A veces no tengo nada que me motiven los días, cada vez se me hace más y más aburrido el levantarme a seguir siendo parte de una vida cotidiana y aburrida, ver los mismos videos una y otra vez no me quita el aburrimiento como antes, escuchar las mismas 3 canciones una y otra vez empieza a cansar, cada vez más siento que me vuelvo una flama que se va acabando por falta de combustión, siento que cada vez me voy quedando más y más solo.
¿Es algo que puedes controlar? O ¿está completamente en lo desconocido?
Esto está en mis manos, pero hago el que no está en mis manos. No porque no quiera, sino pro que sé que nada va a cambiar
Tengo que admitirlo. Me sorprende la simpleza de tu resignación.
Trato de hacer cosas diferentes, pero solo es cuestión de días para que se acabe y vuelva a mi rutina aburrida de siempre.
Ni siquiera intentas darte un poco de esperanza (que para ti es falsa). Tú subconsciente te pone el pie apenas intentas caminar. Tus luchas internas jamás enmudecen, me interesa saber ¿Tienes control sobre ese lado tuyo?
Ojalá tuviera control total de mis pensamientos y mis luchas internas, pero solo acepto una esperanza cuando veo un futuro en ella.
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Bien, sé que leíste el mensaje y pensaste en una respuesta para escribirla. Pero no es necesario que lo hagas, me basta y sobra que te hayas contestado a ti mismo (imaginando que ibas a contestarme sinceramente).
Espera ya contestaste.
Si esa esperanza solo es temporal no sirve de nada tomar el camino.
Bueno, si solo aceptas esa parte de ti, entonces tu vida será irremediablemente triste,
no es auto-hipocresía, no es darte falsas esperanzas. Es creer en algo.
No es que lleve una vida triste, hay cosas que me encienden, pero esas cosas empezaron a tener poco sentido mientras más las aplicaba como escape de lo cotidiano.
El tratar otras alternativas sirve, pero terminan en el mismo destino.
Sigo a una chica que tiene autismo, tiene una sensibilidad sensorial que si no me equivoco la palabra adecuada es "animista". Pero esto ya no importa, porque se salió de contexto.
Hace rato tuve una conversación con mi mejor amiga, ¿Sabes de que se trataron nuestras últimas conversaciones? De nada, literalmente, no son conversaciones que esperas de una persona, ya no hay tanta fluidez como antes, yo trato de que siga la espontaneidad, pero cada vez va resultando menos.
Pero, desde que te conozco has sido demasiado crudo contigo mismo. Tú sensatez es dura y tosca y tú lógica ha sido burda. No con nadie más, si no contigo mismo. Eso me ha sucedido, me sucede de hecho con mi mejor amigo. Pero me di cuenta de mi problema.
Las prioridades van cambiando, cada quien está siguiendo sus metas a alcanzar, pero no miran lo que están dejando atrás en el olvido. Me estoy quedando atrás en muchas cosas, personas que han vivido experiencias yo no las obtengo, no porque no quiera, sino porque sé que algunas de ellas pueden causar problemas y prefiero no hacerlas por flojera a estar recibiendo castigos.
Hey, nadie está quedándose atrás, he sentido eso, siento que a veces no llego a ningún lado. Que no estoy haciendo nada y no sé cuál es mi dirección. Que todos saben a dónde ir, excepto yo.
No es que no sepa a dónde voy y cuáles son mis metas, esas las tengo bien claras desde que salí de la secundaria, es lo que menos me preocupa, yo me refiero al recorrido de mis metas, es un recorrido aburrido y gris con pocas tonalidades verdes.
Las experiencias que deben de ir de la mano con el camino no me hacen sentir nada, si están, les di muchas expectativas resultando no ser lo que esperaba.
Tal vez estoy tocando un fondo innecesario sabiendo que aún me falta mucho por recorrer, pero a este punto es algo que no puedo dejar pasar desapercibido, es algo automático, sé que el sumirme en las sábanas no me ayuda de nada más que auto-atormentarme.
No sé cuál sea la razón de estos pensamientos automáticos, pero me hace ver muchas cosas que deberían de motivarme, pero no lo hacen.
Piensas demasiado. No está mal, está bien ser consciente de todo y tenerlo en tus manos, no tener puntos ciegos. Pero eres muy duro contigo.
Mucha gente me dice, “despreocúpate”, mañana será un día diferente. Sigo esperando que ese día llegue. Es como cuando ves un comercial de comida, te dan una buena presentación, vas a comprarlo y te entregan una porquería.
Igual pienso demasiado porque es la única forma de desconectarme de lo cotidiano, el naufragar por mente y dejar fluir mi imaginación me ayuda, es el recurso que más me ha ayudado, pero no quiero usar siempre, no quiero que termine en el mismo destino.
No quisiera pensar que un día me aburriré de mí mismo y de mis pensamientos, si lo hago y dejo ese escape ¿Qué haría ahora? Si mi mente quedaría en blanco, sería una cartulina blanca donde quien sea que se acerque podrá hacer lo que quiera hacer conmigo.
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experiencias de vida, experiencias en el amor, frustracion y desahogo
Editado: 07.10.2019