Peleas incómodas.
── Alexandra. ──Me llama Jessica, dudosa.
Abro la boca, con la intención de ser sarcástica, pero…
Ella es así contigo por tu culpa.
Diablos eso lo sabía, solo que no sabía cómo reparar el daño que yo había hecho, no sabía si ella quisiera ser mi amiga. Me aterraba la idea de que al conocerme como soy se aburriera.
Pensé fugazmente en como he dejado que Derek se acercara, si lo permito con él… ¿Por qué con ella no?
── Alex, por favor.
Veo como se sorprende de que le hable en un tono calmado y no defensivo.
── Oh, de acuerdo. Dime Jess también.
── De acuerdo. ──Sonrío algo apenada antes de tomar una bocanada de aire para seguir hablando── Lamento mucho como te he hablado…
── También lo lamento, te devolví el ataque sin pensarlo…
El ruido en la cocina nos interrumpe, sacándonos a ambas una mueca.
Se inclina hacia mí, como si fuera a decirme un secreto.
── Esas chicas. ──Con su cabeza señala hacia la cocina dándome entender que se refiere a Jenna y Lauren── ¿Son tus amigas?
── No.
── Ellas...
Se interrumpe cuando ellas llegan junto a Ryan con los platos de la comida, los acomodan y se sientan Jessica y yo quedamos en un costado de la mesa, Ryan y Lauren en el otro mientras que Jenna se ubica en una punta de la mesa.
Empezamos a comer en pleno silencio que resulta bastante incomodo, así es unos minutos hasta que Ryan decide llenar el silencio.
── Alex. ──Me llama y le miro── ¿Entregaste las pinturas?
── Sí, las entregué el...
── Mi niño lindo, quiero jugo. ──Me interrumpe Lauren, la observo y está mirando a Ryan con un puchero.
Ryan se limita a empujar su vaso dos milímetros de donde estaba porque ella podía perfectamente agarrarlo donde estaba.
── Que caballeroso, Ryan. ──Dice Jenna soñadoramente.
Veo de reojo a Jessica y puedo ver cómo tiene una mueca de desagrado ante ellas.
Oh, por fin tendré a alguien con que quejarme.
── Oye, Ryan... ──Empieza a decir Jessica, pero es interrumpida por Lauren.
── Cariño, Jenna me estaba contando que Derek y Mars son los más guapos de la universidad en donde trabajas.
Ryan hace una mueca en su dirección.
── ¿Debería importarme aquello?
Jenna nos mira con malicia por un breve segundo mientras Lauren sigue hablando.
── Que es un desperdicio. ──Dice Lauren── Mars ha estado con todas mis amigas, no se compromete con nadie.
Jessica a mi lado presiona su tenedor con la mano, tanto, que sus dedos se vuelven blancos. Elevo mis cejas a verla tan enojada.
── Yo creí que Derek era el que tenía esa fama. ──Comenta Ryan sin interesarle realmente.
Tomo un poco de jugo de naranja, de pronto siento la garganta seca.
── No, Derek es mi novio. ──Notifica Jenna con una sonrisa radiante.
Me atraganto por un segundo con el jugo, apenas y logro disimularlo bien, pero aun así llame la atención de todos los presentes. En definitiva, Jenna tiene que estar loca, ella odiaba a Derek, era escucharla cada día con sus quejas.
¿Será masoquista como yo, tal vez?
── ¿Todo bien, Alex? ──Pregunta Ryan con una mirada de sospecha.
── Olvide hacer una pintura que era para ayer. ──Miento con tanta rapidez que Ryan lo creyó fácilmente.
── ¿Pintas? ──Cuestiona Jessica sorprendida.
── Sí.
── Oye eso es genial, yo...
── Derek me dijo que tus pinturas son horribles. ──Interrumpe Jenna, la veo y está mirando sus uñas como si nada.
Una ligera punzada se hace presente en mi pecho, que él diga eso es… sorprendentemente doloroso. Sobre todo, cuando él había dicho lo contrario.
── ¿Y cómo él vio tus pinturas, Alex? ──Pregunta Ryan con una sonrisa falsa que no dudo en regresarla.
Aprieto los dientes con fuerza, Jenna me había delatado.
── Me contó que ella lo invitó, intento insinuarse, pero no lo logró. Derek sólo tiene ojos para mí. ──Hace énfasis en el “mí” haciéndome imaginar lo genial que se sentiría golpearla.
Lo sabía, ¡sabía que había una razón por la cual ese idiota quería seguirme!
── Alex… ──Comienza a decir Ryan.
── ¿Qué te puedo decir? Ella no tiene límites… ──Sigue diciendo Jenna.
── ¿Hasta cuando vas a hablar por mí? ──Le cuestiono ya desesperada, no soporto que me interrumpan tanto.
── Solo digo la verdad.
Aprieto mis labios, cuando siento que estoy a punto de explotar Jessica a mi lado empieza a parlotear por el celular con un tono molesto, logra distraernos a todos. Maldice un par de veces, por lo que entiendo su hermana fue a su apartamento con su llave y la rompió. Después de unos minutos hablando más, cuelga.
Me mira con expresión neutra en su rostro, miro el celular donde hace como si estuviera colgando cuando en realidad está en la galería. Casi me río al comprender.
¿En serio acaba de fingir una llamada para callarlas?
── Alex, necesito que me ayudes con la puerta de mi apartamento, ¿puedes?
Ni lo preguntes dos veces.
Ella se levanta con rapidez se despide fugazmente de todos y se encamina hacia la salida, yo la imito, pero con cierta maldad se me ocurre una idea canturreo una despedida para Ryan seguido de un sonoroso beso en su mejilla logrando que él se sonroje y que Lauren me dedique una mirada mordaz.
Una vez fuera de la casa Jessica y yo nos miramos seguido de soltar un suspiro de alivio, tomamos un taxi y ya en camino a nuestro edificio decido hablar.
── Gracias. ──Le sonrío un poco. Ella me devuelve el gesto.
── No hay de qué. Al parecer Ryan les contó que no nos llevábamos muy bien porque no paraban de hablar de ti.
Eso llama mi atención. Si algo he aprendido en estos tres años de rumores, es que prefiero no saber lo que dicen para no darme mala vida por ello, solo me interesa si es bueno o malo. Al fin y al cabo, ellos no me dan de comer o algo por el estilo para que me tenga que doler lo que dicen.
#15286 en Novela romántica
#2787 en Joven Adulto
peleas celos amistades nuevas romance, amor celos, amor inseguridades deseo drama
Editado: 17.01.2025