1. Prólogo

🌹~ Eva ~🌹

Por el retrovisor podía observar la mirada penetrante de aquella mujer rubia, sus ojos azules profundos me desgarraron con cada segundo transcurrido, la sensación de dolor e inquietud me debilitan, el miedo hace que mi cuerpo se vuelva deshabilitado  mientras que el frío se hacía presente en mi, con mi mano limpie la sangre que tenía en la mejilla derecha, baje está con lentitud  y la estire con dolor para ver algunos moretes que adornaban mi brazo expuesto, con mis dedos fríos intente tocar a la mujer pero ella me soltó un manotazo por lo que me deje caer hacia el asiento trasero.

Los truenos me asustan por lo que abrazó con fuerza mis piernas sintiendo temor a lo que se aproximará, no sabía que sería de mi o lo que la mujer aría conmigo, ella creía que todo esto era mi culpa, creía que yo había provocado todo lo antes ocurrido, como lo era la muerte del hombre, pero sinceramente no recuerdo que fue lo que pasó, sólo puedo recordar unas llaves doradas y un par de botas rojas.

- Baja ya Eva -. Detuvo el automóvil en seco haciendo que mi rostro chocara un poco con el asiento del copiloto, bajo del auto para así abrir mi puerta quedando frente a frente - No fue mi culpa, porfavor no me hagas esto m...-. La mujer sonrió diabolicamente para después tomar con fuerza mi muñeca para así bajarme con todo el desprecio posible, - Jamás en tu vida vuelvas a decirme esa palabra, no eres digna de decirme de esa manera, para ti sólo soy...-. Un camión arrolla a la mujer haciendola caer unos metros lejos de mi, su nariz y su rostro estaban salpicados de sangre, por lo que yo sólo corro tan lejos como se puede, la lluvia comenzó a caer empapandome por completo.

(...)

Llevaba toda una noche caminando entre matorrales y hiedra, tenía mucha sed y sueño por lo que decidí sentarme un poco, mi vestido amarillo se mancho de lodo al igual que aún contenía gotas de sangre, a lo lejos pude observar luces por lo que me levanté del suelo con prisa, limpie algunas lágrimas que salieron de mis ojos y comencé a correr a todo pulmón, una niña de cabellos negros me miro y corrió hacia sus padres o eso creo que eran, yo deje de correr para comenzar a caminar rápido hasta que quedamos frente a frente los cuatro, - ¿Mami ella es Ana? -. La pequeña pregunto mientras tomaba de la mano de su padre, 
- ¿Estas bien querida? -. Yo sacudo mi cabeza en forma de un no, ella al ver mi obvia respuesta tomó de mi mano gentilmente para dirigirme a su casa.

Ya adentro la niña lucia de unos tres o cuatro años, sus ojos verdes me miraban con curiosidad, -¿Tu sabes donde está Ana? -. Intente sonreír pero me resultó imposible, - No lo se niña -. mire hacia el frente y pude notar que había una foto de una niña muy parecida a mi, sin mentir parecíamos hermanas, ella al igual que yo tendria unos doce años.

El hombre regreso para posar su mano sobre mi hombro en forma de invitación para ir hacia a una habitación, yo le seguí aunque tenía mucho miedo, la mujer llegó por detrás y así abrieron un cuarto con muchas cosas bonitas, habían fotos de la niña pero no se le miraba por ningún lado, - Toma asiento -. Exigieron a la par por lo que yo me senté en un sillón, - Ella es Ana Ferrol -. Señaló la foto de la niña de cabellos negros y ojos grises.

- Murio hace tres meses pero Renata no lo sabe aún, ella es pequeña y no lo entiende -. No entendía que es a lo que quieren llegar con esta conversación por lo que frunci el ceño, se miraron mutuamente por unos segundos hasta que hablaron, - Seré más claro -. Soltó el señor mientras pone una de sus manos en el  bolsillo de su bata azul, - Quiero que tomes el lugar de Ana para que Renata jamás se entere de que su hermana  murió -. Le mire por unos segundos intentando asimilar lo que el decía, querían que tomará el lugar de Ana Ferrol.

- No te faltará nada, lo prometo -. Dijo la señora con ojos llorosos por lo que respondí un si, ella se abalanzó hacia mi y comenzó a llorar mientras me abrazaba, me sentí un tanto conforme y por alguna razón comencé a llorar al igual que ella.

Viviría una farsa pero se que valdría la pena, Renata sería feliz y yo tendría lo que siempre deseé, una família.
 

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Esté libro lo tuve planeado por mucho tiempo pero por falta de ello no podía escribirlo pero espero ya poder estar escribiendo sobre el constantemente.