Título: Estrellita, estrellita donde estas que no te encuentro debajo de esas fantasías.
Años atrás
Mi cuerpo se tambaleaba mientras subía poco a poco las escaleras hasta llegar a mi cuarto mientras mi papá me gritaba que regresara a mi lugar y le dijera la verdad, pero......no me creería, mi cuerpo dolía de tantos moretones y marcas que tenía en todo mi cuerpo, porque justo el día de mi cumpleaños número 8 tenía que hacerme esto.......yo no fui, yo no robé ningún dinero pero el, mi papa nunca me escucho ni me escuchara, prefiere creerle a una señora que llegó hace 10 días a la casa como empleada que a su propia hija, maldice por mis adentros por el dolor en mi débiles brazos que temblaban de miedo y dolor acumulado.
—ERES UNA SORDA APRIL, TE HE PREGUNTADO ¡¿QUÉ HICISTE CON EL MALDITO DINERO?!—gritó desde las escaleras mientras que mi diminuto cuerpo intentaba agarrar toda la fuerza y valentía posible.
—Papá tienes que creerme yo no fui. Fue ella—apenas termine de hablar subió tan rápido las escaleras que no me dio tiempo de correr por que él ya me había puesto en unos de lo tálanos y agarrado del cabello fuerte me empujo unos escalones más y agarró su correa y me pego tan fuerte en mi espalda que mi mama apareció llorando suplicándole que me dejara, pero al mismo tiempo que mi papá me pegaba le hecho una mirada furiosa a lo cual mama se fue.
—A veces quisiera que cerraras tu maldita boca la cual no sirve para nada más que decir mentiras—dijo mientras me soltaba y se iba por las escaleras a ver de seguro a mamá.
Mire mis manos varias veces derramando unas lágrimas en el proceso las sobe intentando que el dolor se fuera pero era imposible, llore toda la noche tanto que mis ojos se veían demacrados cansados de pasar por esto todos los días desde que llegó ese señora a mi casa, y papá Simplemente se volvía cada día peor cada día la paliza aumentaba, cada día papá y yo más distantes al igual que desconocidos solo cuando papá recibía quejas de la señora que trabajaba aquí las cuales cabe aclarar eran falsas pero pues papá decidió confiar en ella que en mí.
Se podría decir que lo intente olvidar, intente olvidar todas esas noches suplicando porque ya no me golpeara e insultara pero no ....no pude...Y el dolor era irremplazable, cada noche después de aquellos golpes que mi padre dejo en mi cuerpo y rostro no lograba olvidar.
Noche tras noche no dormía... no sonreía o en vez en cuando tocaba regalarle una sonrisa al público forzado, pero por dentro mi mundo se derrumbaba con cada golpe que vivía, deje de usar mis vestidos de colores y mariposas deje de ser…esa niña cuyo amaba a su padre y adoraba con todas sus fuerzas, él…mi papá…el me daño en aquella época. Más de la cuenta.
Llegó el punto donde se enojaba demasiado fácil y cada que llegaba de un lugar venía ebrio y.…se desquitaba conmigo…y mi mamá por más que ella le dijera que parara no lo hacía, llegó un día en el que por primera vez de las semanas Isaac mejor amigo que vivía al lado mío venia hacerme compañía...cuando papa no se encontraba en casa.
Cada día se ponía más guapo y atractivo y cada día esa mirada…su mirada......su rostro…sus ojos en cada atardecer brillaban daba esa hermosa impresión que era un negro oscuro como las noches, pero hermoso.
La etapa de la adolescencia es una maldita droga, te metes en ese mundo y te hundes de la peor manera o te acoplas o sufres las consecuencias, así de fácil, la verdad es que no sé cómo logré sobrevivir a toda esa etapa.
Bueno creo que si se cómo logre sobrevivir y eso fue gracias a Isaac.
Aún recuerdo la cara de la señora Izep Jonhs mamá de Isaac, cuando se enteró que me gustaba su hijo. Fue única. Tanto que cuando se percató que en el último día en que Isaac y yo nos vimos ósea nuestra despedida decidió dejarnos total libertad.
Recuerdo las veces que Isaac y yo íbamos caminando una vez acababan las clases teníamos esas charlas que siempre acababan en un te amo oh en un: April deja de sacarte los cueritos de los dedos es enserio no quiero que lo sigas haciendo. No quiero que te lastimes.
16 de septiembre.
bese su mejilla intentando hacer perder el tema. A lo cual él se percató y solo sonreí de lado para mí.
—No me vas a convencer —dijo mirándome con diversión.
—Yo digo que sí. —di por último un beso cerca de sus labios dejándolo más tieso que un palo parado en media salida del colegio. —Vez lo logre.
Dije pasando delante de él emocionada. Él se dedicó a tocar sus labios con sus dedos procesando sonrojado, corrí hacia el bus a lo cual él se percató gritando.
—Ey tú vuelve acá. Me debes otro beso maldita—dijo corriendo y como siempre lograba alcanzarme. Una vez me tuvo en sus brazos los cuales rodeaban mi cintura.
—¿Quién es usted? —pregunté bromeando con él.
—El futuro padre de tus hijos—dijo orgulloso de sus palabras. Yo reí
—Isaac apenas tenemos 14 Años—dije riendo
—Tú tienes. Yo te gano
—No por mucho asalta cuna—dije escondiendo mi cara en su cuello.
—Oiga a esta. Pues si yo soy un asalta cuna usted es...Una asalta mayores—sonrió a lo cual yo me reí mientras me acompañaba a coger mi bus.
—Ve con cuidado, llegas a casa y me lo haces saber si porfa—dijo una vez estábamos junto al bus
—Está bien pesado—dije abrazándolo por el cuello inhalé su olor y dios que rico huele. Por último...
Me beso en la frente dejándome como una tonta enamorada
Presente
—Kai no te miento enserio, ese wero está muy...—intenté buscar las palabras adecuadas, pero no se me estaba dando bien eso ahora.