.
─Uno repite lo que ve, lo que idolatra. No dudo que existan despedidas tranquilas, pero se crea una imagen adictiva y llena de sexo en las películas para crear drama y atracción hacia el público. Todo eso se repite en la conducta para vivir esa experiencia… pero si, fue como muestran en el cine. ¿Suficiente explicación?
Me reí y asentí.
─Ahora yo quiero ir a una despedida ─bromeé y él sonrió, no se veía maldad en su rostro, solo diversión.
─Te digo cuando tenga una para llevarte.
Promesas al aire para ligar, perfecto. Creo que debería retirarme antes de que algo peor pase.
─No me gustaría ir a una despedida y después enterarme que fui la aventura de un chico con novia.
─En la despedida de Wade todos eran solteros, te lo aseguro. Muchos de los hombres si respetamos a nuestras parejas Anne.
─No lo dudo.
Aunque conozco a un posible infiel… ¿cómo podría preguntar directamente por él? Se me está acabando el tiempo antes de que Byron decida buscarme… si es que no lo ha hecho ya.
─ ¿Algún invitado que yo conozca?
─Tal vez… de acuerdo, ¿quiénes estaban? ─se preguntó a sí mismo y se quedó en silencio, pensando en su respuesta─ Quentin Ramirez, Jamie Pearson, Henry Veer, mhmm… son muchos para recordar.