Era medio día, no, no estaba nerviosa, estaba ansiosa, no sé porque razón perdería la virginidad con Trent.
— Casi todas las chicas del curso ya han tenido... bueno tú sabes, han hecho eso y bueno suelen decir que es maravilloso y más si es con el chico indicado— lo miro expectante por su reacción, pero él ni se inmuta.
— ¿Qué hay de malo que todas hablen de eso? — me dice el despreocupado.
— ¿Qué hay de malo? —Dije en un tono muy alto—. Es malo tengo 16 casi 17 y yo virgen—digo mientras muevo mis brazos sin sentido.
Mis compañeras no dejan de jactarse de lo grandioso que es, y yo no puedo evitar pensar en eso, soy muy curiosa.
—Mels, tranquila, aun estas muy pequeña para experimentar tal semejanza— ¿Qué bicho picó a mi amigo?
—Trent, eres mayor que yo por 2 meses— mi amigo cumple años en febrero
—Bueno, bueno y ¿qué tienes pensado hacer?— me pregunta indiferente, queda mirando su sándwich como si lo fuera a besar y luego le da un enorme mordisco.
— Oh, bueno yo...hacerlo antes de que acaben las vacaciones— digo indiferente y luego sonrío, como si fuera lo más normal del mundo, por un momento pensé que se le saldrían los ojos a Trent por lo abierto que los tenía.
—Pero tú estás loca, queda una semana—me grita, su respiración se ha agitado un poco mira hacia todos lados menos a mí, pasan unos segundo y luego me mira preocupado-- ¿y con quien lo... harías? —creo que ahora si le interesa la conversación.
—No sé, solo me interesa hacerlo con alguien que no me arrepienta— le digo, claro que eso es difícil de conseguir ¿cómo puedes lograr que tu primera vez sea especial y con alguien que no te arrepientas?
— ¿Antes de una semana piensas conseguir a alguien? —creo que mi amigo tiene razón.
Estas vacaciones de verano han pasado demasiado rápido.
Nos quedamos en silencio un par de minutos, yo tenía mi cabeza apoyada en mi mano, pensando. Hasta que la luz ilumina mi ventana, sí, era literal, el ocaso se filtraba por la ventana de mi habitación.
—Y que tal.... ¡tú!... si tú, jamás me arrepentiría de estar contigo—Trent comenzó a toser dramáticamente, me miró a los ojos y estos estaban llorosos, si un par de minutos no respira golpearé su espalda.
Luego de unos minutos habló.
— ¿Yo? —dice nervioso, mientras yo asiento con una enorme sonrisa.
Así fue mi magnífica idea.
Mamá estaba en el trabajo, llegaría a las 2:00 y las 6:00 partiría a su otro trabajo, llegaría alrededor de las 11:00 de la noche. Mama es enfermera, tiene distintos turnos en el hospital y el otro en la clínica.
Tenía todo calculado, era viernes, el lunes comenzaríamos el nuevo año escolar, tenía que ser hoy, si o si, solo espero que todo salga perfecto.
Mi madre ya se había ido al hospital, con Trent acordamos que llegara a las 8:00, eran las 7:30, faltaba exacto 1 hora para el momento, considerando que el contrato decía 8.30.
Me dediqué a ordenar mi habitación en el rato que debía esperar, suena el timbre y voy corriendo a abrir.
—Hola, Trent—saludo lento y alargando las palabras, mi intento de ser coqueta.
—Hola, te traje esto—ignora mi coqueteo y me saluda entregándome una caja de bombones.
—Gracias— digo y lo invito a pasar— ¿vamos para arriba?— ha estado millones de veces en mi habitación, pero hoy era distinto. Me comencé a poner nerviosa.
Creo que me estoy arrepintiendo.
—Claro—me dice y note en su voz, que estaba nervioso igual que yo.
Llegamos a mi cuarto y nos sentamos en mi cama.
Nuestras manos rozaron y nos miramos, Dios esto será eterno.
—Cuando éramos niños prometí que nunca volvería a besarte— me dijo en un tono suave, mientras miraba nuestras manos que seguían tocándose.
—Creo que por hoy podemos hacer una excepción — dicho esto me acerco a él lentamente.
Nuestras narices estaban rozando, nos miramos a los ojos, los ojos de Trent tenían un brillo especial, nos fuimos acercando lentamente.
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Editado: 26.06.2018