(DIA 7)
Me despierto muy temprano y precipitado; empiezo a pensar en ella y en como habría pasado su noche, ya es mas de la hora de su almuerzo y aun nada sobre ella, salgo corriendo como aquella vez en que me sentía como si hubiera perdido algo, pero esta vez ya sabía que ella era aquel pensamiento nublado; aquel sueño que por años se me olvidaba al despertar. Bajé las escaleras sin importarme mis hilos; corrí en dirección a su casa y al llegar veo que está vacía miro por la ventana y no logro ver la típica tetera sobre la pequeña mesa de cocina , no encuentro que hacer así que fui al parque pero al llegar no veo a nadie, un anciano me pregunta,
-¿por que tanta prisa hijo?-
le dije -he perdido algo que no comprendía que tenía hasta ahora, pasé tanto tiempo a su lado sin saber de verdad lo que era para mi, ahora corro buscando eso que me tiene sin consuelo alguno.;
y escuche la vos del viejo que me dijo,
-hijo el pasado nos sirve para poder reconocer el valor de las cosas que tenemos en nuestro presente y que queremos que permanezcan en nuestro futuro.
triste y desesperanzado le pregunte si aun me quedaba algo de tiempo para encontrarla encontrarla ? *
si* respondió el viejo con una sonrisa;
-solo que pensando precipitadamente nunca la vas a encontrar; primero debes encontrarla en tu mente y saber en que lugar está ella en tu corazón y tus hilos rojos te llevaran a donde ella se encuentra.
Entonces recordé la tarde del día anterior a donde fuimos después del parque y donde vi su mirada perdida en el atardecer, empecé a correr aunque mis emociones estaban delante; los caminos se hacían incomodos; todos ahora quieren ofrecerme placer pero seguí corriendo a un punto de
cansarme y vi como muchos quisieron llegar a mi con cosas que solo serían una anestesia para lo que sentía, y; de repente supe que solo quería la cura de mi confusión y sabía que solo encontrándola a ella podría hallar eso que tanto buscaba. Tomé fuerzas de su recuerdo y volví a correr ignorando todo lo que dejé tras de mi.
Llegue al muelle donde la vi sentada a la orilla; con un vestido esperanzado como la esmeralda y su cabello que no paraban de bailar junto al sonido de las olas que daban su canto de sirena. Me acerqué a ella y como siempre una sonrisa brotó de mi rostro; el simple hecho de verla causo
alegría en mi corazón y me hizo saber que ya no quería verla durante solo unas horas, quería hacerla dueña de mis noches y la creadoras de mis mañanas mas felices, llegué y detenido justo delante de ella; me vio y su cara sorprendida me llevo hacia ella,
- ¿como me encontraste? (ella dijo)
y acercándome lentamente no pude contenerme y las palabras en ésta ocasión empezaron a salir solas; y le dije,
- sin darme cuenta cada día que pasaba derribadas un muro distinto en mi vida y lo fue sustituyendo un recuerdo contigo; no sé como lo has logrado pero te volviste la autora de la nueva historia de mi vida. Eres la única que nunca me vio como una simple marioneta y sin pedirlo llegaste a mi vida cambiando mis oscuros deseos por sentimientos que creía que ya habían muerto, fuiste tú quien llegó para curar todos esos desperfectos que tenía, por eso entendí que dejarte ir sería un error tan grande como el haber atentado contra mi propia vida.
De momento comenzó a llorar mientras le decía todo lo que había causado en mi, cubrió su rostro con sus manos y agacho su cuerpo sobre la fina hierba de aquel lugar, vencido por mis emociones me deje llevar por lo que sentía, extendí mis brazos sobre su cuerpo, las olas chocaban con braveza; ella no paraba de llorar me incline en busca de su oído y le dije,
-Aunque cien veces te pierdes te volveré a buscar y te aseguro que no faltaran las fuerzas para querer encontrarte.
y con un suave beso en su cabello rizado la abrasé fuerte y le dije;
-yo estoy contigo.
Levantó suavemente su rostro; y vi sus ojos llenos de lagrimas lo que conmovió mi alma y con un gesto muy delicado sequé toda su cara empapada de sentimientos que hacían brillar su rostro.
Nos fuimos de aquel lugar y caminamos hasta un pequeño parque que estaba a la orilla del mar, y con miedo le pregunte ¿que te sucede?, ¿por que estas triste? sonrío y me dijo;
-estaba sola por que nunca alguien se había interesado en pasar tiempos puros conmigo, solo me buscaban para resolver sus problemas, y luego se marchaban sin ni siquiera dejar un hasta luego; y ese día en el parque nunca pensé que había encontrado a alguien que no solo volviera a mi por ayuda, sino; que le gustaba pasar tiempo conmigo y que quizás tú no pensaras tanto en lo que hacíamos cuando estábamos juntos; pero para mi era algo que valía mucho, pues alguien que decida regalar su tiempo a otros es algo bonito, pues el tiempo es el único tesoro que damos y no podemos tener de vuelta, y sin pensarlo ya me habías dado mas del tiempo que yo esperé, pasabas tanto tiempo conmigo
sin importar mis risas y mis gustos raros por los libros y mis pequeñas crisis donde me creía una detective.
Estaba sorprendido no encontré palabras para poder interrumpirla sentí como si un volcán hiciera erupción dentro
de mi y quemara todo mi ser empece a mirarla y esta vez casi lloro pero me contuve y le dije,
-nunca pensé que en vez de una marionetista encontraría el complemento que por años vi borroso en mis sueños, quiero quedarme contigo ser el amigo que guarde cada una de tus risas y que comparta siempre esa tasa de aquella bebida sin olor en las mañanas. No quiero ver otro cielo sin estrella, por que sé que contigo veré el cielo mas estrellado que jamas haya existido, te doy no solo un poco de tiempo; quiero fabricar tiempo solo para ti, que seas el sentido del palpitar de este corazón que una vez fue de trapo para otros, pero tu convertiste esos tejidos en sentimientos nuevos los cuales sé; que en tus manos solo estarán seguros-.