En cuanto me llegó la noticia conduje rápidamente a su oficina. Al llegar había algunos policías rebuscando entre las cosas del profesor. Quisieron hacerme unas preguntas y yo cooperé lo mejor que pude.
Como no pudieron encontrar nada útil entre las cosas o conmigo, se marcharon al cabo de unos minutos y me dejaron solo en la oficina.
Estando ahí me entró un sentimiento de nostalgia. No hacía mucho tiempo desde la vez que el profesor y yo estuvimos en esa misma oficina en nuestras clásicas charlas.
—¿Una cuarta dimensión? ¿Quiere insinuar que entraríamos a una realidad alterna? ¿Un multiverso? —le pregunté en una de esas pláticas.
—Estás mezclando conceptos, mi querido amigo. No es lo mismo una realidad alterna a una dimensión extra. En un universo paralelo podrían existir otra versión de nosotros mismos que hagan cosas completamente diferentes. Tal vez yo sea sacerdote o algo así jaja. No, más bien yo estoy hablando de una dimensión espacial. Vivimos en un universo que se puede describir con 3 coordenadas sobre 3 ejes (x,y,z), la cuarta dimensión tendría un eje extra en el podríamos movernos. Es como un trozo de papel.
—¿A qué se refiere profesor?
Aquel día sacó su cuaderno pasta dura con cubierta negra y arrancó una de sus hojas.
—Sujételo con ambas manos horizontalmente —me indicó.
Hice lo que me pidió. Tomé los laterales de la hoja y la sostuve de costado. A continuación, el profesor tomó un bolígrafo y con la punta lo presionó levemente sobre el papel.
—Esta hoja estaba completamente plana, como un espacio de 2 dimensiones. Sin embargo, cuando lo presioné con el bolígrafo observe que se deformó un poco, le hice una abolladura al plano. Ahora agárrelo fuerte —el profesor presionó con mayor fuerza el bolígrafo, el papel se fue deformando más y más hasta que la punta le hizo un pequeño agujero y atravesó por completo el papel— Le hice un agujero, ahora, para que yo hiciera el agujero fue necesario de una tercera dimensión, tuve que presionar el bolígrafo desde arriba del plano hasta que finalmente lo rompí, creando una abertura a una dimensión espacial superior...
"Claro, el cuaderno" pensé. La anécdota del papel me recordó al cuaderno del profesor donde según me contó anotaba lo que hacía día a día en su investigación. "Tal vez en él haya una pista de adonde se fue".
Busqué entre sus cajones. En el primer cajón solo encontré unos bolígrafos viejos y unos papeles. En el segundo encontré un libro que no me acuerdo el título, pero sí se grabó en mi memoria (porque me llamó la atención) que tenía de autor: "un cuadrado". Ya en el tercero encontré el cuaderno. Lo tomé y me lo llevé.
Salí de la oficina cerrando la puerta con la llave que el propio profesor me había dado. ¿Será extraño tener la llave de la oficina de alguien más? No lo sé, tal vez me tenía demasiada confianza. Hasta ese día no había caído en cuenta todo el tiempo que había pasado con él. Yo lo consideraba simplemente como un amigo cercano, tal vez como un mentor a lo sumo, pero tras cerrar la puerta de su oficina con llave fue que reflexioné sobre el cariño que le tengo tras los años que llevamos trabajando. "¿Dónde estás profesor?".
Ya en casa dejé el cuaderno sobre el respaldo de mi sofá y decidí que lo leería más tarde. Me preparé un café con leche y me senté. Revisé un momento el celular, especialmente mi correo electrónico, con la esperanza de tener una nueva noticia sobre el profesor, pero no encontré nada.
Mejor encendí la televisión y estuve cambiando entre varios canales sin nada en particular que quisiera ver. En un punto me encontré con un noticiero y en retrospectiva no sé si fue afortunado o desafortunado que me quedara a verlo:
«...gracias Marco Antonio por tu reportaje. Y en otras noticias: las autoridades están investigando el caso del Dr. Daladier Herrera, quien fue declarado como desaparecido el día de ayer al mediodía. La policía está tratando de averiguar si existe alguna relación con los casos de desapariciones que se han suscitado en los últimos 3 meses. Nuestro reportero Rodrigo Márquez nos hablará un poco más del asunto, vamos contigo Rodrigo» la imagen cambió del presentador al reportero y a sus espaldas se mostraban algunas fotografías que me parecieron muy borrosas como para poder identificar a alguien.
«Como sabrán, en los pasados 3 meses se han declarado un total de 19 personas desaparecidas. En la mayoría de los casos las víctimas fueron vistas por última vez dentro de sus propias viviendas. En ninguno de ellos se han encontrado evidencias de puertas o ventanas rotas o forcejeadas y tampoco ha habido indicios de agresiones físicas. Hasta el momento, la desaparición de esas personas se mantiene en un completo misterio, ya que las familias de las víctimas no tienen ningún conocimiento de su paradero y tampoco han habido pedidos de rescate de algún secuestrador. Las autoridades siguen investigando esos casos y se han organizado equipos por los alrededores en búsqueda de posibles cuerpos de las víctimas. No se ha confirmado, pero la posibilidad de que la reciente desaparición del Dr. Daladier Herrera esté de algún modo vinculado a la de los otros casos, las autoridades, la consideran altamente probable» dijo esto mientras a su espalda se mostraba una foto de la última conferencia que realizó el profesor antes de su desaparición.
«Se le recomienda a la población atender al toque de queda y seguir todas las indicaciones de las autoridades. Estén al pendiente de las últimas noticias...» ¿Realmente el profesor desapareció de la misma forma que esas personas? Tengo miedo de la respuesta.
Apagué el televisor y preferí desentenderme del asunto y pensar en otra cosa. Las conferencias del profesor en los últimos meses habían sido no solo una exposición de ciencia, sino también un show de entretenimiento. Desde luego que al profesor le encantaba demostrar lo que podía hacer con la cuarta dimensión. Era capaz de traspasar paredes y objetos. Podía ver lo que había al interior de una caja fuerte y también sacarlo sin necesidad de abrirla.