Más que imperfectos

Momentos con ella

                            2  CAPITULO

He llegado de la iglesia y  lo primero que hago es ir a la cocina buscando cualquier cosa comestible que pueda calmar está hambre tan feroz que tengo, al abrir la nevera me encuentro con el mayor desierto del mundo, no hay comida preparada y mucho menos agua para calmar la sed que tengo, ¿Que voy a hacer?.

Se me ocurre pedir una pizza a domicilio en alguna aplicación, pero inmediatamente me percató que mi madre tiene mi celular y lo último que tenía lo he gastado en el taxi que tome, no sé si reír o sentirme frustrada, porque a mi edad muchas personas saben que quieren o por lo menos tienen claro para donde no quieren ir , pero yo a este punto aún no se ni siquiera que hacer con mi vida.

Llamaré a Susi desde el teléfono fijó, había olvidado su llamada por completo.
—Hola Susi, acabo de llegar a casa 
—¡LIVIA! sentía que iba a estallar en cualquier momento si no te contaba esto—Lo dijo tan eufórica, que por un momento pensé que se le podría salir el corazón— es que escucha. 
—Te estoy escuchando, solo que te debes calmar un poco¡eh! 
—No puedo y no quiero, porque ha venido Rubén con un ramo de rosas ¡HERMOSAS! ¡MARAVILLOSAS! ¡PERFECTAS!, se veía tan lindo que creo que me duele el corazón de ver tanta belleza junta amiga. 
—¡Las quiero ver YA! eso es demasiado romántico, puedo sentir lo feliz que estás y con eso también me has contagiado a mi, ¿Que ha dicho tu madre?.
—Esta feliz, ya sabes que ama a Rubén —expreso llena de felicidad—. Te enviaré las fotos de las rosas por WhatsApp. 
—¡Sii! oh NO!... mi madre tiene mi celular, mejor ven a mi casa y me cuentas todo con lujos de detalles. 
—¡Ok!, pero no puedo ir ahora, estoy tomandome algunas fotos para subirla a Instagram, necesito presumir mis rosas, por cierto se me olvidaba decirte algo igual de importante. 
—¿Que paso?
—Rubén, me presento a su amigo y es realmente difícil describir lo bello y sexi que es Livia, cuando lo vi me fue imposible no pensar en ti, es que es varonil, ¡con un cuerpo!.. 
—Ya, he entendido todo, no seas tan explícita que no es necesario, se hasta dónde puede llegar tu imaginación al momento de describir a una persona. 
—Caray pero déjame terminar de hablar —dijo entré risas— no me dejas expresarme libremente. 
—Tienes razón no te dejo y hoy mucho menos, porque estoy muriendo de hambre. 
—¿Que? ¿Cómo que estás muriendo de hambre? 
—Tampoco pienses lo peor, ya sabes que soy pésima cocinando, mi madre aún se encuentra en la iglesia y aquí convivimos con un ratón que todo se lo come. 
—No eres pésima, eres un peligro en la cocina, pero... ¿De que ratón hablas?. 
La pregunta de Susi me hace reír tanto que no puedo ni siquiera seguir hablando.
—¿De que te ríes tonta? 
—De tu pregunta, cuando digo ratón me refiero a mi hermano Lucas—digo sin parar de reír—. eres lenta en captar las cosas.
—¡Ah! ahora todo tiene sentido, y con respecto a el asesinó que te está matando no te preocupes, en una hora estoy en tu casa para ayudarte a acabar con el. 
—¿De que enemigo hablas?—le pregunto confundida—. no te entiendo. 
—De el hambre que tienes, ¿no dices que te está matando? 
— Vaya, vaya, el alumno superando al maestro—le digo mientras rio por su astucia—. ¡Felicidades!.
—Gracias, gracias, todo lo he aprendido de ti — expresa con una voz de orgullo—. en cuanto termine llegó a tu casa. 
—Vale, aquí te espero. 
—Ok, chau.

Susana ha sido mi mejor amiga desde hace más de diez años, nos conocimos en la secundaria y hasta ahora nunca nos hemos separado, juntas hemos pasado momentos felices y tristes, pero siempre nos hemos apoyado, de cariño le digo Susi.

Mientras la espero voy a aprovechar que nadie está en casa para ver netflix sin ningún tipo de interrupción.

—LIVIA.. LIVIA...LIVIA... LIVIA.... 
Escucho los gritos de mis padres  y los de Lucas y Cinthia pero los percibo tan lejanos que continuo durmiendo. 
Ahora escucho los gritos más y mas fuertes, lo que hace que salte de mi cama y baje las escaleras tan de prisa que estoy a punto de caerme. 
—Hija, ¿Porque no abrías la puerta ? —pregunta mi padre tan sereno como siempre—. llevamos rato tocando el timbre. 
—¡Lo siento papá! estaba viendo televisión y me quedé dormida, no fue mi intención. 
—No te preocupes —dijo mi padre, mientras subía a su habitación. 
—Nunca es tu intención ¿te crees la fea durmiente o algo parecido? —escucho decir a Lucas, mientras entra riendo como un tarado. 
Ya no me sorprende su "humor negro", pero solo de pensar que también tendré que aguantarlo en la universidad a partir de mañana, me hace sentir un fuerte dolor de cabeza.
—¿Mama dónde está mi celular? Voy a practicar francés —le pregunto a madre que está en cocina.
—Esta en el bolso, espero que se vean los resultados de tus estudios de idioma y no estés perdiendo el tiempo. 
—Así será, no te preocupes, estaré en mi cuarto, si necesitas ayuda con algo me avisas —Le gritó a mi madre mientras subo las escaleras.

Esa advertencia de mi madre me ha dado escalofríos y es que realmente no se porque tienen que incluir los idiomas de forma obligatoria en la facultad de turismo, porque aunque me puedo defender en francés, en inglés soy un completo desastre, pero este año me enfocaré en dar lo mejor de mi.

Enciendo mi celular y al entrar a Instagram veo las fotos que ha subido Susi, quien se ve hermosa con su vestido blanco que combina perfectamente con su piel blanca y cabello de color rojo, ahí está besando su ramo de rosas rojas, en otra foto está con Rubén quien la abraza fuertemente por detrás dándole un beso en la mejilla, ha subido tantas fotos con su ramo de flores que me siento tan feliz por ella.

Inmediatamente escribo un comentario: ¡Vivan los novios! son la mejor pareja del mundo. y coloco muchos emojis de corazones y cáritas de enamorados. 
Continuo viendo sus fotos y tocan a la puerta y es Susi. 
—Livia abre las puertas de la cueva. 
—¡Voy!..— abro las puertas y tengo al frente a una de las razones por las que no he enloquecido en este vecindario.
— te estuve esperando tanto tiempo que incluso me dormí. 
—¡Amiga! disculpa por haberte hecho esperar —dijo, dándome un fuerte abrazo—. Traje pizza y malteada para ver el estreno de "Fashion Week" Mientras matamos al asesino juntas. 
—No tengo nada que perdonarte, más bien gracias por acordarte de mí en medio de tu cita y por supuesto que mataremos al asesino juntas —digo mientras reímos juntas por su chiste de matar el hambre.




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