Capítulo nueve.

Capítulo nueve: "De vuelta"

Alexia Warren.

Han pasado cinco días desde que Ashton se fue después de mi confesión. Cinco días en los que no como, no duermo, no me muevo, simplemente no vivo.

Deyna, Alisa, Malcom, Jean y hasta Erik han tratado de subirme el ánimo, pero es imposible, ver a Dan frente a frente me recordó momentos escalofriantes de mi pasado, y saber que ahora es libre me da terror de que vuelva a hacer lo mismo.

Por otro lado, está la huida de Ashton. Me hace pensar innumerables cosas por las cuales se fue; asco hacia mí, vergüenza, dolor, repugnancia, etc.

Pero a pesar de todo, hoy me siento diferente, no sé de donde tengo energías, pero tengo ganas de tomar el escaso sol y nadar en la piscina. Sin embargo, mi apetito sigue igual.

Me coloco mi traje de baño de dos piezas y me coloco una camiseta de Ashton. Al salir del cuarto me topo con los chicos y ellos al verme se quedan expectantes a mis movimientos.

-¿A dónde vas tan animada?-Preguntó Malcom con una sonrisa.-¿Te preparo algo de comer?

-Tranquilo, solo tengo ganas de tomar el sol un rato.-Traté de darle una sonrisa, pero salió más como una mueca.

Al salir, el sol choca directamente contra mi rostro haciéndome cerrar los ojos inmediatamente. Extrañaba esto, la sensación del sol, el calor entrar por cada poro de tu cuerpo y sentir que te recargas, que te llenas de vida, de energía, de ganas de luchar.

No sé en qué momento me senté en la orilla de la piscina, pero quería entrar, así que me levanté para quitarme la camiseta, al hacerlo un horrible mareo llegó a mí, haciéndome caer a la piscina y terminé por ver todo negro.

Deyna Hale.

Estábamos Malcom, Jean, Alisa y yo en la cocina preparando algo de comer, estuvimos toda la semana tratando de subirle el ánimo a Alexia, pero no quería nada, es una suerte que haya salido siquiera de la cama hoy.

-Amor ¿Por qué no vas a ver si Alexia quiere venir a comer?-Me dijo Jean con una sonrisa.

-Claro.-Dije dándole un beso.

Al salir al patio todo está en completo silencio por lo cual me imagino que está acostada frente a la piscina, pero lo que veo al llegar no me lo esperaba.

-¡Ayúdenme!-Grité para que todos vinieran.

-¡¿Qué pasó?!-Llegaron todos agitados.-¡Oh, no puede ser! ¡Joder, sáquenla de ahí!-Gritó Alisa.

En eso los chicos se tiraron a sacarla de la piscina y siento la presencia de alguien más en la casa, volteo para ver quién era y me sorprendo al ver a Ashton de pie en la puerta corrediza que da de la casa a la piscina.

-Todo esto es tu culpa ¿Cómo te atreves a volver después de cinco días? -Casi grito al borde del llanto mientras lo empujo y le pego en el pecho, pero el sigue sin reaccionar, hasta que ve como sacan a Alexia de la piscina.

-¡Alexia!-Grita corriendo hasta ella.-Mi amor, despierta... Ya estoy aquí, no me dejes.-Dijo dándole respiración de boca a boca.

En ese momento Alexia empieza a toser y a botar toda el agua que sus pulmones habían adquirido. Me acerqué hasta ella y vi que levantaba la mano para acariciar la mejilla de Ashton.

-Es impresionante como llegas a depender de alguien en tan... poco tiempo ¿No?-Susurró para luego desmayarse.

-Llamen a un médico, joder.-Dijo Ashton levantándola para llevarla a la habitación.

Al llegar al dormitorio la dejó en la cama y me pidió que le cambiara la ropa mojada por una seca mientras llegaba el doctor. Lo primero que encontré fue una camiseta de Ashton y se la puse. Rato después llegó el doctor de la manada y la reviso, dijo que iba a estar bien. También dijo que su desmayo se debía a que duró tantos días sin comer y que le sorprendía que no se hubiera desmayado antes, que todo iba a estar bien, pero tenía que guardar reposo. Cuando se fue el doctor me senté en la orilla de la cama y en eso escucho que tocan la puerta.

-Pase...-Digo levantándome.

-¿No ha reaccionado?-Dijo Ashton entrando.

-No.-Digo cortante

-¿Qué pasó?-Susurró mientras acariciaba su mejilla.

Ashton Moon.

-Después de que te fueras, ella se encerró aquí. No salía, no comía, no se movía...-Hizo una pausa.-Hasta hoy, la vi animada, dijo que tenía ganas de tomar el sol.-Yo me mantenía atento a sus palabras, pero sin despegar mi vista de mi princesa.-¿Sabes qué es lo peor de todo?-Yo solo negué.-Que ella cree que le das asco, que no la quieres por lo que le hicieron, piensa que la odias.

Yo negaba mientras lágrimas corrían por mis mejillas ¿Cómo puede llegar a pensar eso de mí? Sé que mi acción no fue la correcta, pero ella es lo mejor que me ha pasado en la vida, mi luna.

-Yo la amo, es lo mejor que tengo, simplemente no me pude controlar. Mi lobo quería salir, tuve que huir de ahí o la terminaría lastimando, o a ustedes.

-Pero... ¿Por qué huir cinco malditos días?-Dijo un poco alterada.

-No lo sé, supongo que no me sentía listo para volver. Necesitaba pensar las cosas y relajarme.-Dije en un susurro.

-Debiste de avisarnos, no sé. Buscar una manera de hacernos... De hacerle saber que volverías.-Dijo acercándose.-Tus acciones casi le cuestan la vida.

-Lo sé y créeme que estoy arrepentido. Jamás quise lastimarla, no estando consciente.-Dije para tomar su mano, pero al hacerlo sentí un leve apretón de su parte.

-Ashton...-Susurró.

-Aquí estoy, amor.-Dije con notable emoción en mi voz.

Vi como apretaba los párpados por el contacto con la luz y poco a poco me dejaba apreciar esos magníficos ojos de color azul. Escucho como se cierra la puerta por lo que deduzco que Deyna salió de la habitación.

-Volviste.-Dijo con una sonrisa y una mirada llena de brillo la cual en segundos fue reemplazada por una de tristeza.-Sé que en estos momentos me debes de tener asco y ya no quieras nada con...-No la dejé terminar.

-¿De qué hablas? Alexia, yo jamás voy a pensar algo así de ti, eres mi vida, te aceptaré tal y como eres, con todo lo que ha pasado.-"Sólo soy una débil, ¿Por qué querría estar conmigo? Seguro siente lástima por mí" Escuché sus pensamientos.-Hey, no siento lástima por ti, mucho menos eres una débil como piensas. ¿Sabes...? Eres la persona más fuerte que he conocido en mis tantos años, mira que pasar por todo esto, luego lo de tus padres, ser introducida en un mundo del cual no sabías hasta hace poco, enterarte de tu verdadero origen y más, todo eso no cualquiera lo hubiera soportado, ni yo.