Seguía pasando el tiempo y aún vivo con los ojos vendados hacía el mundo al que me enfrento. Sé que quizá nada de lo he esperado se cumpla y ahora solo me dedico a estudiar e intentar de describir sobre mí seguidora. Es algo temprano para aún estar despierto pero ya no quiero seguir durmiendo, quizá invite a desayunar a Jade antes de irnos.
Tras llevar tiempo hablando me ha invitado a salir con unos amigos de ella; es lo que necesitaba supongo, despejarme un poco y no aburrirme tanto de está rutina. Tomo el celular y le escribo, invitándole a venir a las ocho; tengo bastante tiempo para irlo preparando. No suelo tener tanta confianza en alguién pero con el tiempo ella se lo ha ganado, al menos eso creo, pero no importa aún.
Enciendo el televisor, el canal de las noticias ya estaba puesto y anunciaba bajas temperaturas en la mañana y podría sacar provecho a eso. Mi celular vibra y se escucha desde la cocina, espero que haya aceptado. Lo tomo y un número desconocido me ha escrito; esto no es muy normal. - ¡Hola! Espero que nos logremos ver ahora y que todo salga bien. -
Quizá se haya equivocado de número pero no importa. Miro hacía fuera a través de la ventana y sigo sin ver a nadie pasar por aquí. ¿Siempre había sido así tán solitario? Me dirijo hacía la cocina y empiezo a sacar todos los utensilios que ocuparé para hacer esto.
Aún no tenía ni idea de que hacer, conozco poco a Jade sobre sus gustos y esto solo me pone nervioso, solo no espero cagarla. Empiezo a enjuagar un sartén cuándo el sonido de la puerta llama mi atención, alguién tocaba fuera. Me dirijo para abrir, justo delante mío, Jade. Una sonrisa marcaba mi rostro como si ya marcara mi propia felicidad.
- ¡Hola! Mira te diré algo. Sí querés invitarme a desayunar lo poco que puedo hacer es ayudarte.
La recibo con un abrazo y un beso en la frente. Cierro la puerta mientras ella entra con total confianza.
- Jamas me pasó por la cabeza de que vendrías. Apenas estababa sacando todo.
- No importa Logan. ¿Y porqué todo tan callado? Deberías de poner algo de música. ¿Que te gusta? ¿Rock, pop, rap o música country?
Era algo gracioso verla hablarme así, aún después de que me haya conocido por compromiso. Vaya vergüenza.
- No suelo poner música, siempre lo he hecho tán callado todo.
- Conmigo, no serás un abuelito. Pondré la radio. - Mientras enciende la radio y se va con una sonrisa burlona.
Camino detrás de ella hacía la cocina. Y le pregunto entre una sonrisa sobre que le gustaría comer. Jade solo pone una cara pensativa para luego decirme casí a grito - ¡Omelets con jamón! - Solo asiento con mi cabeza y empiezo a sacar los ingredientes. No suelo hacer esto muy seguido, compartir con alguién con tanta confianza pero como decía mi abuela "Siempre hay una primera vez". El tiempo pasaba mientras nos concentrabamos en cocinar y platicabamos un poco de todo al igual que nos molestabamos. Tenía mucho tiempo que no pasaba tán bien con una persona y mucho menos sentirme felíz de está manera. Jade ha sido diferente y se ha ganado mi cariño muy rápidamente y parece que no le importa que me acose una tipa loca, además que ya casí no tocabamos en tema. Terminanmos de cocinar y nos dirigimos a la mesa y servimos todo. Por un instante le miré a los ojos y me atreví a preguntarle sobre porqué ella estaba siendo tán apegada conmigo. Ella solo apartó su miraba y trataba de ocultar una sonrisa - Porqué te quiero, eso es todo. -
Esa respuesta no la había escuchado ya hace años desde que había quedado solo en esta casa.
Se fué la mañana, compartiendo con ella y hablando sobre todo mientras cada momento nos ganábamos el uno al otro. Recogimos todo y nos sentamos en el sofá a descansar y esperar a sus amigos. Yo me encontraba un poco nervioso, ya que solo trataba con ella y ellos para mí serán simples desconocidos. Solo espero que no de torne incómodo todo esto en algún momento de ma salida.
- ¡Hey Logan! Ya casí llegan ellos. ¿Vas a cambiarte o te irás así?
- Así estoy bien entonces no hay problema... ¿Por qué; me veo mal?
- No, solo que vas todo de negro. Parece que vas para un funeral.
Tocan a la puerta y Jade abre.
- ¿Tu quién eres? Preguntó Jade con voz de curiosidad.
De pronto lo que fué una silueta de una persona fué tomando color, y una chica de cabello del color del fuego y tez blanca todo forma. Yo seguía sin saber de quién se trataba, mientras una brisa fría entraba por la puerta y mecia las cortinas de la ventana que aún se encontraba cerrada. El aire helado que movió también mi cuerpo estremeciendolo, mientras aún mis ojos se plasmaban en esa chica desconocida. En ese pequeño transcurso observé como poco a poco a Jade se le iba formando una sonrisa, reconociendola así a lo que había sido una vez una amiga del pasado.
- ¿Acaso no me habías reconocido? - Mientras su sonrisa burlona y tono sarcástico resonaba por los tablones de la casa.
- Claro que tomó un tiempo y me sorprende, que estés aquí más que nada.
Y no había terminado su frase cuándo otra figura de asomaba por la puerta, Jade corrió directo y lanzándose encima a quién quiera que fuese, cayendo fuera mientras la chica de pelo rojizo me miraba cautivada, tratando de sembrar en mí confianza. Me levanté del sillón con asombro para mirar de quién se tratasen ellos. Camino unos pasos hasta estar a lado de la nueva chica. Le miré con algo de desconfianza en mi mismo y apenas pude embozar un hola sutilmente. Jade se levanta y le tiende la mano a la otra persona para levantarse; un chico poco más algo que mí me mira y le devuelvo la mirada con un gesto. Jade se voltea y me mira, con la pocs voz de la emoción que guardaba me presentó a su hermano.
- ¡Hola! Soy André, el hermano de está fea chica de acá.
- Es un gusto, soy Logan. - Le dije mientras le extendía mi mano con el puño cerrado para chocarlas.
La chica del cabello rojizo me miró y con confianza se presentó:
- Y bueno, creo que es mi turno. Yo soy Agnes, amiga de ellos.
Otra vez un aire frío entró por la puerta causandome cierta desconfianza en ella pero quizás solo esté juzgando a primeras.