Cuando Liam se enterara que la chica que creíamos lesbiana era la novia del entrenador iba a morir, eso sí que sería noticia. Aunque la verdad era que me sentía un poco culpable, quizás la estaba pasando mal antes de colgar dijo algo sobre terminar. Tal vez yo podría regresar a la universidad y ver como esta, solo por curiosidad, solo para saber si realmente terminaron o no, solo para poder llevarle la noticia completa a Liam. Al final le di una patada a mi sentido común y antes de darme cuenta estaba dentro de la universidad. Vi cuando salía del gimnasio con lágrimas en los ojos y me odie, realmente me odie por seguirla. Jamás me había importado si alguien lloraba y ahora estaba fuera del baño de mujeres pensando si entrar o no. Había arrastrado a cuantas chicas imaginen al baño de los hombres para un polvo rápido. Pero por alguna razón jamás había entrado al de ellas y ahora estaba rompiendo todas mis reglas por una chica que ni al caso. Entre y la encontré llorando en el último cubículo, si buscan el currículo de Noah jamás les va a aparecer —consolar chicas lloronas— hasta hoy claro está.
Estaba sentada en el suelo tenía las manos en la cara y sollozaba en silencio, el cubículo era bastante amplio así que me senté frente a ella, ella levanto la cabeza para mirarme y si esta chica utilizara maquillaje tendría lágrimas negras que recorrerían sus mejillas y barbilla, pero no usaba maquillaje y eso me gusto.
—Estas bien? —Qué clase de pregunta era ¿estás Bien? Acaso soy idiota, me miro de mala gana— Está bien lo siento fue mi culpa, lo intentare otra vez— Ella sonrió un poco y eso ayudo, limpie una de sus lágrimas con mi pulgar—Te vez mucho más bonita cuando sonríes— dije y esta vez era sincero, se veía realmente bonita sonriendo y era algo que jamás había notado porque en realidad nunca la miraba y cuando lo hacia ella tenía mala cara.
—¿Qué haces aquí Powell? Creí haber pedido a mi mejor amiga y esa no eres tu— dijo en tono sarcástico
—Sabes las hadas no existen y yo soy todo lo que obtendrás
Puso los ojos en blanco y yo sonreí, ella también sonrió
—Venga levántate, no sé porque estas llorando pero ni debe ser tan malo— Mentí en definitiva sabia porque lloraba. No hablamos demasiado porque ella en realidad no quería hacerlo. Descubrí que vivía cerca del hospital, lo cual era bueno porque hacían dos días que no visitaba a mi papa. La deje en su casa y fui al hospital.
Corrí hasta la habitación de mi papa y cuando llegue una enfermera terminaba de pasarle tratamiento. Ella salió y yo entre, le acaricie el cabello y me senté junto a él.
—Hola papa, te extrañaba. Ni tienes ideas de las cosas que han pasado, Liam se casó, con Paula la chica que conociste cuando éramos más jóvenes. Lo sé es una locura. El caso es que ahora estoy solo, Liam se fue de luna de miel y tus estas aquí. Recuerdas a la chica lesbiana de la que te hable. Resulto que no era lesbiana, era la novia del entrenador, y digo era porque terminaron hoy. Pobre chica está muy mal, pero ya que. Voy a decirte algo pero no entres en depresión ¿vale? Mama va a casarse, lo sé es una bruja, y el chico con el que va a casarse un idiota tu eres mil veces mejor, pero ella ni siquiera me lo ha dicho a mí, se lo dijo a la mama de Liam y por eso lo sé. De verdad te extraño, procura despertar.
Le di un beso en la frente y me fui. Hablar con él me hacía sentir triste